Minera Aratiri de Uruguay: Último eslabón de una larga y desconocida cadena. De esta forma se presenta un informe jurídico de un prestigioso estudio de plaza, en donde quedan evidenciadas más dudas que certezas sobre las características de los eventuales interesados a adquirir el emprendimiento minero, involucrados en investigaciones sobre lavado de dinero. El presente informe, al cual ha aludido en las últimas horas el senador Jorge Saravia (Partido Nacional), también fue utilizado por el diputado Gerardo Amarilla que ofició de interpelante a tres ministros de gobierno. Sociedad Uruguaya lo comparte con sus lectores. 1. Introducción La presencia de la Minera Aratiri en Uruguay, perteneciente al conglomerado minero Zamin Resources Group, no pasa, a estas alturas, desapercibida a ningún uruguayo medianamente informado. Los ambiciosos planes de esta empresa multinacional incluyen ya avanzadas actividades de prospección y exploración y sus planes de construcción de un gran sistema de transporte de mineral y un puerto de aguas profundas en la costa atlántica. Esto ha hecho volar la fantasía de numerosos ciudadanos, que se prometen un futuro dorado en base a las multimillonarias inversiones en dólares prometidas y a un flujo de exportaciones de minerales a largo plazo, mientras que en otros la reacción ha sido de profunda preocupación temiendo daños medioambientales masivos o la destrucción irreversible de un modo de vida rural que aprecian. Pero hasta ahora el análisis se ha centrado en los posibles beneficios que podría arrojar para el país una actividad minera en una escala hasta ahora desconocida en el territorio nacional, en los daños medioambientales que casi con seguridad se producirían y/o en la forma de atenuarlos. El denominador común de todas estas preocupaciones y tomas de posiciones es que su alcance llega hasta las fronteras del país. Pero; ¿qué es Aratiri realmente? ¿Y Zamin Resources? ¿quién dirige a estas empresas? ¿con quién se asocian? ¿dónde han actuado con anterioridad y cómo? ¿con quién se relacionan, tanto en negocios como socialmente? Son aspectos a los que es necesario dedicarles también algo de atención. En un somerísimo esquema presentado en Uruguay en 2009, Zamin Resources – empresa de la que Aratiri es uno de los emprendimientos que posee en Sudamérica – se presenta como un grupo anglo-suizo de capitales indios. La realidad, no obstante, es bastante más compleja. 2. Las empresas 2.1 Zamin Resources En una página web bastante poco actualizada a fecha de febrero de 2011 Zamin Resources (www.zaminferrous.com), presenta la historia oficial y la estructura de la compañía. La empresa manifiesta tener “tres activos de exploración y desarrollo” en Sudamérica, localizados en Brasil y Uruguay: Valentines (desarrollada por Aratiri) en Uruguay, Greystone en Urandi, Bahía, Brasil y Bahia Mineraçao (Bamin). En realidad, la falta de actualización de la web lleva a confusiones: el 50% de esa empresa en propiedad de Zamin fue vendida a su propia socia en el emprendimiento, la compañía kazaja ENRC (Eurasian Natural Resources Corporation) en setiembre de 2010. Pero pese a que Bamin no pertenece más al grupo desde setiembre de 2010, su historia es sumamente ilustrativa sobre la forma de operar de Zamin Resources. En la información general de la compañía se indica que el fundador de la misma es el Sr. Pramod Agarwal, un hombre de negocios con más de treinta años de experiencia en la comercialización de materias primas a nivel mundial. En efecto, el Sr. Agarwal, que ha visitado Uruguay repetidas veces y ha sido recibido en audiencia privada por el Presidente de la República, es el fundador y – aparente – propietario de Zamin Resources, y la fuerza que ha impulsado su creación. Debe señalarse, no obstante, que la web oficial de Zamin indica solamente que el Sr. Agarwal es el “fundador” de la empresa, mientras que numerosas fuentes le señalan como el CEO (“Chief Executive OIfficer”, o Director Ejecutivo). La posición más importante de cualquier empresa, a cargo de la gestión y de la organización. En la sección “gestión”(“management”) de la web se indican nombres y antecedentes de algunos gestores profesionales con experiencia internacional, pero no de Agarwal. Numerosos indicios, apariciones públicas y antecedentes indican por lo contrario que Agarwal es efectivamente el máximo