El Viernes 12 de octubre y con la proclama de reconocer en el día del Patrimonio a los Valores Familiares, el nuevo Partido Uruguayo dejará inaugurada su sede central, ubicada a en Jackson y Guana, en lo que será su primer carta presentación en la sociedad uruguaya.
El Partido Uruguayo surgió hace pocos meses de la mano de un grupo de jóvenes que se autoconvocaron por las redes sociales, coincidiendo en el descontento con el gobierno de izquierda y también con el accionar de la oposición.
Con el apoyo de militantes de los partidos tradicionales y buscando alejarse de los vicios de la política tradicional, el Partido Uruguayo se ha definido como la derecha social, instalando en la sociedad un verdadero debate sobre el tema, reivindicando además, a la Familia como pilar fundamental para rescatar valores.
«Somos un Partido nuevo y pujante, formado por uruguayos que estamos decididos a trabajar con alegría y firmeza por nuestros valores y principios. Hemos encontrado en este camino una alternativa para mirar al Uruguay desde una óptica nueva, sin los vicios de la política tradicional. No creemos en hacer política mirando la encuesta de hoy y cambiar el rumbo de acuerdo a la encuesta de mañana. Tenemos nuestros postulados, nuestra visión del hombre y del mundo y la voluntad firme y decidida de salir a la calle en la defensa de los mismos», expresó Nicolás Quintana, dirigente de la juventud del Partido Uruguayo y ex militante del Partido Nacional.
Al ser consultado porque se definen como de «derecha», Quintana indicó que «entendemos que es una definición válida y valiente. En el Uruguay hay una izquierda autodefinida y hay que respetarla. Hay un centro autodefinido y hay que respetarlo. No encontramos razón para que no haya una derecha autodefinida y que se respete. Al ver que hay votantes de la derecha pero no representantes de la misma, nos decidimos a emprender el camino para reflejar el ideario artiguista tan necesario para el Uruguay de hoy».
La Familia como pilar fundamental para rescatar valores para el Partido Uruguayo, cualquier esfuerzo estatal por si solo, por más bien intencionado que sea, no hace la verdadera diferencia en la lucha contra las drogas, la falta de interés en la educación y el desarraigo de los jóvenes.
«La verdadera autoridad, contención y educación debe residir en la institución a la que pertenecen los seres humanos por naturaleza que es la Familia», concluyó Quintana.
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