Más de 400 personas de Montevideo y el área metropolitana concurren al Curso de Adultos Sordos Nº 4 de ANEP, donde reciben contención, socialización y capacitación en carpintería, encuadernación, belleza, repostería y tejido, entre otros oficios.
El centro, que depende de la Dirección Sectorial de Educación de Adultos del CODICEN y funciona en la calle General Urquiza 3127, en pleno barrio La Blanqueada de nuestra capital, ofrecerá hoy, jueves 27 de setiembre, entre las 15:30 y las 20 horas, una exposición que permitirá apreciar el trabajo cotidiano de sus alumnos. Habitualmente, el centro funciona, en dos turnos, entre las 14:30 y las 20:00 horas.
La actividad, que se enmarca en el Mes de la Persona Sorda, apunta a sensibilizar a la población sobre una de las más importantes discapacidades que aqueja a la población uruguaya.
La inspectora de Educación de Adultos, Julia Cerredelo, informó que este centro educativo funciona desde la década del cincuenta y actualmente cuenta con una matrícula de más de 400 adultos y jóvenes pertenecientes a familias de contexto social desfavorable, que son atendidos por quince maestros y especialistas de diversas disciplinas.
En torno a la variada oferta educativa que brinda esta experiencia formativa, la docente explicó que se realizan cotidianamente talleres de carpintería, belleza, encuadernación, repostería, tejido y trabajos en metales.
No obstante, puso particular énfasis en destacar los talleres de enseñanza de lenguas y comunicación por lenguaje de señas y labial, “donde las personas que padecen esta discapacidad se reúnen a comentar las noticias de su entorno, como hacemos cualquiera de nosotros”, precisó la educadora.
Julia Cerredelo afirmó que “este es un centro social y educativo para atender a personas con dificultades, al cual concurren jóvenes y adultos de diversas procedencias y características”.
La docente precisó que hay personas que asisten hace más de quince años a los talleres, los cuales cuentan con el apoyo adicional de las denominadas fábricas de cultura del Ministerio de Educación y Cultura.
Uno de los aspectos más trascendentes del trabajo que se desarrolla en este centro educativo es el relativo a la producción, en cuyo marco se elaboran objetos que pueden ser comercializados. Asimismo, esta experiencia de capacitación permite a los alumnos insertarse en el mercado laboral, en trabajos acorde a sus destrezas y aptitudes.
Con respecto a la actividad prevista para hoy, la inspectora de Educación de Adultos comentó que el propósito primordial es mostrar los productos que fabrican y crean los alumnos, pero también “facilitar su interactuación con el entorno social y reforzar los necesarios lazos con la comunidad”.
Al respecto, informó que en la muestra se expondrán piezas de encuadernación, repostería, manualidades varias, cartón, tejidos y hasta ropa para bebé. Al respecto, informó que a partir de esta experiencia conjunta, se fundó una cooperativa que permite trabajar y comercializar las prendas.
Julia Cerredelo explicó que en la oportunidad también se expondrán productos elaborados en metal y de carpintería, como tablas para asado, mesas y otros muebles. “En todos los casos, se respetan los materiales disponibles y las capacidades de las personas”, explicitó.
Paralelamente, la celebración incluirá espectáculos de danzas y puestas teatrales, que estarán a cargo de menores que estudian en la Escuela de Sordos para Niños, quienes se sumarán a las actividades programadas.
La educadora aclaró que la población que concurre al centro “es muy heterogénea. Algunos son sordos puros y personas que todavía no dominan las técnicas de la comunicación labial. También hay gente que está perdiendo la audición y tiene que prepararse para esa nueva etapa de su vida”.
Añadió que al centro concurren también personas que no padecen discapacidad auditiva, con el propósito de generar instancias de intercambio y una buena interactuación social.
Julia Cerredelo explicó que “el sordo es una persona con un alto grado de agresividad y propensa al conflicto. No obstante, aquí trabaja gente con un fuerte compromiso.
Como esta es una discapacidad profunda, la idea de este proyecto es aumentar el nivel de autonomía de las personas y evitar la discriminación social”.
Según el Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda, en la actualidad hay algo más de 30.000 personas sordas e hipoacúsicas identificadas en nuestro país.
En tanto, a nivel mundial, se estima que la población que padece discapacidad auditiva asciende a más de 120 millones de personas.