Compartimos la entrevista de perfil.com a Alejandro Dolina.
Pasó de Continental a Radio 10 y de Nacional a Del Plata en apenas cinco años pero cree que, más allá de las mudanzas, los cambios de radio no se sienten: «A lo mejor todavía estamos en radio El Mundo y no nos damos cuenta».
Alejandro Dolina conduce hace más de dos décadas La venganza será terrible, su clásico de las medianoches, pero todavía tiene problemas para explicar su vigencia: «Hay un proceso metabólico. Por un lado, entran oyentes nuevos y por el otro se van los viejos. Especialmente se van los jóvenes que empiezan a prosperar. El tipo que tiene trabajo ya no tiene tiempo de escuchar la radio hasta las dos de la mañana o pierde ciertas inocencias y se aburre».
– Perfil.com: Se suma ahora la transmisión en simultáneo con 360 TV…
– Dolina: Se suma al menos durante nuestra estadía en Mar del Plata. Después no creo que se haga una transmisión en directo. Vamos a hacer quizás una edición, semanal o en otro horario. Cuando regresemos no sé si esa metodología de tomar un programa de radio en directo es tan atractiva. La venganza es un programa de radio, hacer un programa de televisión es otro compromiso que yo incluso tuve la fortuna de tomar el año pasado cuando hicimos con Juan Campanella una especie de miniserie con Recordando el show de Alejandro Molina.
Este año seguirán en su equipo Patricio Barton y Jorge Dorio y probablemente convoque a un cuarto integrante. Dolina baraja los nombres de viejos compañeros como Coco Silly, Guillermo Stronatti, Gillespie y hasta Gabriel Rolón.
La AM 1030 quedó este año bajo la dirección de Alfredo «Freddy» Ojea, que pasó por las radios Continental y Belgrano y que ahora seguirá las decisiones de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente en la emisora de Electroingeniería. La nueva grilla de programas se presentará en marzo pero Dolina debuta esta medianoche con transmisión en directo, además, de Crónica TV:
– ¿Por qué decidió mudarse a radio Del Plata?
– Por condiciones de trabajo superiores para mí y para todos los compañeros y porque no hubo de parte de radio Nacional ningún gesto, esfuerzo o indicio de que tuvieran interés de que yo me quedara de manera que hicimos el pase. Estoy muy orgulloso de haber pertenecido a una programación como la de Nacional con gente que admiro mucho pero las condiciones de trabajo eran muy superiores en la propuesta de radio Del Plata. No hubo realmente ningún drama, ninguna pelea, no me agarré a trompadas con el director ni nada por el estilo.
– Usted acompañó varias iniciativas de este gobierno, como la Ley de Medios ¿Cómo cree que quedará el kirchnerismo para la historia?
– No lo puedo saber. Creo que las cosas que han cambiado en estos diez años son muchas de manera que el papel que ocuparán en la historia será importante, depende de quién la escriba. En este mismo momento en que se están produciendo las circunstancias políticas hay distintas formas de describirlas: algunos lo hacen con desprecio y otros con mucho entusiasmo de manera que, como siempre en la Argentina, discreparán los historiadores.
– ¿Es una etapa superior al Peronismo? ¿Encuentra algún parangón?
– Encuentro muchos parangones en cuanto a la política propiamente dicha. Suelo decirlo con bastante frecuencia: la política económica es parecida, el crecimiento del mercado interno, mucha intervención del Estado en los asuntos económicos y políticos. Una sospecha de la libertad de mercado que hace que el Estado intervenga mucho y por otra parte la política internacional con una alianza más refractaria a las potencias centrales. Todo eso se parece mucho a los primeros gobiernos de Juan Perón pero hay circunstancias que son actuales, que no se daban en aquel momento. Es decir, aparece el tema de la dictadura militar, los juicios a los responsables de genocidios, un tema de derechos humanos más fuerte y un enfrentamiento más fuerte con los medios que al menos en su intensidad es novedoso.
– ¿Cree que Cristina ha sido más intransigente que Kirchner?
– No sé, quién soy yo para decidir cuál es el coeficiente de cada uno. En cualquier caso, flota en el aire la sensación de que Néstor Kirchner era un hombre más pasional y quizás menos reflexivo que ella. Entonces hay esa idea de que ella tiene, no sé si más inteligencia, pero toma las decisiones después de reflexionar mucho. En cambio, por ahí Kirchner se enojaba más. No es algo que comparta realmente pero flota en el aire esa sensación. Y por otra parte, a los efectos dramáticos de una historia siempre conviene que uno de los dos integrantes de la pareja encarne el aspecto pasional y el otro el aspecto reflexivo. En el caso de Perón y Evita era al revés: el reflexivo era Perón y la pasional era Evita. Aquí Evita era Kirchner y Perón es Cristina. Digo, en esta cosa dramática.
Antes de ser parte de la programación de la radio pública, Dolina fue tentado por Tristán Bauer para la dirección de Nacional pero lo desechó explicando que «no servía para eso»: «Lo mismo que me hubiera ofrecido un cargo electivo (que sí me han ofrecido en otros momentos) pero creo que no han sido ofrecimientos serios, porque no se le ofrece un cargo a un tipo como yo que no tiene la menor idea de lo que es una gestión. Creo que uno puede tocar bien el piano y no quiere decir que lo nombren secretario de Cultura, son cosas distintas. La gestión política requiere un adiestramiento que va más allá de haber leído algún libro”.
Fuente: (*) de la redacción de Perfil.com www.perfil.com