decisor en Zamin Ferrous y figura clave del conglomerado, y no un fundador al borde de la jubilación, como podría sugerir la web. 2.2 Bahía Mineraçao (Bamin) Bamin (Bahia Mineraçao) fue el primer proyecto empresarial de Zamin Ferrous – y de Agarwal – registrado en Iberoamérica, y por lo tanto el emprendimiento más desarrollado. Aunque ha sido recientemente enajenado totalmente por Zamin – y precisamente por eso – proporciona los elementos más interesantes para esclarecer la forma de operar de estas empresas y sus dirigentes. La historia de Bamin comienza con la adquisición en 2005 por parte de Joao Carlos Cavalcanti, un excéntrico geólogo brasileño, de los derechos de explotación de un yacimiento de mineral de hierro que había localizado en la zona de Caetité, Bahía. Esa reserva de hierro fue presentada a potenciales inversores internacionales por el grupo Opportunity, del banquero Daniel Dantas, asociado a la minera GME4, en la cual tenía intereses Cavalcanti. En esta oportunidad se buscan clientes en la industria siderúrgica interesados en escapar de proveedores tradicionales de materia prima. De esta forma se llama la atención de Lashki Mittal, y de su presunto agente, Pramod Agarwal, quien es quien encabeza el negocio de aquí en adelante. Inicialmente se incorporan al negocio Pramod Agarwal, a quien la prensa brasileña sindica como representante oculto del multibillonario hindú Lashki Mittal, y C. Sivasankaran, otro billonario hindú, cabeza del conglomerado Siva Ventures Ltd, que posee inversiones en todo el mundo en negocios que van desde la telefonía móvil hasta el agua mineral o el aceite de palma. La inversión inicial de los socios hindúes, que da lugar a Bahia Mineraçao, fue de US$ 150 millones . Agarwal adquiere el 50% de la compañía y retiene la presidencia, mientras que 20% quedan en manos de Sivasankaran y el 30% restante es conservado por GME4 (Cavalcanti y sus socios). A fines de 2006 Bamin pasa a ser controlada totalmente por Agarwal, quien adquiere la parte de Cavalcanti en otros US$ 150 millones. Poco más de un año más tarde – a inicios de 2008 – la composición accionaria de Bamin sufre otra reestructura radical, siendo el 50% de la empresa adquirida por el grupo kazajo Eurasian Natural Resources Corporation ENRC . En setiembre de 2010 ENRC adquiere el 50% de las acciones de Bamin aún en poder de Zamin por una suma de US$ 670 millones, con lo cual se convierte en única propietaria del emprendimiento minero Pedra de Ferro, ya en un nivel de desarrollo bastante avanzado. Se prevé su entrada en producción para 2013. Zamin ha vendido, entonces, por una cantidad estimada en unos US$ 1.000 millones el emprendimiento que había comprado a Cavalcanti en la cantidad aproximada de US$ 300 millones. No parece un mal negocio, en números redondos. Este es un aspecto interesante, pues de esta forma se ha comportado como una lo que se llama en el argot minero internacional como una “junior company”, es decir, como una empresa que localiza o adquiere un yacimiento sin desarrollar, lo pone en vías de funcionamiento, generalmente de la mano de un fuerte inversor (“major”) y luego lo deja en manos de ese inversor o explotador. Es de señalar que en entrevista concedida al programa “En Perspectiva“, de la radio montevideana “El Espectador” , el día 12.04.2010, el ingeniero Fernando Puntigliano, gerente de Aratiri, manifiesta que no es propósito de Zamin comportarse como una “junior company”, como se describe en el párrafo anterior, sino de conservar el control de sus explotaciones en el futuro. O bien la estrategia de Zamin difiere radicalmente en Brasil y en Uruguay, o su jefe no informa a sus lugartenientes como el Ing. Puntigliano sobre lo que cocina. Es interesante reproducir aquí el diálogo que se produce entre el ingeniero Puntigliano y los periodistas Juan Andrés Elhordoy y Emiliano Cotelo (los destacados son nuestros): JUAN ANDRÉS ELHORDOY: Minera Aratirí es el nombre del emprendimiento del conglomerado Zamin Ferrous, un grupo especializado en la exploración y el armado de proyectos para la explotación minera. A este tipo de empresas se las llama “junior company”, que se diferencian de las grandes empresas (BHP, Río Tinto y Vale) en que estas sí están dedicadas al tema hierro y suelen comprar los descubrimientos. Emiliano Cotelo C – Vamos a aclarar el concepto de “junior