Compartimos la palabra del diputado Washington Abdala en referencia a los polémicos dichos del Presidente José Mujica sobre la Presidenta Cristina Kirchner y su fallecido esposo.
“Estaba clavado que a Mujica la iba a pasar algo así. Un bocón siempre corre riesgos de irse por el caño. Más aún un bocón que cree que se las sabe todas y que tiene autoridad. Aún más un bocón con mil años, con poder y en el tramo final de su existencia que, en general, ambienta a decir lo que se le da la gana con obscenidad brutal, con expresiones groseras y lindando con lo procaz.
La verdad, tener que estar de rehén de Cristina es algo terrible, pero ahora todos estamos enganchados. ¨Ella¨ nos va a correr con el poncho por toda la cancha a los uruguayitos.
Los imbéciles y los serviles ayer ya justificaban el exabrupto Mujiquesco: que no la mencionó, que él es así, que es un ¨crá¨, mil estupideces fruto delservilismo. Claro, en Argentina el tema dividió las aguas y la oposición hacía caldo de cultivo con el asunto. Eso demuestra lo innecesario de la burrada. Nada para ganar en un sistema político donde lo democrático no es referencia en serio casi nunca. A la Argentina me refiero.
No me olvido más cuando Batlle se mandó la macana como todos sabíamos que aquello era horrible y que tenía que hacer lo imposible por enmendar la burrada. Lo hizo, no tenía opción.Veremos hasta donde le da el cogote a Mujica que se la cree demasiado en su rol de interprete terraja de la barra brava.
Hoy la cosa está complicadísima con la Argentina. Se vivirán días feos. Todo será al estilo mafioso, por debajo de la mesa, vendrán las respuestas en lo fáctico, en maldades de todo tipo que nos hará la ¨vieja¨ y que no tendremos respuesta alguna a producir por la idiotez Mujiquesca que le otorga legitimidad a las acciones que se tomarán con nosotros. Un presidente puede decir las idioteces que quiera siempre que no comprometa a su pueblo, cuando hace eso se pasa e ingresa en la zona roja donde el nivel de puteada puede ser incomensurable. Mujica se las compró todas. Será todo lo macho que quiera, habrá sufrido de todo, será bicho, pero no tiene derecho a meter a todo un pueblo en una tensión con otro país al ser conducido por un gobierno dogmático y autoritario-populista como el de Cristina. No estamos jugando con gente normal. Son fachos peronistas con tenue aroma progre y con un grado de corrupción gigante. A esos nenes Mujica les tocó el culo con una irresponsabilidad demente.
Pido que recuerden el momento en que se produce este episodio porque marca el fin del poder de Mujica en el Uruguay. Hay un antes y un después de este asunto. Mujica tenía hasta octubre para rematar su período, allí los que quieren hacer política se ponen el calzado y empiezan a calentar motores. Hoy, ese período se acortó por esta imbecilidad. Mujica perdió autoridad con este episodio. Le quedaba poca, pero la perdió toda. Vazquez debe estar entre caliente y muerto de risa afirmando que él sabía que este presidente dice estupideces de vez en cuando. (Ya lo dijo una vez clarito, clarito).
Mujica ya es un viejo al santo pedo (en sus códigos digamos, no se puede ofender supongo dado que él habla así) que transita por la casa de gobierno mirando por la ventana como la lluvia de invierno moja los vidrios y asusta a los pajaritos. Tendrá que comer galletitas María y beber té con leche. Eso lo hacen bien los abuelitos y no se corre demasiados riesgos con esa actividad. El país se lo agradecerá enormemente”.
Fuente Imagen: articulo.mercadolibre.com.uy