Recuperar el aspecto del edificio original, tanto por fuera como por dentro, con los mismos métodos y materiales con los que se levantó el edificio hace cerca de 100 años atrás es el gran desafío con el que trabajan los distintos profesionales que están a cargo de las obras del Hotel Carrasco.
A esto se suma una gran obra de ingeniería en el subsuelo, que implicó la construcción de un muro de contención (de 700 metros de largo, 14 metros de profundidad y 40 cm de ancho). En esta planta se alojará el casino del Hotel y los estacionamientos que tendrán lugar para 196 coches.
“En la obra convive el restaurador con los obreros que están a cargo de la obra estructural. Se ha dado la paradoja de que en el plano noble (primer piso) está trabajando un restaurador con un bisturí limpiando una moldura y un nivel más abajo había un martillo neumático rompiendo el cimiento para hacer un pasaje”, dijo Daniel De León, uno de los arquitectos de la IM responsables de hacer el seguimiento de la obra.
Señaló que esto genera muchas complicaciones, pero “no había otra forma de hacerlo”, ya que si bien lo ideal hubiera sido hacer primero la reforma estructural, terminar la obra de albañilería y recién después empezar la restauración, era imposible que se hiciera en el plazo previsto de 20 meses. El Hotel se inaugurará en el mes de julio (aunque podría extenderse unos días más por paros y días de lluvia).
El trabajo de restauración abarca tanto el exterior como el interior del edificio y tiene por principio la recuperación y puesta en valor de todos los aspectos de los que se conservan muestras de cómo eran originalmente. La recuperación de los distintos elementos decorativos se realizan con las mismas técnicas y materiales que se realizaron en origen. “Se analiza en laboratorio la composición y dosificación de los materiales y en la obra se recupera lo que se puede recuperar y lo que hay que hacer nuevo se hace de la misma manera que se hizo. No va a ser original pero si auténtico”, precisó el arquitecto. Revoques, molduras, premoldeados, revestimiento de las torres, apliques en yeso, columnas de hierro fundido y algunas de las aberturas de hierro y bronce, estatuas, etcétera, todo se hace de esta forma.
La obra también incorpora elementos nuevos, que no estaban en el edificio original. Para ello se están utilizando expresiones y materiales contemporáneos de manera de distinguirlo de lo histórico. A simple vista, cualquier espectador podrá distinguir entre los aspectos nuevos y los recuperados.
En el interior, la recuperación está centrada en el plano noble, que es el sector donde se ubican los salones más representativos del hotel: el lobby, la galería, el salón de fiestas, el restorán y la confitería. Desde el primer piso hacia arriba sólo se preservó el envolvente y los elementos estructurales ya que lo demás fue demolido en las intervenciones realizadas entre los años 2001 y 2002 (en la anterior concesión). Es por ello que en esos espacios la obra es toda nueva.
Será un hotel de lujo, como el resto de los hoteles de la cadena francesa Sofitel, integrante del consorcio Carrasco Nobile S.A, que es el adjudicatario. Integran también el consorcio Codere (empresa española que administrará el casino) y Argentina Gaming Group (AGG). En tanto, la empresa responsable de gerenciar el proceso de construcción de las obras es Grupo SYASA (Argentina), que cuenta con amplia experiencia en la recuperación de edificios históricos. Uno de ellos fue el Teatro Colón de Buenos Aires.
De todas partes vienen
Profesionales de distintas nacionalidades trabajan en la restauración del Hotel, el cual fue declarado Patrimonio Histórico Nacional por el Poder Ejecutivo en 1975 (ver resumen histórico adjunto a la nota).
El equipo de restauración interior está liderado por la arquitecta argentina Agustina Esperón, quien trabaja con cerca de 30 estudiantes y egresados del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes, quienes se están familiarizando con técnicas que se utilizaron en la ornamentación del lugar, algunas de las cuales ya no se utilizaban en nuestro país. Asimismo, integran el equipo tres egresados de la Escuela de Restauración de La Habana, Cuba.
Una de las primeras tareas del equipo fue identificar cuál fue la pintura original que se utilizó en las distintas salas, para lo cual se debió quitar cerca de ocho capas hasta llegar a la primera. Una vez que se obtenían los resultados de laboratorio de los componentes, se inició la restauración.
Según indicó De León, en el lugar donde se va a instalar la confitería y la antigua galería la intervención fundamental es de recuperación de Piedra París, que luego del decapado se vio que era el material original. En tanto, en el restorán y salón de fiestas el trabajo central se hace en yeso pintado con apliques de oro.
Una obra de importancia tiene que ver con la recuperación de los vitrales, que están a cargo de un artesano uruguayo. Próximamente también se iniciará la recuperación de parte del antiguo mobiliario del Hotel.
En cuanto al trabajo exterior, que lo realiza una empresa subcontratada que en Uruguay se llama Cimery, se destacan los premoldeados, las cornisas, molduras, luminarias de hierro y estatuas. En este momento, se están colocando las tejas de zinc que van sobre una estructura de madera donde se estampan artesanalmente, las cuales previamente fueron moldeadas a mano. Este trabajo es realizado por una empresa argentina cuyos dueños son descendientes de alemanes y tienen tradición en la reparación de este tipo de techos desde el año 1709.
El hotel contará con 116 habitaciones con baño privado, un casino de unos 3.000 metros cuadrados, estacionamiento para 196 coches, vestíbulo, lobby, restorán (para 150 comensales) y salón de fiestas (para 250 personas). También tendrá un Spa con piscina, in/out (una parte exterior y otra interior) y solarium. Los húespedes podrán disfrutar asimismo de los jardines, que respetarán el diseño original que el paisajista Thays hizo del Blaneario Carrasco.
En total, se estima que la obra y el equipamiento del Hotel tendrán un costo de 60 millones de dólares. La Intendencia obtendrá un canon mensual por la explotación del Hotel, además de una participación en las ganancias del casino por 30 años.
Fuente Contenido e imagen: Intendencia de Montevideo. www.montevideo.gub.uy
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