company”. FERNANDO PUNTIGLIANO: Primero tenemos que corregir algo de lo que se dijo al principio. Esta empresa no hace solo prospección y exploración, sino que también pretende hacer la explotación. JAE – Pretende, pero no tiene experiencia hasta ahora. FP – No, la primera explotación se va a hacer en uno de los proyectos en Brasil. Esto es interesante porque hace a la historia de la empresa, esta empresa ha hecho negociaciones o ha trabajado en el mercado mundial con metales, pero hace unos cinco años decidió dedicarse también a la prospección, exploración y explotación. Por tanto, si bien tal vez la empresa esté abierta a buscar socios para la explotación de hierro, si hubiera aquí la cantidad de hierro suficiente, pretende ser accionista mayoritaria en el emprendimiento. Es importante aclararlo, porque no se trata de vender el proyecto a otra empresa, sino que la empresa pretende ser accionista mayoritaria. JAE – En el caso de Brasil, de un emprendimiento que está en Bahía, la empresa ya vendió el 50% de las acciones. ¿Sería algo así? FP – Exacto; en el caso de Uruguay, por la buena calidad del hierro, por las muy buenas condiciones para sacarlo, la empresa pretende mantener la mayoría accionaria en toda la cadena productiva. Así me lo dijo el propietario de la empresa, el señor Pramod Agarwal. De las declaraciones de Puntiglliano se desprende entonces que Zamin realiza con Bahia Mineraçao y en el período que va desde abril a septiembre de 2010 un cambio radical de estrategia, dejando su proyecto en manos de Eurasian National Resources Corporation, de Kazajstán, luego de haber firmado en marzo de 2007 una carta de intenciones con el gobierno de Bahía para la explotación del yacimiento y haberlo comprometido al Gobierno Federal Brasileño en la construcción de una línea ferroviaria de 1.500 km de longitud a los solos efectos de extraer ese mineral. Dos años más tarde, Zamin vende y todo queda en manos de un socio al que le ha abierto la puerta y cuyas credenciales, como se sostiene en información pública, no son tan inmaculadas como sería de desear. Además, el Ing. Puntigliano confirma que Pramod Agarwal es el propietario de Zamin, algo que siendo él uno de los empleados principales de la firma debe saber bien. 2.3 Eurasian Natural Resources Corporation La Eurasian National Resources Corporation (ENRC) adquiere el 50% de BAMIN a comienzos de 2008 y la totalidad de sus acciones en setiembre de 2010. Es Zamin Resources, entonces, quien abre la puerta a la entrada de esta empresa centroasiática en la minería brasileña. ENRC se define a sí misma como “un grupo líder en el área de los recursos naturales, que realiza operaciones integradas de explotación, procesado, logística y marketing de minerales.” Sus ventas brutas anuales exceden los US$ 6.800 millones (www.enrc.com). Tiene su sede en Londres y su Junta Directiva está cuajada de nombres anglosajones y germánicos. Pero su verdadero foco de actividades se encuentra en Kazajstán y sus propietarios son el gobierno de Kazajstán y un grupo de multimillonarios empresarios centroasiáticos conocidos como “la Troika”. La composición de la propiedad de ENRC, a fecha 20.12.2010, es la siguiente: Orden Inversor Número de acciones Porcentaje del Capital 1 Kazakhmys Plc 334,824,860 26.00% 2 Mr Alexander Mashkevitch 187,836,250 14.59% 2 Mr Alijan Ibragimov 187,836,250 14.59% 2 Mr Patokh Chodiev 187,836,250 14.59% 5 Comité Propiedad Estatal y Privatización del Ministerio de Finanzas de Kazajstán 150,047,116 11.65% 6 BlackRock Advisors (Inversor institucional) 35,580,286 2.76% 7 Legal & General Investment Management Ltd. (Reino Unido) 15,550,916 1.21% 8 AXA (Inversor Institucional) 13,428,650 1.04% 9 T Rowe Price Associates (Inversor Institucional) 12,221,061 0.95% 10 Norges Bank Investment Management (NBIM) 9,867,008 0.77% Otros 2,100,000 Capital accionariototal 1,287,750,000 Flotación libre: 237,366,081 18.43% La corporación tiene más de 70.000 empleados en todo el mundo, más de 65.000 en Kazajstán. Sus operaciones en ese país centroasiático representan una parte sustancial del producto bruto del mismo. Aunque su actividad es verdaderamente global, con importante presencia en China, Rusia, África (Congo, Zambia, Mozambique, Zimbabwe, Mali y Sudáfrica) y Brasil. En Brasil, ENRC desembarca de la mano de Pramod Agarwal, al adquirir el 50% de su