El Foro de Desarrollo Regional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones para la Región de las Américas se desarrolló este lunes 19 de agosto con la presencia del ministro Kreimerman, la presidenta de Antel y autoridades de la UIT. Kreimerman destacó la importancia de este encuentro en un mundo en que la inclusión social y las telecomunicaciones están estrechamente relacionadas.
El ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, participó este lunes de la apertura del Foro de Desarrollo Regional de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para la Región de las Américas (RDF-AMS), que se desarrolló en Montevideo. La presidenta de Antel, Carolina Cosse, presidió el encuentro, al que también asistió el director del Bureau de Desarrollo de Telecomunicaciones de la UIT, Brahima Sanou.
La finalidad del RDF-AMS es servir de plataforma para debates abiertos, cooperación y alianzas entre legisladores de las telecomunicaciones y TIC, reguladores, industria, instituciones académicas, organismos de desarrollo regionales e internacionales y organizaciones que se ocupan de aspectos de este sector específicos de la región. Delegados de todos los países de las Américas asisten a la reunión.
En su discurso de bienvenida, Kreimerman dijo que las iniciativas que se abordarán en este encuentro incluyen una fuerte correlación entre las políticas económicas, sociales y productivas. “El desarrollo económico y social solo es posible con coordinación, integración y coordinación entre nuestras regiones, así como también tenemos el interés de integrar a nuestra sociedad y conectar a nuestra gente en ella”, dijo el ministro.
Kreimerman remarcó las potencialidades de las telecomunicaciones, máxime teniendo en cuenta la interrelación que existe entre crecimiento económico, penetración de Internet e inclusión, un aspecto que –recordó- Uruguay ha venido trabajando en los últimos años.
El país ha desarrollado fuertemente las tecnologías, de la mano de un crecimiento económico continuado durante 10 años. Sin embargo, el jerarca expresó que este no es el único aspecto relevante, si bien permite el desarrollo de las sociedades. Lo es también “el desarrollo de una sociedad inclusiva, que no tenga dos velocidades, una de la alta tecnología y una de la pobreza, sino un alto grado de justicia social”.
El ministro dijo que en el mundo actual las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), junto con las nuevas energías y la biotecnología, tienen un rol determinante. Existe “una marcha que no es inevitable”, ya que las leyes de la economía “pueden llevar a sociedades más justas o más injustas; a estructuras productivas más diversificadas o más especializadas en pocos productos […]; que crezcan continuamente o que tengan, también continuamente, ciclos de alzas y bajas”. “A esto lo define tanto la economía como las políticas […], fundamentalmente las que se tomen a nivel de la región”, sostuvo el jerarca, remarcando así la importancia del foro RDF-AMS desarrollado en nuestro país.
“La discusión de cómo los países van a enfrentar las tecnologías de la información, Internet, la inclusión social […] depende de la economía, la tecnología y de las decisiones políticas. Es ahí donde esperamos y agradecemos insumos”, cerró el ministro Kreimerman, en referencia a las definiciones que se obtengan de este foro.
Por su parte, la presidenta de Antel dijo que para Uruguay es “más que oportuno discutir sobre los aspectos del desarrollo en torno a la industria de las telecomunicaciones”. Destacó las inversiones que la empresa pública ha realizado en infraestructura, particularmente en lo que refiere a la extensión de la fibra óptica al hogar, lo que ha posicionado al país en los primeros lugares de América Latina en esta materia.
Informó que el 55% de los hogares uruguayos tienen acceso a Internet, el 43% están conectados a la fibra óptica y el 25% de las conexiones de banda ancha son a través de fibra óptica. Por eso, la velocidad de bajada promedio de Uruguay es de 16,95 megabytes por segundo, mientras que la de subida se ubica en 4,95 megabytes por segundo.
“Esto se ha hecho al amparo de una política nacional industrial que hace hincapié en una gran inversión pública”, dijo Cosse. Como ejemplo, el proyecto de fibra óptica ha pasado de 10 millones de dólares en su comienzo, en 2011, hasta 140 millones en 2012. La inversión pública en telecomunicaciones, en tanto, pasó de 100 a 210 millones de dólares entre 2010y 2012. Esto incluye el desarrollo de las tecnologías de telefonía 3G y 4G.
El reto es aprovechar esta infraestructura para un mayor desarrollo de la industria y la equidad, dijo la presidenta de Antel.
En tanto, Brahima Sanou destacó que el foro sería una oportunidad para contar con los aportes de todos los países de la región, intercambiar experiencias y construir conocimiento para el desarrollo. De este modo, se pueden generar sociedades más inclusivas y establecer redes hacia la sociedad del conocimiento, afirmó.
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