Fue presentado el libro “Don Jacinto Vera: El misionero de los niños”, de la escritora uruguaya Laura Álvarez Goyoaga, ilustrado por niños de todo el país
La presentación de la obra estuvo a cargo del historiador P. Dr. Julio Fernández Techera S.I., de la Escritora Claudia Amengual, del Periodista Jaime Clara, y del Obispo de Canelones, Mons. Dr. Alberto Sanguinetti Montero.
“Don Jacinto Vera: El misionero de los niños” de Laura Álvarez Goyoaga fue presentado en un ambiente de fiesta el lunes 21 de noviembre, con el salón de actos del colegio Seminario colmado de gente. En la oportunidad se realizó también la entrega de premios a los ganadores del concurso de dibujos que ilustró el libro y la primera exposición de los trabajos finalistas, el cual contó con un jurado integrado por Don Carlos Paez Vilaró, Jaime Clara y Laura Álvarez Goyoaga.
En una especie de producción multimedia que conjuga el discurso literario, la retrocomunicación de un concurso a nivel nacional y la expresión plástica en técnica libre, “Don Jacinto Vera. El misionero de los niños” narra e ilustra anécdotas del primer Obispo uruguayo y una de las figuras más conocidas e influyentes en el Uruguay del siglo XIX, mediante los textos de Laura Álvarez y más de ciento treinta dibujos de niños que leyeron e interpretaron los cuentos de la autora, seleccionados entre las ilustraciones presentadas al concurso por unos cuatro mil niños participantes en todo el país. Los cuentos de la autora, basados en documentos históricos, complementan con perspectivas nuevas la novela Don Jacinto Vera. El misionero santo, publicada por Laura Álvarez Goyoaga en agosto de 2010, que ya va para su cuarta edición.
El historiador P. Dr. Julio Fernández Techera celebró la iniciativa y destacó la importancia de Monseñor Jacinto Vera, padre de la Iglesia nacional, fundador del Seminario y personaje necesario para entender la historia nacional.
La escritora Claudia Amengual señaló que Don Jacinto Vera. El misionero de los niños es un libro es de una enorme audacia, porque conjuga dos disciplinas: la escritura y las artes plásticas. “Y esa interdisciplinariedad es la que lo vuelve particularmente valioso” afirmó. Desde el punto de vista del estilo, lo calificó como un libro limpio. “El estilo limpio es despojado, no tiene retórica exagerada, va al grano, está destilado de palabras. No le sobra nada, es ágil y ameno. Los adultos lo van a disfrutar tanto como los niños. Es un libro para niños, no un libro infantil, que es otra cosa. Tampoco es un libro exclusivo para niños católicos, Don Jacinto Vera. El misionero de los niños está cargado de valores cristianos, pero los valores cristianos, son ‘los’ valores. Por eso pienso que puede llegar perfectamente a la casa de quienes no tengan fe o incluso que profesen otra religión. Invito a los adultos y a los niños a que recorran sus páginas. Es un encuentro de profunda alegría. Es un libro con proyección de futuro. Ni imaginamos el camino que Don Jacinto Vera. El misionero de los niños va a hacer. En este momento tan particular de nuestro país en el que estamos discutiendo valores, en que estamos tan preocupados por la educación o la violencia, un libro como este es realmente un motivo de felicidad”, concluyó su intervención Claudia Amengual.
Jaime Clara en su carácter de miembro del jurado junto a Don Carlos Páez Vilaró y Laura Alvarez Goyoaga, felicitó la iniciativa de integrar el dibujo como forma de expresión junto la literatura. Destacó la calidad de los trabajos y explicó que el jurado no sólo buscó elegir los mejores desde el punto de vista plástico, sino sobre todo aquellos que mejor representaran los cuentos. Señaló la importancia de que, en momentos en que nos quejamos de que los niños no leen, tengamos casi cuatro mil niños de todo el país que leyeron, interpretaron y dibujaron los cuentos de Laura Álvarez Goyoaga.
El Presidente del Departamento de Educación Católica de la CEU, Mons. Dr. Alberto Sanguinetti Montero agradeció el trabajo de la autora y la forma en que los niños se metieron en la historia y transmitieron cosas muy lindas. Señaló que Don Jacinto Vera. El misionero de los niños “es un soplo de vida, de color, de entusiasmo y de mucha verdad. Porque la verdad es lo que importa y la verdad está allí y ustedes la han ido encontrando”. Explicó que Don Jacinto Vera fue un hombre de mucho trabajo, que sabía de su responsabilidad, y que además, siempre tuvo alma de niño. Le gustaba bromear, quería a los niños y los niños lo querían a su vez. Se preocupó por su formación, fundando varios colegios. Era un hombre capaz de descubrir lo bueno en cada uno; tenía la capacidad de llegar a aquel a quien los demás no le daban tanta importancia. Le llamaron padre de los pobres, y fue un hombre de una gran confianza en Dios. Según Mons. Sanguinetti, “los niños fueron descubriendo de esos cuentos cosas que nos transmiten a nosotros a través de sus dibujos”. Aclaró que, si bien el Papa es quien proclama los Santos, sin embargo, y está bien que así sea, hay personas como Jacinto que tienen fama de santidad, algo que plasmaron los niños en los dibujos. Por último señaló que éste es nuestro santo, y el santo es una figura importantísima para un pueblo: “porque nos eleva a todos, nos pone a todos en movimiento, y eso lo reflejan los niños en sus ilustraciones”. Señaló que “Don Jacinto nos mueve a ser discípulos, misioneros, santos. Que seamos todos multiplicadores de la presencia de Don Jacinto Vera, el misionero santo, el misionero de los niños”, y auguró que este libro tendrá seguramente una gran difusión, por el entusiasmo que despertó en el público que desbordaba el salón de actos del Colegio Seminario.
Laura Álvarez Goyoaga, inició su carrera literaria con dos exitosas novelas de vampiros: Leyenda Nocturna y El Senador, cuando el único antecedente destacado del género a nivel nacional eran los cuentos de Horacio Quiroga. Con la novela Don Jacinto Vera. El misionero santo, publicó lo que fue calificado como el trabajo más importante sobre Jacinto Vera en los últimos cien años. En las páginas de Don Jacinto Vera. El misionero de los niños continúa su trayectoria innovadora, en un libro para la familia que conjuga la comunicación literaria con las artes visuales. Según sus palabras, continúa trabajando en su misión de contribuir a contar la “Historia que necesitamos conocer”.