emprendimiento bahiano a comienzos de 2008. Dos años y medio más tarde, ENRC consolida su presencia en Brasil al comprar a su socio el resto del paquete accionario de BAMIN (ver capítulo 2.2), y además una opción de compra del restante activo minero de Zamin en Brasil, Greystone. Además de la adquisición del 100% de MIBA (Mineraçao Minas Bahia, perteneciente a la familia Couri, no confundir con la también adquirida BAMIN) y suscribirá por acciones de nueva emisión de Mineraçao Peixe Bravo, cubriendo el 51% del capital accionario. O sea que la cabeza de playa abierta por ENRC en Brasil con BAMIN en 2008 se ha transformado en un desembarco en toda regla. ENRC está en Brasil para quedarse. 3. Los personajes 3.1 Pramod Agarwal Pramod Agarwal es el empresario indio propietario y director de Zamin Ferrous, y por lo tanto también de Aratiri, filial de la anterior. Agarwal comienza su actividad como hombre de negocios siendo un adolescente de 17 años, a comienzos de la década del 70 del siglo pasado. Comienza a trabajar en la empresa de su padre en Bombay (Mumbai), dedicándose inicialmente a la exportación de textiles a la aún existente Unión Soviética. Luego de cuatro años – vale decir, a la edad de 21 años – el joven Agarwal se traslada a Hong Kong, donde gestiona otra empresa de su grupo familiar. En 1981 independiza sus negocios y funda Texuna International Limited, dedicada al comercio de materias primas en Asia – cemento, algodón, granos. Una empresa que crece rápidamente a nivel internacional. Con el advenimiento de la “Perestroika” y la rápida liberalización de la economía soviética y post-soviética a fines de los 80, surgen las grandes oportunidades de negocio. Pramod Agarwal refresca sus lazos comerciales en Rusia y su compañía prospera rápidamente. No obstante, Agarwal evita en ese momento tomar el camino de Moscú – que a otros hombres de negocios les parecía obvio -, y se decide por Uzbekistán para establecerse en lo que ya era una antigua república soviética. En 1992 abre una sucursal en Tashkent, a la que sigue un año más tarde una oficina en Moscú. Luego otras en numerosas ciudades del centro de Asia. En 1995 su empresa comercial tiene ventas brutas del orden de los US$ 200 millones anuales. Texuna crece explosivamente en el comercio de materias primas, actuando tanto dentro de la “Comunidad de Estados Independientes”, la organización regional creada luego de la disolución de la Unión Soviética, como fuera de ella. Se convierte en un gran comerciante de algodón, de acero, de granos, de petróleo, con abultadas cifras. Otra línea de negocio en ese momento es el introducir empresas extranjeras en los difíciles mercados de esas regiones. El siguiente paso en la evolución de la compañía es desplazar su tipo de negocios desde las actividades exclusivamente comerciales a las inversoras. De acuerdo con “Russian Business and Trade Connections”, una revista vinculada al Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación Rusa, que se editó a fines del siglo pasado y con la cual Pramod mantuvo una cordial relación, Texuna realiza importantes inversiones en la Comunidad en esos años, entre las cuales destaca la adquisición de una mina de fosfatos y una fábrica de fertilizantes en Kazajstán, un país dónde sus futuros socios de la “Eurasian Natrural Resources Corporation” también andaban adquiriendo gangas en esa época de privatizaciones. En la adquisición del complejo de 16.000 empleados en ese momento, “Texuna Chemicals“ paga US$ 500 millones. Es también en 1998 que Texuna muda su sede central – que hasta entonces se mantenía en Hong Kong – a Londres. A la dirección 30 Saint Georges Street, Mayfair; la misma de la sede central actual de Zamin, por otra parte, lo que confirma la identidad física de ambas compañías. Pero en 2003 Pramod Agarwal tiene dificultades serias con la justicia, las que a su vez serían la causa de su fracaso al intentar adquirir una empresa comercializadora de metales norteamericana (Gerald Metals, Inc) y obtener así el prestigio de poder operar desde suelo estadounidense. El 27.05.2003, American Metal Markets, una publicación especializada de la minería de metales, anunciaba que la compañía comercializadora de metales Gerald Metals de Stamford, Connecticut, EE.UU., había sido vendida a su cuerpo directivo (“management buyout“) en una operación financiada y dirigida