Compartimos la denuncia del doctor Fernando Lúquez.
“Hace un mes que corre, como en el cauce de un río, el agua potable que pierde OSE en Juanicó en las calles del poblado. Los vecinos linderos al predio donde se verificó la rotura y su consecuente pérdida del líquido vital, han denunciado la situación en reiteradas oportunidades, pero las autoridades no han encargado las obras necesarias para reparar la rotura y frenar el innecesario drenaje.
¿Qué pasa con OSE? Nada, porque ha abandonado a Juanicó desde hace meses; es que, la oficina y servicio del organismo radicado en nuestro pueblo cerró. De los tres funcionarios que tuvo Juanicó en los últimos años, ya no están más. Juanicó ¿sigue retrocediendo en servicios públicos? Si. Realmente es así.
¿Por qué OSE omite realizar las tareas de reparación de la rotura? ¿No mide los riesgos sanitarios de este daño? Realmente, no.
Es que, mosquitos y larvas hacen de las suyas en ese “ecosistema” formado por negligencia de OSE, mientras se acercan días de calor, los juanicoenses podrían ver cercenado o limitado el acceso al agua potable.
La cosa es que, mientras en Haití o en Mozambique, el agua es oro incoloro para millones de personas; en una pequeña localidad de Uruguay, de tan sólo 1400 habitantes, se derrocha miles de litros al día. Menos mal, que se reformó la Constitución de la República, para asegurar una mejor administración del agua potable”.