Compartimos la columna de opinión de Mónica Xavier, Presidenta del Frente Amplio, titulada “Los porqués de nuestro total respaldo a los compañeros Lorenzo y Calloia”.
“Son momentos difíciles, dolorosos y también de confusión sobre la información que se difunde. Difíciles porque no es bueno para el país atravesar una situación donde jerarcas aparecen afectados por investigaciones judiciales, aunque es bueno recalcar que vivimos en un país donde la justicia puede actuar con total libertad.
Son dolorosos porque conocemos la calidad humana y técnica de los compañeros involucrados. Y de confusión, porque, aunque el propio Fiscal señala que ni siquiera hay indicios de actividades con propósitos espurios o en provecho personal, cuando aún ni siquiera ha recaído un procesamiento, alguien puede creer, o afirmar, que aquí existió un actuar doloso.
El Frente Amplio siempre sostuvo que no hay vacunas contra un proceder inadecuado y que siempre hay que permitir la actuación de la justicia. En este caso el principio se ha cumplido a cabalidad: no fue necesario un cambio de gobierno para que la justicia actuara y el propio compañero Ministro Lorenzo, lejos de escudarse en sus fueros, renunció a ellos para someterse a la justicia como un ciudadano más, convencido de su proceder y de la forma en que un frenteamplista debe obrar.
No fue esta la actitud habitualmente asumida en el país, en oportunidad de investigar serios casos de corrupción en gobiernos anteriores al FA, de utilización de fondos para provecho personal, de muy diferente naturaleza a la que hoy nos ocupa.
El delito que se pretende imputar -abuso innominado de funciones- es una norma que recibe el cuestionamiento unánime de la más calificada doctrina, que atraviesa a juristas de las más diversas tendencias ideológicas y partidarias. Resulta una figura “residual” donde cuando la actuación no encuentra delito y de igual forma se quiere realizar una imputación, se recurre a ella, por su carácter de totalmente abierta, lo que vulnera el principio de tipicidad que necesariamente debe recoger el derecho penal.
Para ser gráfica, la actitud penalmente condenable debe estar claramente expresada en la Ley, no puede quedar librada a la opinión del intérprete, que pueda considerar que una actitud puede o no ser castigada. Esto es lo que ha llevado a reiteradas recomendaciones de eliminar esta figura penal, las que se han plasmado en varios de los proyectos de reforma del Código Penal. Más aún, este tipo de figuras penales, han recogido una jurisprudencia constante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Extraemos un fragmento de la Corte que ilustra en mejores términos lo que acabo de decir: “La ambigüedad en la formulación de los tipos penales genera dudas y abre el campo al arbitrio de la autoridad, particularmente indeseable cuando se trata de establecer la responsabilidad penal de los individuos y sancionarla con penas que afectan severamente bienes fundamentales, como la vida o la libertad. Normas como las aplicadas en el caso que nos ocupa, que no delimitan estrictamente las conductas delictuosas, son violatorias del principio de legalidad establecido en el artículo 9 de la Convención Americana.»
Es decir que en la actuación de los compañeros no sólo no hubo ninguna irregularidad que les generara algún tipo de beneficio personal, sino que además la imputación se basa en un delito de dudosa constitucionalidad, la que ya ha sido sometida a estudio de la suprema Corte de Justicia, por otros dirigentes políticos, de otros partidos, imputados en la misma figura.
La justicia tiene la palabra, y nosotros respetaremos como siempre sus fallos, lo que no nos inhibe de reconocer sus posibles falencias, cuando a nuestro juicio ello se da. Pero independientemente de ello, debemos confirmar que nuestros compañeros obraron con el máximo de lealtad institucional, velando por los intereses del país, buscando –hasta con excesiva diligencia- que aparecieran opciones que permitieran al Estado salir lo mejor posible de un negocio que lleva varias décadas de fracasos y de actuaciones que no han podido lograr su viabilidad.
Por estas razones nuestro total respaldo. Porque han hecho todo lo que han entendido mejor para la consolidación del Proyecto de país que desde hace 9 años nos ha permitido vivir mejor a cada uno de los uruguayos y uruguayas. Con el corazón dolido, pero con la frente muy en alto, frenteamplistas a redoblar!”.
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