Declaración de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) por el asesinato del compañero Manuel Gutiérrez Reinoso a manos de los carabineros chilenos.

Hace  ni siquiera dos semanas marchábamos junto a compañeros de toda América recordando a nuestros mártires, simbolizados en la figura de Líber Arce. El Miércoles pasado reclamábamos justicia  por los asesinados en el Filtro.

Hoy debemos caer en cuenta que, cuando el enemigo se siente arrinconado, este tipo de respuestas siguen vigentes. Hoy Viernes murió, en la madrugada, un compañero de 14 años, un estudiante que no hacía más que desfilar por las calles de Santiago de Chile, reclamando lo que nos corresponde por derecho: educación, comida, trabajo.

No era una marcha aislada, era y es un movimiento de liberación el que recorre nuestro hermano país de Chile, el que hace temblar el poder instaurado por el imperialismo y que hoy en día zozobra. Ese poder tiene miedo, y como una fiera acorralada, recurre a la violencia. Ya lo vivimos en nuestro país y en todo el continente a través de dictaduras donde sufrimos asesinatos, violaciones a los derechos humanos de todo tipo, desaparecidos; no lo olvidamos, igual que no olvidaremos a Manuel Gutiérrez Reinoso.

Y por qué responde así el gobierno chileno? Por qué ataca de esa forma el imperialismo a nuestros compañeros? Porque lo que se ha logrado en Chile es mucho: se ha conseguido organizar al campo popular en un movimiento amplio y sólido que une en la lucha a los compañeros Estudiantes y Trabajadores, que puede convocar a un paro general de 48 Horas que paraliza al país entero, que saca a las calles a cientos de miles de compañeros en defensa de los derechos más básicos a los que podemos aspirar, que propone una reforma constitucional para Chile.

Hace varios meses que los estudiantes chilenos reclaman una educación gratuita, de libre acceso, que se entienda como un derecho por igual para todo el pueblo Chileno, y que no esté sometida al mercado. Esta lucha, que sostenemos aquí y que es común al movimiento estudiantil latinoamericano, ha generado conciencia y movilización en nuestro país hermano, y cuando a la lucha de los estudiantes, se suman los trabajadores organizados, el imperialismo se asusta. Y cuando se asusta, responde. Y ante su respuesta, nos queda la tarea de seguir luchando, de seguir organizando, de seguir acumulando, porque como nos decía Salvador Allende hace más de 4 décadas,

«La historia es nuestra y la hacen los pueblos.»

ASCEEP — FEUU