Los volúmenes que requerirá la nueva planta de celulosa de Montes del Plata implicarán un fuerte salto en la demanda de madera en Uruguay.
La planta de Montes del Plata comenzará a demandar –a partir de 2013– cerca de 4.500.000 m3 sólidos adicionales, más de 50% del consumo actual. Por supuesto que parte de esa madera ya está en los bosques y otro volumen agregado crecerá en los próximos años, dado que se incorporan nuevas plantaciones a la producción.
Pero –según manifiestan los productores- a la madera hay que «hacerla»: su crecimiento en el bosque es solo el comienzo de un proceso que luego exige cosecha y transporte, lo que conlleva importantes inversiones en personal y maquinaria. Seguramente, esto implicará tensiones y competencia, no ya por la madera sino por los recursos para «hacerla» (personal, empresas de servicios, camiones, etc.).
Más allá de estos desafíos, se abre un escenario muy positivo para los productores. Así lo expresó a El País Agropecuario el presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Gerardo Barrios: «Vemos con buenos ojos que la demanda se incremente y que se abra, que haya nuevos jugadores en el mercado. Hasta ahora la demanda ha sido muy intensa y fuerte, pero básicamente desde un solo comprador, UPM, sin perjuicio de las empresas que siguen su actividad exportadora. UPM tiene hasta ahora un posicionamiento bastante cómodo, casi monopólico en determinada región. Que venga otro jugador, con necesidades, le va a dar más transparencia al mercado y más oportunidades a los productores».
Al mismo tiempo, el presidente de la Sociedad de Productores Forestales explicó cómo funciona el mercado de madera para celulosa. «El precio se forma por oferta y demanda, donde, además de la demanda de UPM –que es la más fuerte–, tenemos a la exportación, que es la que hace el contrapeso y la que logra precios que luego intenta que la industria local los vea reflejados. Esto ocurre en las maderas que son exportables, básicamente Eucalyptus globulus y maidenii. Pero las que no son exportables –Eucalyptus grandis y otras– tienen como colocación alternativa a UPM a la industria del aserradero, o la energía, que están con buenos precios, pero son mercados muy limitados en volumen. Por eso, en este caso, la demanda de UPM termina marcando el precio y comandando el mercado». En su visión, es en este tipo de madera donde –seguramente– el impacto de la nueva planta será mayor.
Con respecto a los precios, en 2010 se registró una mejora, que se espera continúe en 2011. «El año pasado los valores de globulus andaban en el entorno de 58 U$S/m3 sólido, puesto en Montevideo. El grandis y el dunnii se colocaban a 40, puestos en Fray Bentos (UPM). Para este 2011, se vislumbra un aumento del 13% para las maderas de exportación, que van a ubicarse por encima de U$S 60. Para las otras maderas, la tendencia tiene que ser a subir», estimó Barrios.
Enfatizó en la firmeza del mercado energético, que puede seguir creciendo, paulatinamente, en los próximos años: «La demanda de energía está muy fuerte, con valores que –en algunos casos– superan a la exportación. Es un mercado pequeño, pero interesante. La industria consume leña o chips como generadoras de energía, pero la madera tiene que estar cerca del lugar de consumo. Algunos industriales han adaptado sistemas para comprar los rolos de 2,2 metros -que es como se corta la mayor parte de la madera-, los trozan al medio y los introducen en caldera».
De todos modos, UPM es el principal demandante y compra –usualmente- a través de su firma Forestal Oriental, que prefiere adquirir el bosque en pie para «ponerlo adentro» de su logística. Barrios señaló que «a ellos les complica mucho que un productor les proponga proveerles madera de forma independiente, porque la logística de proveeduría de madera a la planta es muy compleja y tiene que ser un reloj. Siempre tiene que haber madera disponible. Lo mejor es la compra del monte en pie, y Forestal Oriental corta y transporta».
Fonte: Nearural y Portal Moveleiro www.portalmoveleiro.com.br