En este caso compartimos la columna del Viernes 7 de enero del senador colorado Pedro Bordaberry en su espacio en Facebook que lleva como título “¿Una Punta de delincuentes?”
Mi antiguo maestro de escritura recomendaba no adjetivar. “Si cuando escribe uno describe de forma clara las conductas quien adjetiva es el propio lector” me decía. “Déjale a él esa parte, que sea él quien saque sus conclusiones, que adjetive, opine, tú describe bien y eso será suficiente” concluía.
Confieso que, por un instante, estuve a punto de abandonar estos consejos al escribir esta columna. Terminé tachando adjetivos como irresponsables, inoportunos, inentendibles, falsos y algunas más duros.
Los adjetivos tachados fueron fruto de cosas que no dejan de causarme asombro.
Como, por ejemplo, las declaraciones del Sub Secretario del Ministerio del Interior, Jorge Vázquez, publicadas en el Semanario Búsqueda.
La primer semana del año, en el comienzo de la temporada turística, esa que trae tantas divisas al país y trabajo a los uruguayos, este funcionario afirmó que Punta del Este, el principal balneario del Uruguay, es un centro de planificación de delincuencia.
No cualquier centro, además, sino un “gran centro propicio para que los grandes delincuentes vacacionen con sus familias mientras hacen la planificación de sus actividades. Terminada esa planificación de verano, los delincuentes se van dejando tras de si el tráfico de drogas, la pasta base y la desestructuración social”.
Quién dice esto no es cualquiera sino el número dos del Ministerio del Interior, que dirige la fuerza policial en el país.
Así como cuesta descartar adjetivos, es trabajoso encontrarle una explicación a este desatino.
Si el Ministerio del Interior y el Gobierno del Frente Amplio entienden que hay delincuentes planificando acciones delictivas en Punta del Este o el Uruguay, tienen que actuar para que ello no suceda. No declararlo en la prensa.
Si no tienen la prueba de ello no deben afirmarlo en la prensa sino conseguirla y actuar en consecuencia.
Deben ser cuidadosos con estas cosas porque esas generalidades atentan contra los cientos de miles de turistas honestos que llegan al principal balneario del país, agrediéndolos de forma injusta e innecesaria. También deben ser cuidadosos porque afectan el trabajo de miles de uruguayos que encuentran en la temporada estival una oportunidad de progreso y supervivencia.
Parece difícil encontrar una explicación a lo que se dijo en un motivo de política de seguridad. Si tiene la prueba la Policía ya tendría que haber actuado. Si no la tiene no debería advertir a los presuntos delincuentes que sabe donde están.
Una segunda explicación a estas declaraciones es que estamos ante un nuevo desatino comunicacional. Esos desatinos a los que este gobierno nos está acostumbrando cada día cuando habla de todo y de todos sin tomarse tiempo para reflexionar.
Lo que si podemos hacer es analizar estas declaraciones en el contexto de otras y tratar de sacar indicios que nos lleven a conocer que es lo que realmente piensan y buscan con ellas quienes hoy nos gobiernan.
Recordar que nuestro Presidente no hace mucho expresó que no creía en el turismo en Punta del Este “que no es otra cosa que unos pocos porteños que vienen a lagartear”. Claro que después de ello llegó al balneario y descubrió que un solo hotel (el Conrad) daba trabajo a más de 4000 uruguayos. Ahí expresó que había cambiado de opinión.
También recordar que este gobierno acaba de empezar la construcción de una cárcel regional en Maldonado – Punta del Este, donde planea albergar a quienes cometen delitos en Treinta y Tres, Lavalleja, Rocha y Maldonado.
Quiere decir que al lugar donde llegan los turistas de mayor poder adquisitivo van a llevar a quienes delinquen.
El Presidente de la República además acaba de vender la casa presidencial de Punta del Este. Eso es una descortesía enorme hacia el pueblo de Maldonado que junto con el de Colonia tenían el honor de tener una residencia presidencial donde el Presidente recibía a mandatarios y dignatarios extranjeros.
Ahora si uno suma todo lo que se viene de decir quizás puede interpretar lo que piensa este gobierno y el Ministerio del Interior sobre el turismo y Punta del Este.
Para el gobierno Punta del Este es un gran centro al que vienen delincuentes a planificar sus actividades ilegales, en el que hay que juntar a los delincuentes de Maldonado, Treinta y Tres, Rocha y Lavalleja, no debe existir una residencia presidencial y no tiene claro si llegan porteños a lagartear o un lugar donde miles de uruguayos trabajan generando divisas para el país.
Los adjetivos se los dejo al lector.