Ante el encuentro ministerial del lunes 14 de febrero queremos resaltar que nos parece sumamente importante que se hable de la Educación. La grave situación del sistema educativo requiere profundas transformaciones, una verdadera revolución, de la mano de grandes esfuerzos sociales.
Los trabajadores de la educación hemos denunciado sistemáticamente la crisis que aqueja al sector, y hemos planteado caminos para resolverlos. Paradójicamente, no sólo no se ha tenido en cuenta nuestras propuestas, sino que se nos acusa de ser …¡los responsables de la situación! Una inversión de responsabilidades que, por mucho que se repita, no es de recibo. Interpretamos estas acusaciones como una “criminalización de un sector de trabajadores” con objetivos autoritarios, buscando chivos expiatorios para esconder el fondo de los problemas. A nada bueno conducen estos caminos.
En los últimos 40 años, se ha insistido en un mismo tipo de “soluciones”: concentración y centralización del poder, autoritarismo, apuesta a dinámicas propias del sector privado y del mercado, apuntando más a la contención social que a la educación, a la formación para el mercado laboral que a la formación crítica de toda la praxis humana. Se ha eludido sistemáticamente considerar como centrales, las condiciones en las que se desarrolla la educación. De esta forma, los resultados no han cambiado, en el sistema educativo se refleja y luego se consolida la fragmentación social.
Las manos que ha estrechado el gobierno para encarar el tema educativo son las mismas que nos condujeron hasta esta realidad, y sin ninguna duda, la continuidad sustancial de los rumbos está en la base de esa unidad. Esta se expresó particularmente en la ruptura con el Congreso Nacional de Educación, “Mtro. Julio Castro”, expresión de participación democrática de nuestra sociedad.
La autonomía – y el cogobierno como su catalizador – surgieron como superación democrática de los modelos despóticos anteriores. Denunciamos que su puesta en cuestión implica un fuerte retroceso democrático. Sin ninguna duda, los principales desafíos del sistema educativo tienen que ver con su necesaria democratización, apuntando a la formación integral y crítica de buen nivel.
Esto choca con un modelo económico, político y social que construye una “inclusión excluyente”, con un “mercado laboral” que requiere mano de obra barata, disciplinada, con algunas destrezas básicas y poca educación.
La educación sola no puede revertir este modelo, sin embargo, debe pelearse para avanzar en esa dirección también desde ella, conscientes que grandes esfuerzos sin otras acciones en otras áreas, pueden hacer avanzar “poco” la realidad. Nuestro pueblo merece que estos esfuerzos sean realizados. Sólo para aquellos que ven las cosas desde una óptica tecnocrática, vinculada a una política económica afín a profundizar el proyecto del capital financiero transnacional, este esfuerzo no representa un “buen negocio”.
LAS SEÑALES NECESARIAS PARA ENCARAR LOS PROBLEMAS DE FONDO:
a) En vez de formar un frente político-social contra los trabajadores, debieran estrecharse las manos de éstos, abriendo y respetando espacios participativos, revirtiendo lo ocurrido con el Congreso” Julio Castro».
b) Debería haber disposición a encarar un cambio cualitativo del presupuesto destinado a la educación, para revertir las endémicas malas condiciones del sistema educativo. (No más de 20 estudiantes por grupo, no más de 20 horas aula por docente, etc.).
c) Se debería mostrar disposición a revisar la ley de educación atendiendo los reclamos sociales.
d) Debería terminarse con la criminalización de los trabajadores, apuntar al destierro del autoritarismo y al verdadero diálogo constructivo.
e) Es sistema educativo debería alejarse de la “eficiencia economicista”, apostando a contribuir desde la educación a la lucha contra la fragmentación y exclusión social, en el sentido de una formación general integral y crítica de las futuras generaciones.
A la priorización de la mera contención social …oponemos .EDUCACIÓN, EDUCACIÓN, EDUCACIÓN.
Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay (CSEU).