Y se animó a dar el paso, al retorno político. Washington “Turco” Abdala anunció públicamente a través de Facebook que retorna al ruedo político aportando para José Amorín (Batllistas de Ley).
“Yo soy un batllista eterno, pero soy un republicano convencido y contra eso no puedo”, resumió.
Sociedad Uruguaya comparte la totalidad de su fundamento.
“A MIS AMIGOS: TENGO ALGO PARA DECIRLES…
Como saben -muchos de ustedes dado que lo escribí aquí -he venido evaluando la posibilidad de colaborar en la actividad política en estos tiempos.Voy a colaborar con José Amorín en la elección de junio. Para mi “el pepe” es un batllista de verdad y un luchador lúcido. El viene construyendo contra viento y marea un espacio tolerante, abierto y humanista. Lo quiero ayudar en lo que me den las fuerzas. Me emocionan los desafíos cuando son difíciles y requieren de esfuerzos relevantes. Yo nunca he tenido nada fácil en la vida pero no es ni el momento, ni la oportunidad, para hablar de eso.
Ustedes, mis amigos del Facebook me conocen bien, soy un liberal, no alineado con casi nada previsible y he hecho un “viaje mental” estos años que no ha sido chico. Primero me redescubrí a mi mismo en un montón de cosas, luego aprendí a mirar la sociedad desde otro lugar. Si, gané panorámica y perdí dogmatismo. La mirada que tengo ahora tiene una perspectiva que no tenía hace unos años. Y esta libertad que me fui ganando no la pienso abandonar por nada del mundo. Aclaro eso por las dudas. El tipo que soy no tiene retorno al tipo que fuí. Creo poder aportar más ahora. Estoy convencido de ello.
No lo afirmo desde la soberbia o el mesianismo: creo que en el país (y en el partido colorado) se necesita arrimar calor a un relato sincero, conciliador y útil para ayudar entre todos a sacar adelante el tipo de país con el que muchos soñamos.Esto no quiere decir no debatir, al revés, se requiere más debate, pero del bueno, del que no pega golpes bajos, del que no busca réditos demagógicos y del tipo de los que suenan sólidos y consistentes porque son sólidos y consistentes. No me gusta el país del lugar común y del simplismo panfletario. Hay que luchar desde donde se sienta pertinente contra ese encare que nos achica como nación.
Ustedes me han ayudado a cambiar de parecer en enorme cantidad de temas, es más, gracias a la metodología de las redes sociales, muchas veces construimos un tipo de relato colectivo en el que todos aportamos. Es como escribir una “nota” acá y al irla comentando todos juntos la vamos nutriendo de matices. Insisto: ¿cuantas veces hemos escrito juntos notas desde aquí adentro? Si eso funciona para acá, no veo motivo por el que no debiera usarse esa metodología en el mundo real. No hablo de extrapolar una “política al estilo wiki” porque eso sería rebajar el asunto. Pero se entiende lo que quiero decir: sumar perfiles y voces diversas solo enriquece. Nadie tiene la verdad revelada. Nadie, pero ayuda oírnos, complementarnos y sumar miradas.
Además, la política en algún sentido me va en el alma, la siento y no quiero evadir la responsabilidad de colaborar con mi gotita de arena cuando creo se requiere el concurso de muchos para mejorar algo de nuestra convivencia. No creo que tenga que pedir permiso para hacer política. Es cierto, no estaba en mis planes inmediatos, lo escribí en mis últimos libros pero la pasión y algunos amigos que creen que puedo ayudar algo me han comido la cabeza con la ilusión de mejorar al partido colorado en algún tipo de biblioteca que podría estarle faltando. Yo soy un batllista eterno, pero soy un republicano convencido y contra eso no puedo. Insisto, me atrae ese desafío. Y tengo montones de defectos, nunca el de la cobardía cuando la hora es complicada. Esa tacha no me va.
Quizás en esta hora de buena comunicación que tengo con mucha gente le suene a error a muchos de ustedes este paso que doy. No suelo ser conservador en nada. Me gusta tomar riesgos. También fue un riesgo cuando hace unos años decidí desnudar hasta el último de mis pensamientos. Y al final muchos de los que me criticaban entendieron el viaje en el que estaba.
Ahora solo pido que me comprendan lo que pasa por mi cabeza: el peso del desafío republicano, la necesidad de humanismo real, el sentido de esperanza que parece estar lejano de la política que vivimos acá, y la argumentación con el corazón caliente y las neuronas a mil es algo en lo que quiero estar.
Andaré por acá como siempre. No me borro de mi compromiso con ustedes, pero empiezo un tiempo que a los primeros que les tenía que comentar es justamente a ustedes. Y no es sanata, son los primeros junto a mi familia y algunos amigos que saben esto de manera abierta.
Un abrazo.
El turco”.
Fuente Imagen: letras-uruguay.espaciolatino.com
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