Compartimos la columna de opinión de Washington “Turko” Abdala en referencia a tres figuras uruguayas qué, exitosas, hoy pasan por la prueba de duras críticas por aspectos de su vida personal.
“Tres personajes de la cultura popular. Aproximados a la gloria pero en el barrio relajados por todos. A veces con razón, a veces sin ella.
Lo del maestro es la prueba del nueve de la soberbia. Postura altiva, siempre de mal talante y dando lecciones de todo. Hasta en la propaganda de la Afap causa gracia verlo. Y la vida real nos lo muestra por los juzgados aclarando su vida privada, con situaciones que, bueh, conocemos todos. El mismo las relató. Una pena que este país crea que puede ser un referente. Yo no lo creo. Mucho más era un padre Cacho y ya casi nadie se acuerda de él (y yo no creo en ninguna religión, creo en el hombre). Asi somos los uruguayos, si nos dan alguna alegría nos bancamos lo que sea, y nos callamos la boca porque es mejor así. Cínicos nosotros.
Víctor Hugo un falso, un oportunista y un vivo. Posó toda la vida de avanzado, de visiones humanistas pero venimos a descubrir en la edad de sus problemas de próstata que estaba metido en los cuarteles. Pruebas, grabaciones, milicos que lo mandan al frente. Pero ¨dale con Pernía¨. No se lo quiere ver. A mi me bastó el libro de Haberkorn y Alvarez junto al malambo que le bailó Lanata. En el cuartel donde se torturaba Victor Hugo jugaba al fóbal con los muchachos. Y acá lo siguen idolatrando. Horrible. Hace unos meses oí una entrevista que les hacían a ambos en tiempo real y se tiraban flores como si fueran galanes italianos del 70. Patéticos.
Cris Namús. Es algo distinto. Me dió pena al final todo. Pero claro, otro referente inventado de lo que no es. La han surtido de maneras infámes. Resultados de peleas incomprensibles. No se, el mundo del box es raro para mi. Pero ella no pega en ese contexto. Y ahora su video. Una boludez, un error de ella, no lo sé, pero una macanazo para su vida. Eso la seguirá por un rato. Un rato largo.
Los tres son referentes vitales de lo que somos, de lo que pretendemos ser.
No siempre formo parte de este Uruguay. Hay momentos en los que me viene una sensación de que me están vendiendo gato por liebre. Momentos en los que siento que mucha otra gente valiosa anda por allí sin la polenta que tendrían que tener, sin el destaque, sin el apoyo. Repito: apoyo, banca, amigotes.
No es el caso de Natalia y China, ambas son lujos del Uruguay siempre. Que diferencia no. Todos tan mediáticos. Algunos tan justamente. Otros no tanto. Será la vida misma, supongo”.