Un estudio sobre el principal fármaco contra el tabaquismo ha llegado a conclusiones controvertidas. Según el informe que publica el Canadian Medical Association Journal, los fumadores que hacen uso de la vareniclina —comercializada por Pfizer como Champix o Chantix, según el país— tienen un 72% más de posibilidades de ser hospitalizados por infarto u otras afecciones cardiacas serias. «La gente quiere dejar de fumar para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular, pero están tomando un medicamento que aumenta el riesgo de muchos de los problemas que tratan de evitar», señala el autor de la investigación, Sonal Singh.
En el estudio se han analizado 14 ensayos clínicos que afectaban a un total de 8.200 personas sanas que recibieron o bien vareniclina o bien un placebo. Se les siguió durante un año como máximo, la media de edad era inferior a los 45 años y la mayoría eran hombres. Mientras que el número de fallecidos en cada grupo fue el mismo, siete, se detectó que el riesgo de sufrir un episodio cardiovascular que requiriese hospitalización se elevaba un 72% en aquellos que tomaron vareniclina.
Además, en el estudio se advierte del «modesto» incremento en las opciones de éxito del medicamento para dejar de fumar frente a los intentos sin ayuda.
Pfizer se ha mostrado en absoluto desacuerdo. Según José Cháves, portavoz médico de la farmacéutica, se trata de un «metaanálisis» y no de un estudio «ad hoc» sobre la incidencia en las enfermedades cardiovasculares, además de que «los pacientes con placebo abandonan antes el tratamiento, con lo que desaparecen del estudio y numéricamente es más fácil que haya morbilidad» en los que toman vareniclina. Además, asegura que el estudio no indica si los problemas se produjeron durante el tratamiento, que dura tres meses, o en la fase de seguimiento.
El cardiólogo Víctor López García-Aranda también resta credibilidad al estudio. Entre otros argumentos, cree que la diferencia del 72% «no está situada en el contexto oportuno, ya que el porcentaje relativo realmente representa una diferencia de 0.24% (1.06 con vareniclina vs. 0.82% con placebo)», lo que significa «un modesto incremento de efectos adversos». Asimismo, opina que el análisis de eventos cardiovasculares es muy pequeño y «limita extraordinariamente la interpretación de los resultados».
Fuente: www.abc.es
Colaboración: Rodrigo Bais. rolobais@gmail.com