Así comienza la crónica de Ovación del diario El País con la firma de Alan Vaccaro refiriéndose a la derrota de Peñarol ante Danubio, por 3 a 2 en Jardines del Hipódromo.
Peñarol tomó las riendas del partido desde un comienzo y se adueñó de la mitad de la cancha. Nicolás Freitas junto a Sebastián Cristóforo se apoderaron del mediocampo, desbordando continuamente la contención de Sebastián Píriz.
Danubio fue muy pobre en delantera. Diego Martiñones y Sebastián Fernández siempre se encontraron muy solos arriba y fueron habilitados con pelotazos largos. El conjunto local buscó saltearse la mitad de la cancha en todo momento.
A los cinco minutos Washington Tais pudo haber visto la roja por una dura entrada sobre Cristóforo. Darío Ubriaco mostró tarjeta amarilla y advirtió al exPeñarol. Fabián Estoyanoff y Rodrgio Mora fueron los más peligrosos para la defensa danubiana. Maximiliano Pérez debió retrasarse mucho para buscar la pelota y no generó un circuito de juego por su banda.
La primera ocasión del partido estuvo en los pies de Mora, que recibió de Cristóforo, aguantó la marca pero su remate se fue trabado y al corner. El franjeado se limitó a esperar en su campo y no tuvo ninguna chance clara de gol en el primer tiempo.
A Peñarol le faltó la coordinación justa para hilvanar bien las jugadas y llegar con claridad al área de Mauro Goicochea. El carbonero abusó de los centros a Mora y a veces hasta buscando la cabeza de Pérez. La zaga de Danubio, con mayor estatura, no tuvo problemas en contrarrestar los incansables centros.
De todas formas, el conjunto de Da Silva siguió intentando de la mano de Cristóforo y de Aguiar, que empezó a tomar un poco más la pelota para hacer jugar a su equipo. De a poco, el equipo visitante comenzó a llegar con más peligro.
Mora fue de lo más inquietante. Intuitivo y rápido, casi sorprende a Goicochea con un tiro desde más de 35 metros. El golero danubiano retrocedió y llegó a tomar el balón contra la línea. A Peñarol le seguía faltando claridad a pesar de manejar el partido a su gusto.
Luego de tanto intentar, el carbonero logró abrir el marcador a los 43 minutos de juego. Maxi Pérez tocó con Darío Rodríguez y picó en velocidad hacia el área, para volver a recibir del lateral, controlar de cabeza y con un potente remate batir a Goicochea. Un golazo del delantero mirasol que convirtió el primer gol oficial desde su llegada al carbonero.
Ventaja merecida para Peñarol que se fue al descanso arriba 1 a 0. Pero el partido estaba por tomar un vuelco tremendo en la segunda mitad. Es que el partido cambió en la primera jugada del segundo tiempo. Danubio llegó por primera vez al arco de Fabián Carini de la mano del recién ingresado Leonardo Melazzi, que escapó de la marca de Rodríguez y tiró un buen centro para que aparezca Martiñones, de cabeza, para poner el empate.
Peñarol acusó el golpe. Se desordenó y echó a perder todo lo bueno que había hecho en la primera parte. El partido se abrió y se hizo de ida y vuelta. Darío Rodríguez debió ver la segunda tarjeta amarilla luego de una dura entrada y a destiempo sobre Melazzi. Ubriaco desestimó la dura falta y no sancionó al capitán aurinegro.
A los 16 minutos llegó el segundo de Peñarol y uno de los bloopers más grandes del torneo. Aguiar con más corazón que fútbol desbordó por derecha, se deshizo de su marca y buscó el centro rastrero a las manos de Goicochea. Una pelota que parecía fácil y sin complicaciones se le terminó metiendo entre las piernas.
A Danubio no le importó y siguió buscando y llegando con peligro. Fue así que Martiñones, otra vez, y cuatro minutos más tarde, empató el encuentro. Un centro frontal desde la mitad de la cancha de Bueno encontró a un Martiñones solo y sin marca. El delantero desvió la pelota para ponerla lejos de un Carini estático. La defensa de Peñarol volvió a mostrar mucha fragilidad y lo pagó caro.
El partido se puso lindo, cambiante y se veía que era para cualquiera de los dos. Darío Rodríguez lo tuvo de cabeza a los 26´´ y Santiago Silva, también por arriba, casi vuelve a poner arriba a Peñarol a falta de cinco minutos.
Pero en la respuesta, volvió a aparecer el goleador de la tarde. Alejandro Mello escapó de la marca de Freitas y Valdez y remató fuerte. Carini dio rebote y Martiñones quedó solo de cara al gol para poner el 3 a 2 definitivo y así darle una alegría inmensa a toda la hinchada danubiana.
Con este resultado, Danubio le cortó el envión a Peñarol y se colocó con 9 puntos en el Clausura. El carbonero no pudo aprovechar la derrota de Liverpool para seguir prendido arriba. En la Anual, tampoco le pudo descontar a Nacional, a pesar de que sigue con un partido menos.
Fuente: Ovación de El País. http://www.ovaciondigital.com.uy