Negándose a negociar con los representantes de los trabajadores, la dirección de Electrolux en Tailandia mantuvo encerrados a más de 100 trabajadores durante 8 horas, incluida una mujer embarazada, y luego despidió a 127 trabajadores, entre ellos el presidente del sindicato local de la planta de Rayong.
En una carta dirigida a la dirección de la compañía en Suecia, que tiene firmado un Acuerdo Marco Internacional sobre los derechos de los trabajadores, la IndustriALL Global Union se unió al sindicato sueco IF Metall para expresar la indignación por las injustas y antisindicales acciones de Electrolux Tailandia.
El 11 de enero de 2013, la dirección de Electrolux Tailandia convocó una reunión de todos los trabajadores a las 8 de la mañana y anunció una prima de dos meses, pero luego se negó a discutir las demandas de los trabajadores de aumentos salariales justos y empleo permanente para los trabajadores por agencia después de 6 meses de servicio.
En lugar de eso, los directores expulsaron de la reunión por la fuerza al presidente del sindicato, Phaiwan Metha, le pusieron en la calle y le despidieron. Al tener los trabajadores reunidos conocimiento del despido continuaron sentados en la sala y pidieron que se le readmitiera y regresara.
La dirección llamó entonces a agentes de seguridad y de la policía, que rodearon a los trabajadores, impidiéndoles marcharse durante 8 horas, incluida una mujer embarazada de seis meses que trataba de irse. A las 5 de la tarde, los guardas de seguridad empezaron a liberar a los trabajadores, uno por uno. Los trabajadores volvieron al trabajo el 14 de enero, pero se encontraron con notificaciones de despido de 127.
Los despidos se produjeron más de un mes después de esfuerzos del sindicato para negociar el nuevo salario mínimo y ajustes salariales anuales, que debían aplicarse el 25 de enero de 2013. La dirección se ha negado a aceptar las propuestas del sindicato y ha tratado en cambio de imponer ajustes salariales que no se habían convenido.
En una carta a Electrolux, el secretario general de la IndustriALL, Jyrki Raina, dice que las acciones de la compañía “constituyen una clarísima tentativa antisindical de imponer a los trabajadores un proceso de negociación colectiva injusto”.
“Les insto a hacer urgentemente uso de su influencia para que se readmita inmediatamente a los trabajadores y miembros sindicales despedidos y se vuelva a la mesa de negociación para lograr un resolución equitativa y justa de este conflicto, así como a crear unas relaciones constructivas entre los trabajadores y la dirección”, escribe Raina.
El sindicato en la planta de Tailandia se formó en 2010, y entonces logró negociar un convenio colectivo que debe renovarse este año. Los productos de la planta de Electrolux incluyen lavadoras, refrigeradores y otros aparatos eléctricos para mercados europeos y asiáticos.
Los trabajadores despedidos luchan ahora contra las injustas tácticas antisindicales de la dirección y han presentado sus quejas a la Comisión de Trabajo del Parlamento.
Fuente: www.industriall-union.org