Desde el domingo 26 de enero al domingo 2 de febrero dos personas realizarán un ayuno en contra de la instalación de la regasificadora.
“Sentimos y vemos amenazado el oeste de Montevideo en varias dimensiones, el dragado que se va realizando frente a las playas de Puntas de Sayago, Santa Catalina y Punta de Yeguas, es solo la punta de iceberg que podemos ver del proyecto de instalación de la regasificadora, y en lo que no podemos ver hay muchos secretos. Desde abril de 2013 muchas decisiones técnicas y políticas fueron tomadas en secreto y sin participación real de vecinos y vecinas afectados.
Desde los primeros días de enero somos testigos de un dragado irresponsable, incontrolado, prohibido por las leyes y criminal para el ambiente incluidas las personas que lo habitamos. Del 26 al 2 de febrero, la draga será lo que veamos desde nuestra carpa de ayunantes. Veremos también a la gente de todas las edades que se baña en estas playas agredidas injusta e innecesariamente. Tendremos a la vista a nuestros empobrecidos vecinos y vecinas de todas las edades. Entendemos que es fundamental el sitio desde el cuál se observa la realidad.
Este ayuno invita a reflexionar personalmente o colectivamente sobre las dimensiones SOCIAL, AMBIENTAL, ECONÓMICA y POLÍTICA, todas con mayúscula porque trascienden los pequeños recortes por temas o banderías.
Los documentos que hemos presentado a DINAMA y enviados masivamente a autoridades diversas, son documentos con respaldo legal, técnico y con participación de vecinas y vecinos comprometidos que informaron sobre riesgos en las 4 dimensiones sobre las que convocamos a pensar en estos días, serán la orientación general de nuestras reflexiones en estos 7 días.
Queremos reflexionar más profundamente sobre las decisiones que se han tomado, ignorando el sentir, pensar y saber de las comunidades afectadas, repensar. Ese concepto de que «algo hay que perder», no es un concepto de vida o salud integral, es un concepto de partido de fútbol que no se debería aplicar en ninguna de estas dimensiones si estamos pensado bien. Entendemos que no hay que sacrificar nada, ni el ambiente, ni la economía, ni la dimensión política, ni una sociedad que las tenga que sufrir.
El ayuno no está centrado en las personas que lo realizamos sino en la angustia de un territorio amenazado por una regasificadora y unas vidas que intentan defenderse, es un llamado personal a la reflexión individual o colectiva, sobre todo una invitación a quienes con pequeñas o grandes acciones-omisiones y decisiones pueden incidir en el sentido de la preservación de la vida, la democracia y la escucha de las palabras.
El ayuno invita a reflexionar con mayor conocimiento de causa. Qué es lo que cada uno puede hacer desde el lugar que ocupa, para mejorar y cuidar integralmente, lo que es de todos y todas?.
El oeste amenazado, se defiende”.
Silvia y Ruben
Vecina y vecino del oeste de Montevideo.