La columna del Presidente del SMU.

Estimados colegas,

En los últimos años el SMU ha trabajado en lo que hemos denominado la reforma del mercado de trabajo médico y en ese contexto se han logrado avances y compromisos importantes tanto en el sector público como privado.

Sin embargo, los tiempos de ejecución suelen ser mucho más lentos de lo deseable y los riesgos de incumplimiento son demasiado grandes. Esto demanda una atención permanente de parte del SMU, no solo para avanzar en esa reforma, sino que para velar por el cumplimiento de cada conquista.

En ese proceso estamos desde hace meses, trabajando en la creación de cargos de alta dedicación en todo el Sistema y, en el ámbito público, presionando a ASSE para que ejecute los recursos destinados al pago de los variables en el Primer y Segundo Nivel de atención, ya que no pagarlos por sus problemas internos no es admisible. Así lo hemos reivindicado en forma privada y pública. Para mejorar las condiciones de trabajo de los médicos, hay que hacer lo que hay que hacer, moleste a quien moleste.

Ese “hacer lo que hay que hacer” por parte del Sindicato Médico quiere decir jugar fuerte y movilizarse, pero en este siglo XXI, en plena era del conocimiento y las nuevas tecnologías, y como organización de profesionales que somos, la movilización más eficaz y eficiente es la movilización intelectual. Es el trabajo coordinado, la participación de las Sociedades Científicas y los Núcleos de Base, la fundamentación técnica, el manejo comunicacional adecuado, en los momentos justos, con los mensajes adecuados y por los medios más efectivos. Hoy puede ser mucho más eficaz un titular en un diario, una intervención en Twitter, o un espectáculo coordinado con los usuarios, que otro tipo de medidas.

Así lo hicimos y, tras duras negociaciones a todo nivel, logramos que los recursos que no aparecían por ningún lado se asignen al fin comprometido y lo firmado se cumplirá. Los médicos cobrarán lo que les corresponde y negociamos también la instalación de un mecanismo de auditoría que controle el cumplimiento de lo acordado.

Alcanzamos también una mejora significativa para los pediatras de puerta del Pereira Rossell y la creación de un mínimo de 30 nuevos cargos de alta dedicación en el Primer Nivel de asistencia, una herramienta importante que hemos promovido para combatir el multiempleo y para mejorar las condiciones de atención, en beneficio del médico y de los pacientes.

Pero no nos conforma ganar un conflicto. Menos aún cuando ese conflicto se generó porque no se cumplía con un acuerdo. Como organización de profesionales médicos vamos por más y el foco pasa por trascender las situaciones específicas y aportar en las soluciones y mejoras de fondo, con una visión de largo plazo. Por eso plantearemos en el Comité Ejecutivo la realización de una Convención Médica Nacional para el 2014. Porque nos proponemos liderar una vez más el debate público sobre los nuevos desafíos en materia de salud y de nuestro rol en los cambios ineludibles.

Este aporte del SMU se fortalece con el aporte de todos sus socios, y para que ese debate sea productivo, estamos también transformando al Sindicato en una organización de profesionales acorde a la realidad del siglo XXI, racionalizando sus servicios y beneficios, con aportes técnicos multidisciplinarios, con las nuevas tecnologías al servicio de potenciar una participación amplia, y construyendo unidad desde la riqueza que nos da la diversidad.

Quien confunde una victoria con el éxito es un necio o un suicida (y quien confunde una derrota con el fracaso también, sean propias o ajenas). Más allá de estas victorias sabemos y asumimos que nos resta mucho por hacer para lograr el éxito en la razón de ser de nuestra institución y cada uno de nosotros desde su lugar tiene mucho para aportar en ese camino. Sigamos caminando juntos.

Un abrazo,

Julio Trostchansky

24 de julio de 2013.

Fuente SMU. www.smu.org.uy