La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) presentará el viernes 6 de diciembre -en el marco del plan “ANEP en Obra”, orientado al rescate de espacios educativos- el resultado de los trabajos de refacción y acondicionamiento realizados en el Liceo Nº 13 “Ituzaingó” (Francisco Echagoyen 4991), que tiene una matrícula de más de mil estudiantes.
El acto, que comenzará a las 17:30 horas, será encabezado por el Presidente de la República, José Mujica, el Presidente del Consejo Directivo Central (CODICEN) de la ANEP, Profesor Wilson Netto y los Consejeros, Inspector Javier Landoni, Licenciado Daniel Corbo, Maestra Teresita Capurro, y Profesor Néstor Pereira.
Asimismo, estarán presentes los integrantes del Consejo de Educación Secundaria (CES), y las principales jerarquías del Ministerio de Educación y Cultura, encabezadas por el titular de la Cartera, Doctor Ricardo Ehrlich, además de legisladores y autoridades del ámbito municipal departamental y local.
La jornada estará caracterizada por una impronta festiva, lo cual coadyuvará a reafirmar el fuerte espíritu de pertenencia y compromiso de toda la comunidad educativa del referido instituto. En ese sentido, la comunidad educativa –con el concurso entusiasta del alumnado- prepara una programación artística que incluye, entre otros aspectos, la actuación de la conocida murga “Agarrate Catalina”.
POBLACIÓN DIVERSA
La población que estudia en este centro educativo -en dos turnos extendidos- refleja la diversidad y tiene una preponderante presencia de estudiantes procedentes de contextos sociales distintos, lo cual demanda un importante esfuerzo de la dirección y el cuerpo docente.
Este establecimiento liceal, que por su ubicación geográfica abarca una vasta zona densamente poblada de la capital, cuenta con 22 aulas comunes, salón multiuso, una sala para desarrollar actividades de apoyo, cuatro laboratorios (dos de Biología y dos de Química y Física), salón de audiovisuales y sala de informática, que está equipada acorde a las demandas en materia educativa. El edificio está erigido en tres plantas.
El liceo, donde se dictan cursos de primer ciclo (19 primeros, 14 segundos y 9 terceros) y de segundo ciclo (2 grupos de 4º año), tiene una población de aproximadamente 1.100 estudiantes, quienes son atendidos por más de un centenar de docentes, la mayoría de los cuales son de larga data. En total, el personal estable –incluyendo funcionarios que ejercen tareas de docencia indirecta y no docentes suma unas 150 personas.
Esa circunstancia incrementa considerablemente el nivel de compromiso con el aprendizaje de los alumnos, más allá de las dificultades originadas en sus complejos contextos sociales de procedencia y la frecuente desvinculación, que es el problema más relevante.
El centro recibe a adolescentes de los barrios Maroñas, Ituzaingó, Marconi, Gruta de Lourdes, Piedras Blancas y Casavalle, entre otros.
Los estudiantes con dificultades de aprendizaje e inserción son atendidos por un equipo multidisciplinario, que está integrado por psicólogos, asistentes sociales y docentes de apoyo.
COMPROMISO DOCENTE
El Director del Liceo Nº 13, Profesor Sergio Trías, reflexionó que se trata de un centro con una población muy numerosa, lo cual demanda aún mayor atención y coordinación entre todos los integrantes de la comunidad.
Al respecto, valoró la encomiable entrega del cuerpo docente, que trabaja con dedicación, atendiendo las demandas emergentes de una población compleja.
En torno a la convivencia, Trías precisó que el centro educativo recibe a adolescentes de varios barrios aledaños de contexto social problemático. Al respecto, recordó que este año se realizaron actividades conjuntas con diez escuelas, lo cual da una idea de la dimensión demográfica, social y cultural de la población.
“Se trata de una población heterogénea, la mayoría procedente de contextos complejos”, reflexionó Trías, quien recordó que –hasta 2012- en el liceo funcionó el Programa Impulso a la Universalización del Ciclo Básico (PIU). Tras el paréntesis de este año, será reimplantado a partir de 2014.
El proyecto, que cuenta con apoyo de UNICEF, apuesta activamente a la continuidad
educativa y la mejora de los aprendizajes, mediante diversas herramientas pedagógicas de acento inclusivo, que incluyen la provisión de alimentación y vestimenta.
Trías manifestó que el mayor problema es la desvinculación, que es consecuencia del origen familiar de los estudiantes. Al respecto, destacó que es frecuente que los adolescentes abandonen sus estudios para ingresar prematuramente al mercado de trabajo, cuidar a sus hermanos o hacerse cargo de las tareas del hogar.
Según el educador, esta situación –que está naturalmente fuera del control y trasciende al esfuerzo de la comunidad educativa- tiene su correlato estadístico en la alta tasa de repetición.
Trías aclaró que, en este caso, pesa en forma determinante la falta de apoyo, acompañamiento y motivación de los referentes adultos de las familias, muchos de los cuales solamente han cursado el ciclo escolar.
No obstante, precisó que este cuadro “no refleja la realidad de los alumnos que sí concurren a estudiar con asiduidad y tienen un importante sentimiento de pertenencia”.
UN CAMBIO RADICAL
Sergio Trías valoró las obras de refacción y acondicionamiento realizadas en el edificio, en el marco del plan “ANEP en Obra”. Al respecto, dijo que los trabajos tuvieron un impacto muy positivo, más allá que se desarrollaron durante el año lectivo.
Trías admitió que el local padecía una importante situación de deterioro, que transformaba a este espacio educativo en un lugar no propicio para trabajar.
El proyecto incluyó el cambio total de aberturas (puertas y ventanas), la renovación a nuevo de la red eléctrica, la reconstrucción de gabinetes higiénicos a nuevo y trabajos de impermeabilización y acondicionamiento general de todos los ambientes.
Empero, la fase más trascendente de las obras fue la reconstrucción total del cielo raso del tercer nivel, donde antes de la intervención arquitectónica eran visibles hasta las vigas.
La última etapa del programa incluye la pintura total del edificio. Al respecto, Trías destacó que los estudiantes han respetado todos los arreglos, lo cual constituye un positivo síntoma y “que los adolescentes sienten cariño por su liceo”.
Al respecto, destacó que este año los adolescentes han demostrado un gran compromiso con el centro, participando activamente en la reparación de bancos y en tareas de jardinería.
Al tiempo de afirmar que las obras significaron “un cambio radical”, Trías precisó que lo que queda por delante es muy desafiante, fundamentalmente en lo que atañe a la vinculación y la relación con las familias, que suele ser compleja.
“El nivel de participación de los adultos es muy bajo. Necesitamos talleres para padres. Es indispensable acercarlos para que ayuden en la educación de sus hijos”, reafirmó.
Sergio Trías culminó expresando que, pese a los problemas, “este año cierra con un balance positivo, ya que terminamos con un liceo casi nuevo que brinda las condiciones adecuadas para poder educar”.
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