La actividad criminal ya no puede ser percibida como un problema local o regional, destacó la Embajadora de los Estados Unidos, Julissa Reynoso, al participar en la ceremonia de clausura del Taller sobre estrategias investigativas para el lavado de activos y delitos financieros, realizado en la sede de la Dirección de Aduanas.
Participaron de este evento representantes de la Embajada de los Estados Unidos, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional así como también jueces, fiscales y representantes de la Aduana, Prefectura y Policía de Uruguay.
La Embajadora Reynoso agregó que las “Empresas criminales ahora supervisan las redes que llegan a todos los continentes y a todo el mundo. Mientras que el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías ha aumentado dramáticamente las capacidades de aplicación de la ley, estas mismas tecnologías están siendo explotadas por organizaciones criminales para facilitar las actividades ilícitas en una escala nunca antes vista.”
La representante diplomática indicó además que Uruguay no es inmune a estas influencias criminales globales, señalando que “recientes investigaciones de alto perfil han demostrado que las fuerzas criminales de todo el mundo están trabajando activamente para desestabilizar los cimientos de la justicia dentro de las fronteras de su país. Si bien Uruguay no es aún el centro de estas redes criminales, las influencias negativas afectan a esta nación, no obstante. Desde de la trata de personas hasta el robo de propiedad intelectual y el lavado de dinero, todos estos crímenes socavan las economías nacionales y mundiales, y tienen un efecto devastador en la vida cotidiana de los uruguayos”.