UNFPA en Uruguay ha establecido como prioridad entender los procesos demográficos que afectan al país, siendo el envejecimiento de la población uno de los fenómenos más relevantes. En este contexto, el pasado 12 de abril el Núcleo Interdisciplinario de Estudios sobre Vejez y Envejecimiento (NIEVE) de la Universidad de la República presentó el libro “Envejecimiento, género y políticas públicas”.
La publicación contiene una selección de las ponencias presentadas en el coloquio regional que tuvo lugar en septiembre del año pasado y que reunió a especialistas de toda la región para abordar cómo los procesos de envejecimiento afectan a las sociedades del Cono Sur. Mónica Lladó y Mariana Paredes, responsables de NIEVE sostienen que a pesar de que el tema se ha instalado en la agenda pública, esto no necesariamente genera compromisos vinculantes. De ahí que sea urgente hacer operativa la agenda sobre envejecimiento y vejez, siendo necesario para ello el intercambio entre los centros de producción de conocimiento de la región.
Este estudio se une a la investigación de NIEVE, también realizada con el apoyo del UNFPA, “Indicadores sociodemográficos de envejecimiento y vejez en Uruguay”. Se trata de un análisis comparado con otros países de la región que repasa la situación del envejecimiento en tres ámbitos: situación económica (actividad laboral, indicadores de seguridad social y pobreza), salud y bienestar (estado de salud, estilos de vida, factores de riesgo, atención en salud y causas de mortalidad) y entornos físicos (arreglos residenciales y viviendas de las personas adultas mayores).
También durante 2010 el Programa de Investigación sobre Integración, Pobreza y Exclusión Social (IPES) de la Universidad Católica del Uruguay presentó el libro “Panorama de la Vejez en Uruguay”, investigación coordinada por Federico Rodríguez y Cecilia Rossel que analiza la situación de los adultos mayores en Uruguay. El documento examina los riesgos que acompañan el tránsito a la vejez en distintos sectores sociales y qué implican en términos de acceso al bienestar. En el mismo se evidencia que las personas adultas mayores se encuentran en una situación comparativamente más favorable en términos de acceso al bienestar que otros grupos etarios, especialmente los más jóvenes. Para los mayores de 65 años la pobreza afecta al 6%, mientras que entre la población menor de 14 años se ubica en torno al 40%. A pesar de ello uno de cada tres adultos mayores presenta una situación de vulnerabilidad extrema en alguna de las dimensiones que analiza el estudio: salud, seguridad social, vivienda e ingresos.
En colaboración con el Programa de Adulto Mayor del Mides, UNFPA también ha llevado adelante el proyecto “Hacia un Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez”, en el marco del cual se elaboraron un informe de diagnóstico y un documento técnico para la elaboración de líneas estratégicas de políticas públicas en el tema de vejez y envejecimiento. Ambos documentos fueron realizados por Fernando Berriel, Robert Pérez Fernández y Soledad Rodríguez, especialistas en el tema.
El informe de diagnóstico explora, entre otros aspectos, la situación económica de las personas adultas mayores en lo vinculado al mercado laboral, las prestaciones sociales de pasividad, las transferencias económicas indirectas, los servicios de salud, el retraso en la capacitación de profesionales de las diferentes áreas sobre el tema y los entornos favorables (espacios públicos, transporte y vivienda) para el envejecimiento. Además se identifican los programas de apoyos en la materia a nivel estatal (20 programas directos y 77 indirectos) y departamental (117 programas).
A partir de este estudio realizan una serie de recomendaciones de política pública en torno a las áreas prioritarias para el envejecimiento establecidas en la Asamblea Mundial sobre Envejecimiento de 2002: desarrollo social y económico; salud y bienestar; entornos propicios y favorables. El documento señala que es imprescindible contar con información exhaustiva, confiable y transparente, generar mecanismos e instancias que favorezcan la intersectorialidad y entender a las personas adultas mayores como sujetos de derechos y como sujetos de desarrollo con participación activa en su comunidad y a propósito de todos los problemas y desafíos de la sociedad.
Fuente Imagen: gerardovelasquezd.blogspot.com