Sociedad Uruguaya

Docentes y técnicos reflexionarán sobre incidencia educativa y social del autismo

Especialistas y docentes reflexionarán en torno a la incidencia educativa, social y sanitaria del autismo, durante un encuentro que se cumplirá el jueves 25 de abril, a las 10:30 horas, en el salón de actos del Instituto “Alfredo Vázquez Acevedo” (Eduardo Acevedo 1419).

En la oportunidad, se instalará una mesa redonda, integrada por el Director de la Dirección de Derechos Humanos del CODICEN, Dr. Martín Prats, la Dra. Gabriela Garrido, la Maestra Virginia de Tomás, el Profesor Andrés Rodríguez y Verónica Silva Banega.

La actividad, que es abierta a los estudiantes y docentes de Educación Media, apunta a sensibilizar a la población adolescente sobre esta patología y a analizar diversas propuestas para su abordaje.

Cabe destacar que todos los participantes son miembros del grupo de trabajo creado el año pasado, cuyo cometido es analizar las diversas connotaciones de tan severa enfermedad.

La Administración Nacional de Educación Pública está encarando diversas acciones institucionales para el abordaje del autismo en los niños y los adolescentes, con un criterio que combinará herramientas pedagógicas e inclusivas. En ese marco, el sistema educativo ha venido profundizando su trabajo y compromiso con la asistencia a quienes padecen esta enfermedad.

Al respecto, el Director de la Dirección de Derechos Humanos del CODICEN, Doctor Martín Prats, recordó que, desde el año pasado, está funcionando una comisión integrada por representantes del Consejo Directivo Central, de los Consejos de Educación, de los sindicatos de la enseñanza, del Ministerio de Salud Publica y de una organización no gubernamental que trabaja en el tema.

Prats precisó que la Dirección de Derechos Humanos, conjuntamente con la Dirección Sectorial de Planificación Educativa, hay venido impulsando y proyectado diversas actividades relacionadas con esta patología, que deviene en serios problemas de aprendizaje de quienes la padecen.

El jerarca puntualizó que, desde las primeras reuniones de trabajo, se han comenzado a analizar propuestas, con un horizonte claramente inclusivo.

Martín Prats señaló que la idea es articular mecanismos de detección precoz de la enfermedad, a los efectos de construir estrategias que permiten un adecuado abordaje.

Otro aspecto que se contemplará particularmente es el que tiene relación con la sensibilización y la concientización, con el propósito de lograr que el colectivo social se comprometa e involucre en el tema.

Si bien se trata de una afección que suele detectarse en la infancia durante el trayecto escolar, también se manifiesta en los alumnos que están cursando la Educación Media.

“La idea es que esos niños y adolescentes puedan ser incluidos y gozar plenamente de sus derechos”, afirmó enfáticamente el Director de Derechos Humanos del CODICEN.

El jerarca reiteró que el autismo, más allá del eventual grado de afectación, puede incidir en los aprendizajes y también en el relacionamiento social. En función de estas circunstancias, el sistema educativo estimó pertinente asumir un protagonismo particular en su abordaje.

Finalmente, Martín Prats puntualizó que este problema requiere una mirada multidisciplinaria e interinstitucional que otorgue participación a los propios actores sociales, lo cual permitirá cumplir cabalmente con el mandato de la Organización de las Naciones Unidas, la legislación uruguaya en materia de discapacidades (Ley 18.418) y la propia Ley General de Educación.

El autismo es una patología caracterizada por graves trastornos del desarrollo, que tienen un carácter permanente. La enfermedad afecta particularmente la socialización, la comunicación, la imaginación, la planificación y la reciprocidad emocional, evidenciando conductas repetitivas o inusuales.

Los síntomas más frecuentes son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las estereotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos). Con el tiempo, la frecuencia de estos trastornos aumenta.

A nivel mundial, las actuales tasas de incidencia son de alrededor 60 casos por cada 10.000 niños, lo que ha puesto en alerta a los sistemas sanitarios y a los diversos dispositivos de vigilancia y detección temprana.

 

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