El diputado Gerardo Amarilla (Unidad Nacional) realizó un sencillo pero sentido homenaje durante la media hora previa de la Cámara de Representantes del miércoles 2 de mayo, ante el fallecimiento del joven policía Oseas Pintos, oriundo del departamento de Rivera.
“Fallecimiento del joven policía Oseas Pintos, oriundo del departamento de Rivera.
Tiene la palabra el señor Diputado Amarilla.
SEÑOR AMARILLA.- Señora Presidenta: lamentablemente, en el día de hoy tenemos que referirnos a un hecho triste.
El pasado 20 de abril quedamos consternados con la noticia de la tragedia ocurrida a dos jóvenes riverenses, quienes cumplían funciones en el Centro Penitenciario COMCAR. Después, descubriendo algunos detalles supimos que uno de ellos, Oseas Pintos, un joven de veintisiete años de edad, estaba herido de gravedad y que se debatía entre la vida y la muerte.
Era un joven lleno de vida, vecino de Pueblo Nuevo, quien en su juventud había desarrollado actividades en el Club Artigas y en el Club Salesiano de Rivera. Realmente, era querido por sus vecinos, sus amigos y sus compañeros de trabajo. Ingresó muy joven a la Policía, con veintiún años, y también cumplía funciones en el Servicio 222 en la ciudad de Rivera, para mejorar sus ingresos. Todo el mundo lo recuerda como un buen muchacho que era querido por todo el mundo. Repentinamente, esa vida se vio truncada.
Cuando aun se encontraba internado en el Hospital Policial estuvimos con sus padres; ellos mantenían una paz y una tranquilidad propias de la vida que llevan según la concepción cristiana. Todos sabemos cuál fue el desenlace: la noche del día 26 de abril fallece Oseas Pintos.
La demostración de solidaridad fue impresionante; fue imponente ver a lo largo de la Ruta Nacional N° 5 cómo era saludado y honrado el cortejo por una gran cantidad de gente. Ni qué hablar cuando ingresó a Rivera, lo que fue su velatorio y su sepelio en el Cementerio Central de nuestra ciudad.
Realmente esperamos que esta situación, que llena de congoja a toda la ciudad de Rivera y, seguramente, a todo el país, no haya sido en vano.
Como última demostración de su solidaridad, este joven era donante de órganos y su corazón, que todavía sigue latiendo, permitió salvar la vida de otro muchacho que fue intervenido pocas horas después de su muerte.
Esperamos que este sencillo y breve homenaje a este joven no sea solo un simple recuerdo sino que podamos desterrar la violencia de nuestra sociedad; que esta víctima de las cosas que no andan bien en nuestro país nos permita reflexionar y corregir los rumbos erróneos, entre otros, en el sistema penitenciario.
Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras sea enviada a la familia de Oseas Pintos, al Ministerio del Interior y a la Coordinadora de Sindicatos Policiales del Uruguay”.
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