El ministro Kreimerman participó del seminario Desafíos actuales de cooperativas y sociedades de fomento rural, en el que seis participantes de los ciclos de trabajo 2012 y 2013 junto al MIEM expusieron sus experiencias. El ministerio apoyó a 60 cooperativas con fondos no reembolsables y asistencia técnica en estos dos años.
El ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, participó este miércoles del seminario Desafíos actuales de cooperativas y sociedades de fomento rural, en el que cooperativas participantes de los ciclos de trabajo 2012 y 2013 junto a esta secretaría de Estado expusieron sus experiencias a la luz de tres ejes temáticos: buena gestión de los recursos como base del éxito; importancia de la diversificación de la oferta para acceder a nuevos mercados; y alianzas estratégicas (intercooperativas o con empresas no cooperativas).
El encuentro, desarrollado en el salón de actos del Edificio Ancap, cerró el programa de Apoyo a Cooperativistas 2012-2013. Expusieron la Cooperativa 31 de Enero, Cooperativa Caluva, Unidad Cooperativa Lavadero, Cooperativa Apícola Villa Rosario, Cooperativa Caminos y Sociedad de Fomento Rural La Casilla.
Más economía solidaria
En la apertura del seminario, el ministro sugirió a los cooperativistas “aprender de los mejores métodos capitalistas para aplicarlos a la economía solidaria”. Después de recorrer la historia del modelo de producción global basado en las cadenas productivas, desde la década de 1980, afirmó que la economía depende también de las decisiones políticas y añadió que, para que el país crezca con justicia social, deben crearse capacidades propias para ocupar un mejor lugar en esas cadenas.
Agregó que la respuesta no está solo en las inversiones y en las ventajas propias (materias primas y capital humano), sino en contar con “políticas muy activas” de apoyo a los productores y cooperativas, y abocadas a la distribución de la riqueza. De otro modo –aseveró- los años de crecimiento de un país desembocan solo en una mayor desigualdad.
En el caso de Uruguay, se están desarrollando políticas de apoyo a la producción, el desarrollo y la ciencia y la tecnología, detalló el jerarca. Particularmente, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) ha incrementado cinco veces sus aportes, que incluyen contrapartidas. En dos años se ha apoyado a 60 cooperativas, recordó el jerarca en declaraciones a la prensa.
Kreimerman agregó durante el seminario que las cooperativas también integran cadenas, aun de menor tamaño, por lo que necesitan conformar alianzas estratégicas para avanzar a largo plazo. A su vez, enfatizó que Uruguay debe insertarse en la economía mundial no solo a través de las empresas exportadores, sino también con sus “capacidades y habilidades”, y apostando a la economía solidaria.
Por ello –finalizó- se requiere fortalecer el sistema de economía social y solidaria para transitar la única posibilidad de crecimiento con justicia social.
Trabajo colectivo
Cada año, el MIEM realiza convocatorias para que empresas de gestión colectiva (cooperativas de producción, cooperativas agrarias con actividad agroindustrial, nuevas cooperativas y sociedades de fomento rural) presenten proyectos de inversión que esta cartera financia con fondos no reembolsables. Estos se adjudican con base en una evaluación realizada por un tribunal. Posteriormente, se inicia una etapa de seguimiento.
Para mejorar la ejecución de los proyectos, la Unidad Económica de Ejecución de Políticas (UEEP) del MIEM ejecutó en 2012 una experiencia piloto que incluyó una muestra de cooperativas con diversas dificultades que participaron en dos instancias de intercambio orientadas por miembros de la UEEP. En estas instancias, se mostró a las cooperativas participantes herramientas para la mejora de puntos críticos de su gestión.
Más adelante, se realizó un monitoreo de los avances alcanzados en la gestión de las cooperativas a partir de la incorporación de estas herramientas. En 2013, dados los buenos resultados de la experiencia, se repitió el ciclo.
Algunas de las dificultades detectadas en los trabajos de seguimiento de la UEEP son: debilidades en el proceso de planificación operativa, ausencia de planificación estratégica, desigualdad de compromiso y participación entre los miembros de la cooperativa, problemas en la comunicación interna o externa, limitación para acceder a mercados y diseñar nuevas propuestas comerciales, formación limitada para la formulación y ejecución de proyectos.