Compartimos la información difundida en el espacio en Facebook de Carlos Alvarez Cozzi, bajo el título “Uruguay, increíble: Ministro de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) representa a Masonería en denuncia penal ante el propio Poder Judicial”.
Robo. Jorge Chediak denunció a un ex tesorero de la institución.
Chediak presentó denuncia en calidad de denunciante ANTE UN JUEZ PENAL QUE POR ENDE ES SUBORDINADO DEL MISMO CHEDIAK.
Uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia presentó una denuncia penal en representación de la Masonería del Uruguay para que se indague si un ex tesorero de la institución cometió un robo.
El ministro Jorge Omar Chediak González figura como denunciante en el expediente 2-17611/11, que fue presentado en el juzgado penal de 10º turno.
La denuncia penal entablada por el magistrado solicita que se lo cite a declarar para que pueda ratificar la denuncia y aportar los datos, que se cite al denunciado y al tesorero anterior a la gestión llevada adelante por quien se denuncia como responsable del delito.
Chediak denunció a un ex tesorero en su calidad de «maestre» de una de las logias de la masonería. Según señaló, se detectó un faltante en los fondos que maneja la institución.
La denuncia fue presentada ante el juzgado a cargo del juez Rolando Vomero y la fiscal Mirtha Guianze.
En los próximos días el juzgado iniciará las citaciones que solicitó el magistrado.
Si bien en el ambiente judicial es conocida la calidad de miembro de la masonería del magistrado, llamó la atención en el ámbito judicial que se presentara en calidad de denunciante y en representación de una institución.
El Observador intentó sin éxito comunicarse con Chediak para consultarlo sobre la denuncia.
El magistrado se desempeñó en la presidencia del máximo órgano del Poder Judicial. Según relata el libro En penumbras del diputado colorado Fernando Amado, el masón tiene el deber de guardar secreto en lo concerniente a los asuntos tratados y de no hacer público su carácter de masón, salvo expresa autorización.
Fuente: Diario El Observador.
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