Los alumnos de la División Ballet de la Escuela Nacional de Danza son los protagonistas de la muestra que la fotógrafa Carolina Poggi inauguró el viernes 30 de agosto a las 19:30 horas en el espacio de la Fotogalería del Teatro Solís.
Los grand battement, grand jeté, pirouettes, tour en l’air, sissonne, pas de bourrée, battement tendú, fondú, así como los allegros, valses y grandes saltos de varones y chicas que se forman para ser bailarines profesionales podrán ser vistos con acceso gratuito a partir de hoy y hasta el 20 de agosto.
Carolina Poggi, quien se ha venido dedicado desde hace tiempo a la fotografía de ballet, puso su lente en cada instante del arte de la danza en una muestra fotográfica excepcional por su originalidad y aporte a la cultura.
El sacrificado trabajo diario durante muchas horas, la disciplina, y el producto, se reflejan en las clases y finalmente el ensayo para la Muestra Académica de 2011, tema de la muestra.
La exposición de la fotógrafa Poggi se logra tras un convocatoria para muestras fotográficas referidas a las artes escénicas, seleccionadas anualmente a través de una convocatoria abierta para autores/as uruguayos/as y/o extranjeros/as residentes en América Latina. la oportunidad de disfrutar de la fotografía y la danza en un espacio como la Fotogalería, espacio que gestionan de manera conjunta el Teatro Solís y el Centro de Fotografía del a Intendencia de Montevideo
Inauguración: viernes 30 de agosto, 19:30hs. Hasta el 20 de noviembre.
Entrada libre.
Escuelas de Formación Artística del Sodre
La muestra
Dos artes, bellas, que logran -como dos aves cantando al unísono- una perfecta armonía. Una invitación a disfrutar de la conjunción de dos formas de comunicarse: la danza y la fotografía. Captar ese momento único, fugaz, tan efímero, y dejarlo plasmado para siempre. Cientos de poses, saltos, ejercicios que ocurrieron durante el año 2011 en la División Ballet de la Escuela Nacional de Danza (END), tanto en las clases como en la puesta en escena, son reflejados en el ensayo y evidencian que estos jóvenes a punto de egresar dieron su máximo potencial. La pasión, el esfuerzo y el compañerismo son factores que se encuentran a lo largo de la serie, valores que la autora se propuso captar. También el enorme trabajo de la END, sus docentes, su entonces director, Alejandro Godoy, y Olga Bérgolo, quienes gratamente le abrieron las puertas a la fotógrafa y avalaron la muestra, con la certeza de que su trabajo sería tan fiel a la realidad como fuera posible. Asimismo, captó la labor del pianista Adrián Braida, quien además de musicalizar las clases, brindó su música para ambientar la exposición. La corporalidad, los gestos y las miradas de los bailarines, estudiadas a través del objetivo de una cámara: en resumen, una expresión dentro de otra.
Vanina Di Blasi
Reseña de Carolina Poggi
Nació en Montevideo en 1970. Después de años de ver cine de autor en Cinemateca Uruguaya y haber desarrollado el gusto por la imagen y la narración, en 1997 comenzó los cursos de la Escuela de Cine del Uruguay, donde comprendió la necesidad de profundizar en fotografía. Así en 1999 conoció a Carlos Amerigo, director de la Escuela Activa de Fotografía Nueva Dimensión, con quien aprende una nueva forma de expresión artística que es el ensayo fotográfico y se interesa en la posibilidad de intervenir desde la toma de la fotografía hasta la impresión de la misma. Así, Poggi dedicó ocho años en su laboratorio particular para blanco y negro, desarrollando diferentes ensayos sobre distintas temáticas, como arquitectura, naturaleza, rodajes, movilizaciones sociales, entre otras, que se han convertido en exposiciones -tanto individuales como colectivas- en Uruguay y en el exterior. Como todo fotógrafo de nuestro tiempo, ha tenido que vivir el cambio de la fotografía analógica a la digital, etapa que acompañó con nuevos estudios, pero siempre eligiendo el ensayo como modo de expresión.
Sobre la muestra, Vanina Di Blasi ha dicho que se trata de dos artes, bellas, que logran -como dos aves cantando al unísono- una perfecta armonía. La pasión, el esfuerzo y el compañerismo son factores que se encuentran a lo largo de la serie, valores que la autora se propuso captar. También el enorme trabajo de la END, sus docentes, su entonces director, Alejandro Godoy, y Olga Bérgolo, quienes gratamente le abrieron las puertas a la fotógrafa y avalaron la muestra, con la certeza de que su trabajo sería tan fiel a la realidad como fuera posible. Asimismo, captó la labor del pianista Adrián Braida, quien además de musicalizar las clases, brindó su música para ambientar la exposición. La corporalidad, los gestos y las miradas de los bailarines, estudiadas a través del objetivo de una cámara: en resumen, una expresión dentro de otra.
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