Inversiones beneficiarán a unos 40.000 agricultores, mejorarán eficiencia y reducirán costos de servicios administrativos
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció hoy la aprobación de una donación de US$27 millones para un programa piloto para fortalecer la seguridad de la tenencia de tierras en zonas rurales en el norte y el sur de Haití.
La agricultura es una actividad económica predominante en Haití, donde casi 60 por ciento de la población vive en zonas rurales. Las parcelas, con un promedio de 1,7 hectáreas, se caracterizan por su baja calidad de suelos. Según algunas estimaciones, casi dos tercios de las 1,5 millones de parcelas en el país carecen de título de propiedad.
La informalidad en la tenencia de tierras es frecuentemente señalada como un obstáculo a la productividad agrícola que restringe los ingresos rurales. Bajo esta óptica, la falta de claridad en los derechos de propiedad frena las inversiones, el acceso al crédito y las transferencias que podrían conducir a un aprovechamiento más eficiente y la conservación de recursos naturales. Sin embargo, el sistema de administración de tenencia de tierras de Haití, que funcionó relativamente bien durante un siglo y medio después de la independencia, se deterioró durante las décadas siguientes.
Estos problemas se ven complicados por una limitada capacidad institucional. Menos de 5 por ciento del territorio haitiano está catastrado y la red geodésica necesaria para tomar datos georeferenciados presenta brechas. Los agrimensores utilizan métodos anticuados y los títulos de propiedad se registran manualmente, sin digitalización, lo cual dificulta las consultas y verificaciones. Los trámites para titular propiedades son largos y caros, particularmente para los pequeños agricultores.
Programa piloto. Para comenzar a corregir este cuadro, el programa se llevará a cabo en dos áreas piloto que cubren la cuenca del Grand Riviere du Nord en el norte y las cuencas del Ravine du Sud y Cavaillon en el sur, donde el Ministerio de Agricultura está ejecutando numerosos proyectos de inversión apoyados por el BID y otros donantes. En estas dos zonas hay unas 40.000 familias rurales y una variedad de condiciones ecológicas y de tenencia de tierras.
El programa financiará una serie de actividades para clarificar los derechos de propiedades privadas e identificar tierras fiscales en ambas zonas, con el objetivo de incorporar todas las parcelas en un registro de tierras básico e identificar a sus dueños y ocupantes. Como proyecto piloto dentro de este componente, el programa financiará el registro de títulos de unas 1.000 parcelas, a fin de medir el impacto adicional de la titulación de tierras.
Paralelamente, el programa financiará actividades para mejorar los servicios de administración de tenencia de tierras provistos por organismos dependientes del Ministerio de Finanzas y la Oficina Nacional de Catastro, así como por otras partes interesadas, como agrimensores, notarios, abogados y personal judicial. Entre otras inversiones, se modernizará la infraestructura geodésica para mejorar la mensura y mapeo de tierras. Uno de los objetivos es reducir el tiempo que demora registrar propiedades rurales a 60 días de un promedio actual de 300 días y bajar el costo de los trámites a US$150 de casi US$600 por parcela.
La agencia ejecutora del programa será la secretaría ejecutiva del Comité Interministerial de Planificación Territorial (Comité Interministériel d’Aménagement du Territoire, CIAT por su sigla francesa), organismo de la Oficina del Primer Ministro (la Primature) encargado de coordinar la política de gestión de tierras.
El programa tomó lecciones de otros programas de tenencia de tierras realizados en América Latina y el Caribe, así como de la extensa experiencia del BID en programas de desarrollo rural en Haití. Sus actividades se coordinarán estrechamente con un programa financiado por Francia que se enfoca en zonas urbanas y peri-urbanas. La secretaría ejecutiva del CIAT también recibe asistencia técnica del Banco Mundial.
Como parte de su plan de monitoreo y evaluación, el programa llevará a cabo pruebas aleatorias para analizar qué aspectos de la regularización de la tenencia de tierras contribuyen más a aumentar la productividad rural y a mejorar la gestión de recursos naturales.
Apoyo a Haitì. El BID es el principal donante multilateral de Haití. En la actualidad, su cartera de operaciones incluye proyectos rurales por valor de US$211 millones, incluyendo aportes de otras fuentes. Entre las inversiones que apoyan estos proyectos se incluye la expansión del riego, el acceso a técnicas agrarias más productivas y la gestión de cuencas para evitar la erosión de suelos y para restaurar bosques.
Desde el terremoto del 2010 el BID ha aprobado US$519 millones en donaciones a Haití para financiar proyectos en agricultura, agua y saneamiento, educación, energía, transporte y desarrollo del sector privado.
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