Compartimos la columna de la legisladora del Partido Colorado, Graciela Matiaude, titulada “…que no vuelva a suceder!!!” del Viernes 21 de enero aludiendo al asesinado del joven Fabricio quien junto a su padre atendía un almacén en Pinamar.
“Hoy, me permito quitar mi envestidura de legisladora y pedir ser escuchada como madre, me siento destruida, el dolor ha invadido mi alma, de una manera imposible de transmitir con palabras, hemos estado expuestos a violencia siempre aunque la intensidad y periodicidad con que nos estamos exponiendo en estos últimos años, es cruel e incomprensible.
Fabricio, el chico de diecisiete años y una vida llena de valores por delante, fue brutalmente asesinado, anoche en su casa, solo por intentar defender a su padre y a su hermana que estaban siendo encañonados y atacados dentro de su propio hogar, por desconocidos, que tal vez, solo buscaban unos pesos para saciar su sed de droga o agresividad, era un muchacho lleno de vida y la perdió en un segundo, como tantos otros.
No existen motivos, ni razones, para destrozar la vida de toda una familia, a veces, es la droga que nubla la razón y despierta los impulsos irracionales, a veces son simples experiencias de vida que ciertas pandillas consideran necesarias para demostrar hombría, a veces ni siquiera existe una explicación ni siquiera irrisoria, solo se les cruzó la persona o la casa les llamó la atención, ya no roban, ni violan, solo matan y disparan, por el simple hecho de quitar vidas.
Será que alguna vez comprenderemos el dolor de esas familias que en un momento se les destruyó la vida para siempre?!
Fabricio con apenas 17 años, ya se había recibido de ingeniero de sistemas, ayudaba a sus padres en el humilde comercio que forjó su pasado y su presente, porque futuro, ya no tiene, ni él, ni su familia! nada ni nadie puede devolverles lo que tuvieron hasta ayer. Solo podremos apaciguar su dolor, dándoles el beneficio de sentirse protegidos, haciendo justicia.
Cómo? Apresando a los que terminaron con la vida de Fabricio y vaya uno a saber cuántos más, y elaborando medidas de seguridad para que estos hechos dejen de ser la noticia del día, para que estos menores infractores dejen de ser defendidos como si fueran los únicos con derechos!
Es cierto que la familia forma y la falta de ella deforma, pero es esto mérito suficiente para destrozar hogares?
Dónde están los derechos de aquellos que son agredidos, violentados y asesinados? Fabricio no tiene derecho a ser defendido?, por qué? porque tuvo la bendición de tener familia y poder estudiar?, tiene él y todos los chicos que sufrieron su misma suerte, la obligación de pagar culpas ajenas?
Tenemos que dejar morir muchachos, solo porque otros no tuvieron la calidad de vida que ellos si disfrutaron en el corto plazo que les permitieron vivir?.
Es un pecado que se preocupe la familia por sus hijos?
Por qué el Gobierno y quienes se han formado en políticas sociales, siempre reivindican los derechos de los menores infractores, por encima de los jóvenes que viven de acuerdo a lo moralmente establecido?
Y los derechos de quienes han construido su futuro con esfuerzo y dedicación, esos no merecen que se les proteja su futuro?
Cuándo saldremos a defender a todos por igual?
Dice la Real academia Española que democracia es la forma de gobierno donde todos son considerados iguales ante la ley, teniendo en cuenta sus méritos!
Como madre agrego, los méritos que hoy se tienen en cuenta cuáles son?
Por qué estos muchachos que han vivido su corta vida, formándose para ser hombres de bien y ciudadanos preciados por la sociedad, no llenan los requisitos para ser defendidos con la misma fuerza, que este gobierno defiende, a los que, por muy válidas razones de vida, puede ser, pero sin derecho ni ético, ni moral, ni legal, destrozan las familias ajenas, como si fueran simples cosas!.
Soy madre de dos, son lo que más amo en la vida, todo lo que he hecho es más por ellos que por mí, en mis hijos, veo representada a la sociedad toda, lo que quiero para ellos es reflejo de todo por lo que lucho por mi país, porque ellos viven en él, cómo imaginarme la vida sin ellos?
Cómo comprender que en caso que se encuentren los culpables, de esos que en un momento destruyen todo lo que construimos en años, los dejen libres en pocos días y sin antecedentes?
Cómo no acumular dolor, si el Estado no se hace cargo de impartir justicia?
Por favor uruguayos, luchemos por nuestra familia, y juntos demos la voz de basta! si no defendemos nuestro hogar, cómo podremos defender al país!!!
Basta de atropellos, digamos ¡este es mi país y tengo derechos!, ¡estos son mis hijos y los defenderé!, ¡estas son mis leyes y las quiero para protegerme!
Un abrazo a las familias que atravesaron y atraviesan estas circunstancias de una madre que comulga con vuestro el dolor”.