por Pramod Agarwal, el propietario de Texuna International. En el nuevo esquema directivo de la compañía Agarwal se convierte en presidente de la compañía aunque es en ese momento y en los Estados Unidos, un recién llegado, casi un desconocido, en el comercio de metales. Dos días más tarde (29.05) se informa que clientes y proveedores de Gerald Metals están realizando investigaciones sobre los antecedentes generales y crediticios de Texuna. Pese a que se manifiesta que son procedimientos rutinarios, algo debía haber despertado suspicacias. Al día siguiente el editor de American Metal Markets recibe una carta firmada por los nuevos vicepresidentes ejecutivos de Gerald Metals aclarando que esta compañía y Texuna se mantienen como entidades independientes y que Pramod Agarwal no asumirá posiciones de gestión en la compañía, sino que se mantiene como Presidente de la Junta Directiva, sin responsabilidad operativa. No obstante, el 21.07. se informa que Agarwal ha abandonado la presidencia de su nueva compañía norteamericana y también su junta directiva. Diez días más tarde se da a conocer el arresto en Hong Kong y la acusación de fraude contra el gerente de Texuna International, Rajendra Jain. Acusación que se formaliza el 20 de agosto de ese año, cuando la Corte de Distrito de la Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China acusa penalmente a Rajendra Jain, Gerente de la central de Texuna en esa ciudad, de conspiración para cometer fraude. Como co-conspirador, la Corte nombra a Pramod Agarwal. El monto del – hasta ese momento presunto – fraude ascendía a aproximadamente US$2,1 millones. La acusación de la Oficina Anticorrupción de Hong Kong había sido precedida por sospechas de este tipo de redundancias en las oficinas de Agarwal, Texuna, tanto en Hong Kong como en la central de Londres. Además, existían informes sobre presuntas irregularidades fiscales. Al comparecer frente al juez el día 19.09, Jain se declara inocente, pero en enero del año siguiente es hallado culpable de cargos que se le acusan y condenado a 18 meses de prisión, con condena suspendida. Agarwal nunca fue acusado oficialmente de esta maniobra, aunque la Oficina Anticorrupción de Hong Kong parece haber tenido razones para suponer que estuviera implicado en los hechos. De todas formas, el 19 de septiembre de 2003 se anuncia en Stanford la separación definitiva de Agarwal de Gerald Metals. La simple sospecha de su participación en un fraude – fue su subordinado y gerente quien fue condenado – y de manejos poco claros con las cuentas de su empresa y de retrasos fiscales en la misma fue motivo suficiente para que fuese obligado a retirarse de la empresa que había adquirido en Connecticut y para que no volviese a realizar negocios en los Estados Unidos de América. Luego de lo ocurrido, no se tiene constancia de que Agarwal pueda seguir haciendo negocios ni en Hong Kong ni en los Estados Unidos y como su participación en la minera de Brasil fue vendida a sus socios kazajos, Uruguay constituye su actual plataforma de actividades por estas regiones. Tres años más tarde de lo ocurrido en Hong Kong y Estados Unidos, Pramod Agarwal, ya como principal de Zamin, entra en sociedad con Joao Cavalcanti en Bahia Mineraçao, presumiblemente representando los intereses de Lakshi Mittal (ver capítulo 2.2), y poco después comienzan sus operaciones con Aratiri en Uruguay. 3.2 La Troika kazaja: Chodiev, Ibragimov y Mashkevitch 3.2.1 Los tres “troikos” En el capítulo 3.2 sobre ENRC se indican las informaciones disponibles sobre los propietarios de esa corporación kazaja que ha adquirido de Zamin la totalidad de las acciones de Bahía Mineraçao, luego de un corto período de sociedad de poco más de dos años. Tres de los propietarios: Alexander Mashkevitch, Patok Chodiev y Alijan Ibragimov son los fundadores de la compañía y controlan entre ellos el 43% de las acciones. Por la estrecha relación de negocios y personal que mantienen (siempre se han presentado en público como verdaderos amigos), su historia – que es la historia de ENRC – es de gran interés para desentrañar el “modus operandi” de estos socios de Zamin, quien tuvo la gentileza de introducirlos en Brasil. Ellos han mantenido sus negocios e intereses tan estrechamente ligados entre sí que son conocidos por el apodo colectivo de “el Trío” o “la Troika”. Patok