por X. Bertin y G. Sandoval.
Que hacia el fin de la década la población fumadora de Chile, que hoy alcanza un 40,6% según la última encuesta del Minsal, disminuya a 35,6%. Ese es uno de las principales objetivos sanitarios para el año 2020, apoyado en la aprobación de la normativa antitabaco que está en último trámite en la Cámara de Diputados.
El proyecto de ley local emula las experiencias de Uruguay y Argentina, países que cuentan con ambientes libres de humo de tabaco desde 2008 y 2011, respectivamente. Ambas naciones ya reportan reducción del consumo de tabaco y mejoras en la calidad de vida de las personas.
En el caso de Uruguay, que cumplirá en marzo cinco años desde la implementación de la norma, reporta como uno de los cambios más radicales la frecuencia del consumo de cigarrillos. Según una encuesta de consumo realizada por el Ministerio de Salud local, las cifras arrojan avances. “Bajó el número de consumidores. Comparamos una encuesta de 2006 con una de 2009 y mostramos que pasamos de un 32% al 25% en la población general”, explica el doctor Winston Abascal, director del Programa Nacional de Control de Tabaco de Uruguay.
Abascal aclara que esto es más visible en los adolescentes, a raíz del impacto del aumento de impuestos y el obstáculo que esto implica para el consumo. “En el año 2007, el 32% de los menores de 17 años en el país fumaba. En la actualidad solamente lo hace el 13%, debido a las políticas que ha habido”, aclara.
El profesional uruguayo indica que los logros se deben a una implementación global de medidas para la cesación del tabaco. “Había normas previas aisladas, que luego se consolidaron en una única ley, que incluye los ambientes 100% libres de humo de tabaco. En Uruguay, todos los espacios cerrados de uso público o privado que sean áreas laborales o de esparcimiento deberán estar libres de humo de tabaco”, añade.
Otra reducción importante en este país fueron las enfermedades asociadas al tabaquismo: en Uruguay disminuyeron en un 22% los ingresos a hospitales por infarto agudo al miocardio.
En Argentina la ley antitabaco rige desde el año pasado y, pese a ello, han notado cambios conductuales, por ejemplo, en la intención de las personas por dejar de fumar. “El incremento, que se multiplicó por 30 veces, fue el servicio telefónico para dejar de fumar a partir de las advertencias sanitarias. Estamos ahora en 30 mil llamadas al mes, antes estábamos en menos de mil. Eso sí fue un impacto enorme de las advertencias sanitarias en los paquetes de cigarrillos”, explicó Mario Virgolini, director del programa nacional de control de tabaco de Argentina, país que muestra una tendencia decreciente en consumo. “Estábamos en casi 30% de fumadores en 2005, y en la última encuesta de 2012 llegamos al 22%”, señala.
En el país, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, dice que la idea es obtener logros parecidos. “Nos pusimos una meta ambiciosa, pero vemos que otras naciones han sido capaces”, indicó.
Fuente: Diario La Tercera. www.latercera.com
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