Luis Alzamendi retorna con sus relatos para ser compartidos con los lectores de Sociedad Uruguaya. En este caso, su título “Consecuencia atroz”
¡¡¡Que fue lo que ocasionó que cambiaran tanto!!!
Ellos formaban parte de una familia compuesta por su mamá, su papá y ellos dos. Su
papá trabajaba en la construcción, mientras que su mamá se dedicaba a los quehaceres
de la casa. Siendo ellos dos varones, el menor de ellos iba recibiendo la ropa que le
quedaba chica al mayor, compartían los mismos juguetes, jugaban juntos teniendo casi
las mismas amistades. Sus vidas estaban muy ligadas.
Pero un día hubo un rompimiento emocional entre sus padres, yéndose el padre de la
casa quedando la mamá a cargo de ellos. La falta del padre en la casa llevó a la madre a
buscar trabajo, para llevar adelante los gastos de la casa. Los dos varones comenzaron a
experimentar una supuesta libertad, ya que estando trabajando la mamá, o había quien
los controlara ni guiara. Nuevas amistades estaban vinculándose con ellos, amistades
que habían experimentado en su familia cosas similares a la de ellos. La mamá en lo
posible y en el tiempo que le quedaba, trataba de cumplir su función lo mejor que podía.
Pero ellos ya habían crecido y un camino habían tomado. Haciendo uso de la oscuridad
de la noche, ellos junto con sus amigos, se dedicaban a robar autos. Quizás muchas de
las tantas veces que salieron, les salieron las cosas bien, pero se necesitó de sólo una
que saliera mal, para que el mayor de ellos terminara tras las rejas de una cárcel. El
tiempo que el hermano mayor estuviera preso ¿ayudaría para hacerlo reflexionar por lo
que hizo? Y el menor, ¿abandonaría lo que venía haciendo para no terminar preso?
“No hagas mucho mal, ni seas insensato, ¿Por qué habrás de morir antes de tu tiempo?”.
Luis Alzamendi. luisalzamendi@gmail.com