Chodiev, nacido en 1953, es un oligarca uzbeco con base oficial en Londres y con ciudadanía belga. Junto con sus amigos de la Troika, su fortuna se origina comerciando con petróleo, gas natural, minerales y banca en Kazajstán. El listado mundial de billonarios en dólares que publica la revista Forbes coloca su riqueza personal en el puesto 287 (2010). Alijan Ibragimov, el segundo miembro de la Troika, es el que mantiene una mayor discreción con respecto a sus actividades. Nacido en Kirguistán, tiene 57 años de edad y reside con su familia (esposa y seis hijos) en Almaty y posee una fortuna personal que se estima en US$3.300 millones (2010). Musulmán devoto, se resiste a ser fotografiado alegando motivos religiosos. Existen pocas imágenes públicas de Ibragimov. Alexander Mashkevitch es el miembro más “mediático” de la Troika. Nacido en Frunze, Kirguistán, en 1954, tiene pasaporte kazajo e israelí. Graduado en lingüística en la Universidad Estatal de Kirguistán, comenzó su vida profesional como académico en esa casa de estudios, siendo nombrado decano de su facultad a la edad de 26 años. Pero cambió esa profesión por la de hombre de negocios en el momento de la disolución de la Unión Soviética. Es en el desarrollo de esa carrera que Mashkevitch y sus amigos ganan control de una buena porción de los recursos minerales de Kazajstán, sentando las bases de sus fabulosas fortunas. Es casado y tiene dos hijos. La historia del fabuloso ascenso de la “Troika”, jalonada de denuncias, sonados procesos judiciales y rumores de actividades ilegales e inclusive criminales, comienza en 1987. En ese año, Mashkevitch e Ibragimov, atraídos por las reformas de Gorbatschow, se trasladan a Moscú, donde comercian con todo lo que les caía en manos. Chodiev, antiguo funcionario soviético de comercio exterior y tal vez ex – KGB, se les une dos años más tarde. “Comprábamos a precios estúpidos, vendíamos a precios locos, y nos forrábamos”, rememora Chodiev. Buena parte de sus actividades comerciales se llevaban a cabo con Kazajstán, donde las normas comerciales de la ya moribunda Unión Soviética eran aun más porosas que en Moscú y las importaciones y exportaciones eran aun más interesantes. Algo que también utiliza, más o menos por la misma época, Pramod Agarwal, quién desarrolla sus actividades en Uzbekistán, antes de comenzar a operar en Moscú. 3.2.2 El gran salto adelante: sociedad y disputa con Trans World En 1994 el Trio manejaba 25 compañías distintas. Pero entonces se produce en Rusia y las ex – Repúblicas Soviéticas una gran hiperinflación. El comercio entra en crisis y la industria prácticamente se detiene. Pero donde todo el mundo veía dificultades, los tres ven oportunidades. Solo que, pese a que la fortuna les sonreía y que las minas y fábricas del arruinado capitalismo de Estado soviético eran vendidas por sus administradores por calderilla, se necesitaba más capital para sus nuevos proyectos. Se trataba de jugar en una división superior. Es entonces que se llega a un acuerdo con Trans – World, un gran comerciante de metales que actuaba en la Unión Soviética, con base en Londres y propiedad de los hermanos David y Simon Reuben, que mantienen tratos con el comerciante de metales uzbeko Lev Chernoy . Se forma un entramado de sociedades con el objetivo de comprar cuatro grandes sociedades mineras kazajas. El trío suministraba los conocimientos sobre el terreno y los contactos indispensables, Trans – World la venta del mineral en el exterior. Curiosamente, uno de los objetivos de la sociedad entre los tres y Trans World fue la obtención de un contrato para administrar Aluminios de Kazajstán, una fábrica estatal de alúmina. Unos meses más tarde la empresa fue privatizada, y el trío ganó la licitación para comprarla. No obstante, la sociedad con Trans – World se disuelve en 1997, en medio de recriminaciones mutuas y la Troika, ya consolidada en Kazajstán, continúa haciendo avanzar allí sus negocios, en medio de privatizaciones discutidas.. Aún antes de ello, en 1995, nuevas concesiones mineras se van añadiendo al naciente imperio, y es en esa época que se intensifican los rumores sobre tratos de favor por parte de las autoridades kazajas, y en particular del hombre fuerte del país, el antiguo secretario del Partido Comunista kazajo y actual presidente Sultan Nazarbayev. Acusaciones que el trío, por