“El que debe y paga, no debe nada”, es el título de la columna que en esta oportunidad nos comparte el dirigente juvenil Rodrigo Camejo (Espacio 40).
Esta frase tan popular como antigua, me he cansado de escuchársela a muchos deudores a la hora de ponerse al día con el adeudo. Esta misma la recordé rápidamente al enterarme que la Intendencia Departamental de Montevideo tan desfinanciada como agonizante creó un nuevo plan de financiación, el segundo en lo que va del periodo de la Intendente Prof. Ana Olivera, buscando de esta manera acercar a los deudores capitalinos a hacia el «cuco gigante» que resulta la Intendencia de Montevideo.
Existe un principio económico tan básico como domestico, que es fácilmente aplicable a lo que está pasando en Montevideo. La Intendencia recauda casi dos millones de dólares al día, seiscientos millones de dólares al año, pero ocurre que los gastos superan al ingreso y es por esto que decimos que hoy esta desfinanciada y en números rojos.
Esto es muestra clara de la mala administración de los Recursos que existen, ya sean económicos o materiales, es por ello que se necesita modificar los cuadros de ejecución de la misma. Necesitamos poner gente idónea en el tema, profesionales, hombres y mujeres con cabeza amplia y capacidad para la buena gestión.
Una intendencia en serio, debe tener un buen “premio”, bonificaciones, para los buenos pagadores, como también debe tener un servicio adecuado al precio al cual lo cobra. Esto es parte de una gestión transparente.
La administración capitalina necesita un lavado de cara profundo, para ir hacia una gestión moderna, que lo vea al contribuyente como un vecino y no como alguien que constantemente tapa los errores y desidia de la Comuna.
Que esta financiación no sea con el fin de juntar rápidamente dinero, para lavarle superficialmente la cara a Montevideo con un fin netamente electoral pensando en los comicios del 2015.
Rodrigo Camejo.
Espacio 40.
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