Niveles de ingresos en US$488 mil millones y capacidad de gastos en US$567 mil millones, convierten a los segmentos emergentes en un componente clave para el progreso económico de la región
Más de 156 millones de personas en América Latina conforman los llamados segmentos emergentes, casi un 50% de la población que pertenece a clases socioeconómicas menos favorecidas, cuya mayoría se encuentra excluida del acceso a servicios financieros básicos. El estudio “Segmentos Emergentes de América Latina” comisionado por Visa Inc., analizó las actitudes y hábitos financieros de este segmento de la población y midió el espectro de la cobertura de las entidades bancarias, identificando un potencial de progreso económico basado en oportunidades específicas para la inclusión financiera.
“La inclusión financiera es uno de los pasos para la inclusión social. Siendo Visa la compañía líder en tecnología de pagos, una de nuestra contribuciones más valiosas es ayudar a incluir cada vez más personas al sistema financiero formal”, afirmó Vicente Echeveste, Director Ejecutivo de Productos al Consumidor de Visa Inc. América Latina y El Caribe. “Los segmentos emergentes representan un enorme potencial de crecimiento para las economías locales, por eso proveer el acceso a los pagos electrónicos es fundamental y un paso estratégico hacia el progreso”.
Llevado a cabo en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Panamá, Guatemala, México, Perú y República Dominicana, el enfoque principal del estudio comisionado por Visa es dimensionar la oportunidad, entender y analizar la cobertura financiera existente en la región y comprender en profundidad la relación de este grupo de consumidores con las instituciones financieras.
Hallazgos Destacados
1. ¿Quiénes forman parte de los segmentos emergentes?
· Se estima que el número de hogares que conforman los segmentos emergentes en la región sobrepasa los 65 millones, lo que representa un 55% del total de hogares considerados en el estudio.
· El 70% de la población emergente es urbana, lo que implica que tiene acceso a los servicios y productos de consumo de las ciudades, incluyendo cercanía física a las entidades bancarias.
· Un 45% carece de educación formal o cuenta sólo con estudios básicos, sin embargo el 90% de la población emergente sabe leer y escribir, lo que indica que existe un potencial de los consumidores de convertirse en usuarios de los servicios financieros básicos.
· Los segmentos emergentes generan ingresos por US$488,6 mil millones, 23% del ingreso de la región. Menos del 50% puede demostrar sus ingresos a través de un comprobante, condición básica para tener acceso a créditos bancarios.
· La mayoría de las personas que conforman estos segmentos, recibe su remuneración de trabajo en efectivo, sin embargo, la tarjeta de nómina es utilizada y muchas veces es su primera tarjeta.
· El consumo regional de los segmentos emergentes alcanza los US$567,5mil millones, el 27% del consumo total de la región. En la mayoría de los países se proyecta un crecimiento más acelerado en los niveles de consumo que en los ingresos, lo que genera una necesidad de acceso al crédito para cubrir gastos.
· Alimentos y bebidas, vivienda, transporte, salud, y servicios como electricidad, agua y gas conforman las prioridades en los gastos de este sector de la población, representando las oportunidades más inmediatas para penetrar mediante medios de pagos electrónicos alcanzando un potencial de consumo total de $458 mil millones para el desarrollo de productos que permitan hacer más eficientes los procesos de pago para este segmento.
2. La industria financiera y su alcance
· El estudio reveló que el 35% de la población a nivel regional está bancarizado, lo que demuestra la existencia de un área de oportunidad de 65% de los segmentos emergentes por ser incluidos en el sistema bancario formal.
· Entre ese 35% de la población bancarizada, el tipo de cuenta más popular en la región es la cuenta de ahorro. En consistencia con esta tendencia, del total de la población encuestada, el 25% declara ahorrar parte de sus ingresos y la mayoría lo hace en casa o grupos de ahorro.
· Cuando de hacer retiros en efectivo se trata, la tendencia es acudir a una sucursal bancaria, ya que el cajero automático es percibido como inseguro. En este sentido, existe un área de oportunidad para posicionar los pagos electrónicos como seguros, confiables, convenientes y eficientes, por encima del efectivo.
· El estudio también reveló que como resultado de los procesos de bancarización, la industria financiera ha logrado penetrar los segmentos emergentes en la región a distintos niveles según el país, alcanzando un total de US$109 mil millones en créditos extendidos hacia este sector de la población. Dependiendo del país, estos créditos son mayormente utilizados para viviendas (créditos hipotecarios), automóviles, educación, bienes duraderos y préstamos para uso personal, lo que demuestra un potencial de mejoramiento progresivo de la calidad de vida de los segmentos emergentes.