supuesto, niega. Es también en esta época que los tres socios son acusados en Bélgica de lavado de dinero, falsificación de documentos y asociación criminal. El caso se ha movido muy lentamente y hasta el día de hoy permanece abierto. En una serie de artículos publicados en Le Soir de Bruselas en los años 2000/2001 , el periodista belga André Lallemand explica con cierto detalle los hechos que llevaron a la fundada sospecha de la participación de los tres oligarcas en multimillonarias transacciones y pagos recepción de comisiones ilegales. Lallemand publica en Le Soir entre diciembre de 1999 y junio de 2001 una serie de artículos sobre las tres transacciones realizadas por los tres amigos que en esos años llegaron hasta los tribunales belgas, suizos y británicos. La primera de ellas concierne a la asociación y posterior disputa con Trans World. Interesante es reproducir lo que escribe Alain Lallemand sobre este asunto: “En diciembre de 1997, la representación suiza de una sociedad de Bahamas, Trans – World Metals SA, presenta una demanda contra el trío kazajo por falsificación documental, estafa, abuso de confianza, amenazas, asociación criminal. Los hechos se han producido en Kazajstán, los abogados de Trans – World tienen su base en Londres, pero los tres kazajos sospechosos residen en Bélgica….” “El perfil del demandante es complejo. Trans – World es una sociedad que en 1994 había sido mencionada por el “Moscow Times” por haber sido víctima de prácticas mafiosas rusas y haber visto como le birlaban el 20% de acciones que poseía en la compañía de aluminio Krasnoiarsk, en Siberia Oriental, una de las más importantes del mundo. También presenta demandas judiciales en Kazajstán contra su socio – el Estado kazajo – , que serán desestimadas. Además, ha estado vinculada a Lev Chernoy, hombre de negocios de Tashkent (Uzbekistán), procesado en Estados Unidos, Suiza y Gran Bretaña por blanqueo de capitales y del cual se sospecha que mantiene vínculos estrechos con el crimen organizado ruso. “ “Trans World se querella esta vez – réplica exacta de lo que le había pasado en Siberia – de haber sido despojada en 1997 de su representación en el seno de las sociedades kazajas que ha adquirido luego de su privatización constituyendo “joint ventures” con el trio kazajo. Trío que le había sido presentado, por otra parte, por Lev Chernoy”… “Luego de tomar el poder mediante procuraciones ahora disputadas, el “trío” crea inmediatamente en Tórtola, una de las Isla Vírgenes británicas, una sociedad destinada a sifonear a la clientela de Trans – World. Esta empresa acusa al trío de enviar una banda armada a un banco de Alma – Ata con el fin de borrar las trazas administrativas de la privatización e impedir toda acción judicial.” “Los frutos de esos supuestos desfalcos de sociedades y materias primas (hierro y cromo) habrían ya arribado a Bélgica por la vía de las cuentas belgas de la sociedad en Tortola (se han recuperado unos US$44.4 millones) y de su apéndice, una sociedad de derecho belga nueva situada en la Avenida Louise de Bruselas.” 3.2.2 El “affaire” Tractebel En 1996, la sociedad belga de electricidad y gas Tractebel intenta obtener una concesión exclusiva para el transporte y almacenamiento de gas natural desde el territorio de la ex república soviética de Kazajstán. La llave de un mercado prometedor y una posición estratégica en esa región rica en energía. A fin de llevar adelante sus negocios, Tractebel recluta la ayuda de los tres hombres de negocios locales que conocemos, y que también ya eran conocidos de la justicia belga por su participación en el turbio episodio de Trans World descrito en el apartado anterior. Es investigando ese asunto que la justicia suiza tropieza en Londres con una multitud de operaciones financieras en beneficio de las cuentas o sociedades del trío kazajo. El administrador de esas cuentas era el yerno de un conocido ministro kazajo. ¿Una prolongación del caso Trans World? Eso se descartó al comprobarse que a través de esas cuentas fluyeron unos US$ 33 millones canalizados por Tractebel desde su implantación en Kazajstán en 1996. Cantidades rotuladas como “honorarios de consultoría.” Por pedido de Bélgica, pero también siguiendo su propia iniciativa, Suiza investiga sobre esas comisiones, presumiendo un monto total de US$ 55 millones. La justicia suiza y belga investigan