El 1° de enero de 2012, en la provincia de Québec en Canadá, en un conflicto que se centra en la constante subcontratación que aplica la empresa, se impidió el acceso al trabajo a los empleados de Rio Tinto Alcan, productora de aluminio de esa enorme empresa minera internacional. Unos 780 trabajadores metalúrgicos, representados por el Syndicat des Métallos d’Alma Local 9490, afiliada a la United Steelworkers (USW), fueron expulsados de sus puestos de trabajo cuando venció el convenio colectivo en una de las plantas más modernas de la compañía, la fundición el Alma, en la región de Saguenay-Lac-Saint-Jean región, Québec.
A fines de diciembre, las tres unidades de negociación del sindicato votaron en contra de un nuevo convenio, debido a que la empresa se negó a limitar la subcontratación. El cierre patronal, que se ha producido al finalizar un convenio anterior de cinco años, se ha impuesto antes de que el sindicato local 9490 del USW siquiera presentara sus reivindicaciones respecto a ajustes salariales, vacaciones, o prestaciones sociales.
Los tres comités de negociación quieren establecer una plantilla de 750 puestos de trabajo sindicalizados en las instalaciones de Alma y el cese de la subcontratación que reduce los empleos estables a tiempo completo a niveles inferiores a ese número. En los últimos años, desde que Rio Tinto compró la empresa canadiense Alcan por US$39 billones en 2007, la administración de Alma ha aprovechado la jubilación de cada trabajador y otras reducciones en la fuerza de trabajo como medio para reducir los costos y mano de obra, subcontratando cada vez más trabajo.
El año pasado, Daniel Roy, Director del Distrito Cinco del USW, dijo que Río Tinto ha quitado unos C$7,4 millones, tan sólo en salarios y poder adquisitivo, en esa región de abundantes recursos naturales. El 13 de enero, Roy y los dirigentes del sindicato local 9490 van a ofrecer una conferencia de prensa en Alma para poner de relieve el impacto económico negativo del cierre patronal y la insistencia de Alcan en la subcontratación ilimitada de los derechos.
El sindicato afirma que el promedio de C$36 por hora para trabajadores sindicalizados se reduce a unos C$16 con cada empleado subcontratado.
El 3 de enero, Alcan logró, en la Corte Superior de Québec, obtener una orden judicial temporal que limita a 20 el número de piquetes en la puerta principal de la planta. Los piqueteros víctimas del cierre patronal deben permanecer a una distancia de por lo menos 500 metros de la entrada. Mañana, 10 de enero, se realizará una audiencia completa sobre esa medida.
El 3 de enero, Rio Tinto Alcan ha declarado una situación de fuerza mayor en la fundición de aluminio, afirmando que sólo 122, de las 432 celdas de producción electrolítica seguirían funcionando. Alcan dijo que continuaría las operaciones, con un tercio de la capacidad productiva, usando personal administrativo y otros. El USW ha presentado una denuncia ante la junta laboral provincial por cuanto Alcan está violando la legislación de Quebec al usar trabajadores rompehuelgas o de reemplazo durante un conflicto laboral.
Las operaciones de Alma, a su máxima capacidad, pueden producir 438.000 toneladas anuales, y en 2010 la producción de Alma constituyó un 11% de la producción mundial de aluminio de Rio Tinto. Rio Tinto Alcan cuenta con dos fundiciones en la región de Saguenay-Lac-Saint-Jean y tiene una participación del 25% en otra más, situada en Bécancour, donde Alcoa es el socio mayoritario.
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