Versión taquigráfica donde el Senador Gustavo Penadés en la sesión del Senado del día miércoles 13 de julio, destacó la importancia de la labor que lleva adelante la Institución sin fines de lucro el Instituto de Genealógico del Uruguay, el que apunta a nuclear a los investigadores y estudiosos de la ciencia genealógica y afines como medio de contribuir al enriquecimiento del patrimonio cultural de la Nación mediante la difusión de los trabajos e investigaciones de estas disciplinas. El legislador celebró la integración de esa institución en la Comisión Científico Internacional.
“Señor Presidente: en el día de hoy queremos referirnos al Instituto de Estudios Genealógicos del Uruguay. Se trata de una asociación civil sin fines de lucro, que fue fundada el 26 de mayo de 1979 por un grupo de estudiosos de las ciencias genealógicas. Su objetivo principal es nuclear a los investigadores y estudiosos de la ciencia y afines, como forma de contribuir al enriquecimiento del patrimonio cultural de la Nación mediante la difusión de los trabajos e investigaciones sobre estas disciplinas.
A lo largo de su historia el Instituto ha desarrollado exitosamente distintos programas, manteniendo su presencia en todo el país y procurando que en cada uno de los departamentos exista un corresponsal vinculado a sus actividades.
El Instituto de Estudios Genealógicos se encuentra integrado a la comunidad científica internacional. En tal sentido, en 1980 ingresó a la Confederación Internacional de Genealogía y Heráldica, y participó en Encuentros y Congresos realizados en Madrid, Santiago de Compostela, Viena, Buenos Aires, La Plata, Córdoba, La Paz, San José de Costa Rica, Sucre, Santiago de Chile y Asunción, entre muchos otros. Asimismo, fue anfitrión de la VIII Reunión Americana de Genealogía, realizada en Montevideo en mayo de 1999.
Periódicamente el Instituto organiza jornadas, seminarios y exposiciones sobre su especialidad, tales como las I Jornadas Genealógicas y Heráldicas Británicas y la 2da. Exposición de Genealogía, Heráldica e Iconografía.
El Instituto Genealógico del Uruguay realiza una intensa labor que comprende genealogías presentes en el Uruguay, asesorando a la población y a entidades gubernamentales, nacionales y extranjeras. A modo de ejemplo de esa labor, puede señalarse la investigación sobre descendientes de los Constituyentes de 1830 que le fuera solicitada por el Gobierno Nacional. Es de destacar, también, que con el transcurso del tiempo el Instituto ha incrementado su biblioteca, que en la actualidad es un referente permanente de consulta y satisface las necesidades de socios e investigadores.
La Revista del Instituto es la única publicación de esta especialidad existente en el País; hasta el presente lleva publicados treinta y tres números de gran difusión nacional e internacional, encontrándose la mayoría de ellos agotados, por lo que sería más que interesante propiciar la reimpresión de algunos de sus números, por ejemplo el Nº 31 sobre la Herencia Indígena en el Uruguay.
A partir del año 1990, con el apoyo del Departamento de Microfilmación del Ministerio de Defensa Nacional, se formó una filmoteca que contiene documentación de los archivos parroquiales más antiguos del país, como son los de: la Iglesia Matriz de Montevideo, de 1727; la Iglesia de la Aguada, de 1838; la Catedral de Minas, de 1783; la Catedral de San José, de 1783 y Nuestra Señora de la Santísima Trinidad de los Porongos, Flores, de 1803. Más recientemente, se trabajó en los repositorios eclesiásticos de Melo, Tacuarembó, Paysandú y Treinta y Tres. Todo ello es fruto del esfuerzo que casi en solitario realizan los socios y amigos de la institución, sin recibir ninguna clase de subsidio ni aporte de la comunidad nacional.
Actualmente, el Instituto de Estudios Genealógicos del Uruguay se reúne en una pequeña sala, amablemente cedida por el Club Durazno, pero que se revela absolutamente insuficiente para cumplir en forma adecuada con los propósitos que animan a una institución científica de tanta importancia y significación. Estamos seguros, señor Presidente, de que en alguno de los múltiples inmuebles de que dispone el Estado sería posible hallar un espacio digno para que el Instituto desarrolle sus actividades con el decoro y la dignidad que merece por su trayectoria y compromiso con la comunidad y las Ciencias Históricas.
Realmente es trascendente la labor que cumple esta institución. Sé que en ocasiones se asocian el concepto de genealogía con el de aristocracia, pero nada más lejano de la realidad, ya que se trata de una ciencia auxiliar de la Historia, como lo son la numismática y la arqueología. Si hoy quisiéramos hurgar en nuestra historia, en la de nuestros antepasados, en la de los primeros orientales o de la comunidad indígena de nuestro país, deberemos recurrir, necesariamente a dicha disciplina.
Por lo expuesto, me he permitido traer este tema al Senado para llamar la atención en cuanto a que esta institución no recibe absolutamente ninguna clase de apoyo del Gobierno Nacional ni de ninguna institución pública de nuestro país, sino que se financia solamente con los aportes que realizan los socios, a pesar de la importantísima tarea que desarrolla en beneficio de la comunidad nacional.
Culmino, señor Presidente, reiterando que los miembros del Instituto se reúnen en una sala que les presta el Club Durazno. Estoy seguro de que el Ministerio de Educación y Cultura , que dispone de una gran cantidad de propiedades, estaría en condiciones de proporcionar los espacios necesarios a los efectos de que esta importante institución desarrolle sus actividades con la dignidad y el decoro que merece.
Solicito que la versión taquigráfica de mis palabras se remita al Ministerio de Educación y Cultura, a la Intendencia de Montevideo y al Instituto de Estudios Genealógicos del Uruguay”.