entonces durante varios meses cómo y por qué los tres hombres de negocios kazajos, sospechosos de vinculaciones con el crimen organizado, se asocian con la sociedad belga Tractebel. Y más precisamente, los jueces quieren saber bajo qué condiciones la empresa paga, entre 1997 y 1998, una comisión de US$ 55 millones a este trio. ¿Se ha utilizado el dinero para corromper a políticos kazajos, o han regresado a Bélgica por otros caminos, a fin de pagar •retrocoimas -“kickbacks”- secretas a personas próximas a Tractebel? Ya en esa primera fase se encuentran indicios que ambas teorías son parcialmente ciertas, y que el trío actúa como lavadero en esas transacciones . Y entonces el proceso toma un giro inesperado, teatral. El 10 de noviembre de 1999, la propia Tractebel formula una denuncia vinculada con los mismos hechos y autores. En el centro de esa nueva denuncia están los US$ 55 millones desembolsados por Tractebel a su paso por Kazajstán y cuyo destino final quedó por aclarar. Aquí da comienzo un proceso judicial que según el periodista Gilbert Dupont, de “La Dérniere Heure”, de Bruselas , ha durado 11 años y batido todos los records de lentitud. Finalmente, en febrero de 2011, la corte belga ha decidido inculpar a Chodiev, Maschkevitch y Abragimov – y a otra media docena de sospechosos – en relación con este asunto. Los cargos son de falsificación, blanqueo de capitales y asociación delictiva, y de ser encontrados culpables, podrían acarrearles condenas de prisión de hasta seis años. Los detalles de la fase inicial de este prolongadísimo proceso han sido descritos por Alain Lallemand en una sucesión de artículos publicados en el diario “Le Soir” de Bruselas entre 1999 y 2000, un proceso abierto que parece que finalmente se aproxima a un desenlace – pese a los esfuerzos de los tres de escapar al tribunal. 3.2.3 Imagen pública reciente A la vista de los sucesos descritos anteriormente, surge un perfil de los tres propietarios principales de la Eurasian National Resources Corporation como hombres de negocios poco claros, que ascienden a su calidad de multibillonarios en el mundo salvajemente corrupto de la disolución de la Unión Soviética, utilizando para ello métodos que los han llevado a frecuentes choques con las autoridades. Su camino a la cumbre está jalonado de acusaciones por blanqueo de dinero en gran escala, engaños, tratos mafiosoides, tráfico de influencias, intercambio de favores. Puede no obstante pensarse que eso es algo casi normal en las circunstancias que siguieron a la desaparición del capitalismo de estado soviético y que las empresas privadas y semi-estatales (los límites son difusos) que surgen de ese torbellino han abandonado gradualmente las prácticas tipo “Lejano Oeste” que las vieron nacer y tienden actualmente a la normalidad de la maximización de utilidades. Lamentablemente, en el caso de ENRC – hasta hace seis meses socio de Zamin en Brasil – y de sus principales, esto parece que no es así. Recientemente el nombre de Alexander Mashkevicht aparece otra vez en titulares al ser detenido por la guardia costera turca a bordo de un emblemático yate que navegaba por el Egeo y donde se celebraba en ese momento una fiesta muy entretenida con damas de dudosa virtud, alguna de ellas menores de edad. Según informes de prensa en el yate, que había sido arrendado por el magnate kazajo, navegaban además una veintena de influyentes figuras de la política y los negocios centroasiáticos. En realidad, esta poco edificante nota al pie de página no parece estar al nivel de un hombre del calibre de Mashkevitch. Él aparece, no obstante, como financiando la diversión. Y en eso si que Alexander se mueve en su terreno: el de montar arreglos bajo condiciones y de consecuencias nada claros. Los propietarios de ENRC siguen, entonces, sin abandonar su forma de operar. Y pese a algunos desmentidos, esto no ayudará a mejorar la imagen de ENRC, quien actualmente arroja nuevamente dudas sobre la forma en que es dirigida (“corporate governance”) por la adquisición de yacimientos minerales en la República Democrática del Congo que previamente habían sido expropiados a empresas rivales. Un nuevo escándalo que se cierne sobre ENRC, el hasta hace nada socio de Zamin, que ya está empañando otra vez seriamente su imagen en la comunidad financiera internacional y es causa de demandas legales. 3.2.4