· El uso de tarjetas de crédito en este segmento adquiere relevancia en la región, alcanzando un estimado de más de US$39 mil millones en el 2009.
· Más allá de la banca tradicional, los principales jugadores en la región incluyen las tiendas de comercios minoristas, las microfinancieras y otras entidades financieras no tradicionales (Cooperativas y Cajas de Ahorro y Crédito).
· La penetración de las tarjetas de pago en los segmentos emergentes de la región es de un 10%, comparado con un 16% de la población general.
3. Tipos de consumidor
Según su actitud hacia los gastos y la percepción y hábitos de consumo relacionados con los bancos, el ahorro, el crédito y el uso de tarjetas, el estudio de Visa determinó tres tipos de consumidores que forman parte de los segmentos emergentes en América Latina:
· Consumidor financiero: apoya las prácticas financieras y por lo tanto, utiliza los servicios bancarios (81% confía en los bancos y 64% tiene cuenta). Considera que el crédito es una buena opción (79%), conserva sus ahorros en los bancos (75%) y apoya el uso de tarjetas de débito (76%) y crédito (91%), ya que valoran la aceptación en todas partes. El 35% del segmento emergente en América Latina pertenece a esta categoría.
· Consumidor institucional: aunque confía en los bancos (51% lo hace totalmente y 54% tiene cuenta) y considera que estas instituciones ofrecen la mejor opción para ahorrar (100%), desconfían totalmente del crédito (84%) y de las tarjetas de crédito (86%). Se considera más organizado y precavido, por lo que acepta las tarjetas de débito (37% apoya su uso), aunque considera que tiene mayor control si utiliza efectivo. El 29% del segmento emergente en América Latina pertenece a esta categoría.
· Consumidor desconfiado: rechaza los instrumentos financieros, desconfía en los bancos (78%) y prefiere utilizar efectivo guardando sus ahorros en la casa (88% no tiene cuenta). 78% rechaza las tarjetas de crédito y 76% rechaza las de débito. El 36% del segmento emergente en América Latina pertenece a esta categoría.
4. Oportunidades concretas para inclusión financiera
· El estudio determinó que una de las condiciones claves para la implementación de productos financieros para los segmentos emergentes es un marco regulatorio que defina claramente los roles y las responsabilidades de los diferentes jugadores, reconozca los nuevos productos y defienda los derechos de los usuarios financieros.
· La comprensión de los hábitos y percepciones del segmento, permite que las instituciones bancarias desarrollen productos que les brinden valor al atender directamente sus necesidades.
· Al analizar el perfil de los consumidores de este segmento y entender el 65% que aun no está bancarizado, los resultados de este estudio conllevan a diseñar estrategias y canales no tradicionales para alcanzar a este sector de la población. Tecnologías como los pagos móviles y la expansión de redes de aceptación a comercios que atienden el segmento son esenciales.
· Los programas de educación financiera juegan un papel clave en la difusión de los beneficios de los productos financieros.
En el contexto de estos resultados y siendo América Latina y El Caribe casa de más de 156 millones de personas que forman parte de este segmento, existe una ventana de oportunidad para el desarrollo y crecimiento de los pagos electrónicos y por lo tanto, para el progreso económico de la región. Los múltiples beneficios del uso de tarjetas por parte de los consumidores emergentes se traducen en crecimiento económico en todos los niveles, por lo que Visa está enfocada en facilitar la inclusión financiera a través de su portafolio de productos y servicios especialmente diseñados para atender las necesidades de este sector:
· Visa Débito: permite el acceso seguro de los fondos del usuario y la conveniencia de usarlos en millones de comercios afiliados en todo el mundo, además de ofrecer un mayor control y monitoreo de los gastos.
· Visa Débito Nómina: permite a los consumidores recibir su salario directamente en una tarjeta de débito.
· Visa Prepago: las tarjetas prepagadas atienden una variedad de necesidades de este sector de la población, ya que no están asociadas a cuentas bancarias y permiten un mejor control del uso del dinero, mayor seguridad y conveniencia al no tener que manejar efectivo y contar con la aceptación en la red global de comercios afiliados.
· Visa Crédito: permite el acceso a una línea de crédito ofrecida por su banco emisor. Se trata de un medio de pago seguro, confiable y conveniente, ideal para financiar las compras en un corto espacio de tiempo.