Compartimos la columna sobre medio ambiente de Norberto Ovando en este caso referente a la prórroga de Kyoto.
Tras una serie de negociaciones, se llegó a un acuerdo al término de la conferencia de la ONU sobre cambio climático
Por Prof. Norberto Ovando*
El acuerdo, conocido como Puerta Climática de Doha, logro la extensión del Protocolo de Kioto, lo mantiene como el único plan jurídicamente vinculante para combatir el calentamiento global.
Prorroga
El Protocolo de Kioto logró prorrogarse hasta el año 2020, y obliga a 35 países desarrollados a reducir las emisiones en un 5,2% respecto a 1990.
El delegado ruso, Oleg Shamanov, sin embargo, ha manifestado la negativa de su país, que, como Bielorrusia y Ucrania, rechazan prorrogar el Protocolo de Kioto más allá de 2012.
Este segundo periodo de “Kioto II” solo cubre un 15% de las emisiones globales ya que se retiraron Canadá, Japón, Nueva Zelanda y Rusia. Quedan con obligaciones solamente Australia, Croacia la Unión Europea -UE-, Islandia, Kazajstán, Liechtenstein, Mónaco y Noruega.
La UE que actualmente emite un 18,5% se compromete a reducir en 2020 un 20% sus emisiones respecto a 1990.
La prórroga permite mantener los mercados de carbono, como el mecanismo de desarrollo limpio. Aunque formalmente no se cancela el llamado “aire caliente”, el exceso de emisiones que los países del Este de Europa lograron por el hundimiento de la industria soviética, en la práctica se reduce drásticamente su uso con un procedimiento gradual de cancelación.
Acuerdo en Doha
El texto señala que todos los países buscarán tener en mayo de 2015 un borrador de un nuevo acuerdo climático que en 2020 sustituya a Kioto. Ese pacto debe ser aprobado en diciembre de 2015 en París, pero aún no está claro si será “un protocolo, otro instrumento legal o un acuerdo con fuerza legal dentro de la Convención” de Naciones Unidas de Cambio Climático.
El texto señala que debe ser “aplicable a todos los miembros”, lo que incluye a EE UU, China, India…, que hasta ahora están exentos de obligaciones internacionales por distintos motivos. No incluye ni un objetivo global de reducción de emisiones en 2050 ni el año en el que las emisiones globales deben tocar techo, aunque sí señala el objetivo de limitar el calentamiento a dos grados.
Financiación
Debido a la difícil situación económica en EE UU y Europa, el acuerdo queda casi vacío de contenido en la financiación de los países ricos entre 2013 y 2015, periodo para el que los países en desarrollo pedían 60.000 millones de euros, el doble de lo del periodo anterior. El acuerdo extiende los trabajos un año más.
Daños y pérdidas
Los países más vulnerables al cambio climático, especialmente los pequeños Estados insulares, han insistido en crear un mecanismo al que acudir en caso de eventos extremos relacionados con el cambio climático. Hasta ahora se buscaba fondos para prepararse a los cambios del calentamiento (adaptación) pero esto es un cambio. Argumentan que EE UU ha destinado 60.000 millones de dólares (46.000 millones) a paliar los daños del huracán Sandy y que ellos no pueden hacerlo.
El texto reconoce que “hay que reforzar la cooperación internacional” y crea un programa de trabajo para tener el año que viene acuerdos institucionales en la materia. Los países industrializados, especialmente EE UU, se niegan a crear un nuevo organismo en la ONU, entre otras cosas porque ya hay un Fondo Verde del Clima sin dinero pero con oficina y argumentan que hay instrumentos de sobra para mover ayuda internacional en caso de catástrofe. El acuerdo lo deja todo abierto para el año que viene pero pone el tema sobre la mesa.
Conclusión
La gran mayoría de las delegaciones presentes en Doha reconocieron que el acuerdo final no satisface las recomendaciones de los científicos, que pedían medidas drásticas para evitar un calentamiento que provoca olas de calor, tormentas de arena, inundaciones, sequías o la subida de los niveles del mar.
* Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la UICN-
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP –