El organismo internacional prevé que el PIB mundial crezca un 3,3% este año.- En su informe advierte que el elevado precio de los alimentos en los países pobres podría hacer revivir la crisis, expresa un artículo del diario El País de Madrid con la firma de Sandro Pozzi desde Nueva York el jueves 13 de enero.
Los organismos internacional empiezan a ajustar sus proyecciones. Y a partir de los primeros cálculos, podrían decir que 2011 será un año de transición, durante el que tras el repunte vivido tras las crisis se vivirá una moderación en el crecimiento antes de volver a repuntar el año próximo. Es lo que espera el Banco Mundial para el conjunto de la economía mundial.
El producto interior bruto planetario crecerá un 3,3% en 2011, seis décimas menos que el año pasado, para luego recuperar el 3,6% en 2012. Los países en desarrollo aportarán casi la mitad del crecimiento mundial durante los próximos dos años, con una expansión prevista del 6% y el 6,1%, frente al 7% de 2010. Superan con comodidad a las economías avanzadas.
En el mundo desarrollado se pasará de un crecimiento del 2,8% en 2010, al 2,4% en 2011 y al 2,7% en 2012, según las previsiones que acaba de publicar el organismo con sede en Washington, que concentra su informe en las economías emergentes y más pobres del planeta. El Fondo Monetario Internacional, la institución gemela, publicará sus proyecciones antes de final de mes.
El Banco Mundial vuelve a poner en evidencia que el crecimiento en las economías avanzadas será insuficiente para recuperar las decenas de millones de empleos perdidos durante la Gran Recesión. Para EE UU proyecta una expansión del 2,8% este año, el doble que para la zona euro, donde el problema de la deuda soberana representa un claro riesgo para la recuperación.
La institución confirma que en la mayoría de los países en desarrollo, la economía recuperó un nivel de normalidad. Sin embargo, aunque el crecimiento será «sostenido» a medio plazo, señala que «la recuperación en varias economías emergentes de Europa y Asia central es incierta». Lo mismo se aplica a algunos países del denominado mundo desarrollado.
De nuevo, el paro, el endeudamiento privado, la fragilidad de la vivienda y las tensiones en el sistema financiero seguirán «obstaculizando la recuperación» mundial. Del lado positivo, el organismo destaca el incremento registrado el año pasado de la inversión extranjera directa en los países en desarrollo, del 16% frente a la caída del 40% en 2009.
Eso, explica Hans Timmer, director del grupo de análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial, «reforzó la recuperación» de la mayoría de las economías menos avanzadas. Pero esta masa de capital, a su vez, puede tener consecuencias para esos países, por la vía del tipo de cambio de sus monedas y por la creación de burbujas de activos.
La institución aprovecha para hacer mención en este punto al impacto de la nueva espiral en el precio de los alimentos. La repercusión, dice, es «mixta». «En muchas economías, la depreciación del dólar, la mejora de las condiciones locales y los crecientes precios de los bienes y servicios hacen que el precio real de los alimentos no haya aumentado tanto».
En términos nominales, señalan los relatores del informe, el precio de los alimentos sigue un 7% por debajo respecto al máximo de junio de 2008. Sin embargo, apunta que este aumento está ejerciendo una presión elevada en los países más pobres y advierte que si se sigue esta tendencia «no se puede descartar una reiteración de las condiciones» como las de la pasada crisis alimentaria.
Fuente Imagen: definición.de