El responsable del Laboratorio de Virología Molecular de la Universidad de la República en la Regional Norte (Salto), el biólogo Rodney Colina, anunció que el centro alcanzó “condiciones más que óptimas para comenzar a investigar virus que están circulando en la región”.
Producto del llamado a Proyectos de Implantación de Grupos Docentes de alta Dedicación en el Polo de Desarrollo Universitario del Litoral Norte en 2008, el centro fue inaugurado en setiembre a un costo de U$S 48.000 y, según definió Colina, “no le pide nada a ningún laboratorio de Montevideo”.
Tras completar el equipamiento -computadoras, reactivos, etc.-, e incorporar por concurso, además de Colina, a dos jóvenes biólogos uruguayos provenientes de Brasil, el Laboratorio desarrolló técnicas moleculares para detectar Dengue, Fiebre Amarilla, West Nile o virus del Nilo Occidental, y otros virus causantes de diarreas en niños y adultos.
“La metodología para detectar el virus del Dengue es muy precisa y también permite descubrir a otros virus de la misma familia”, explicó Colina. Desde marzo de 2009, cuando se registraron casos de Dengue en Concordia y un brote en Salto, el tema preocupa en la región. Según un estudio de Roberto Salvatella sobre antecedentes de la enfermedad en Uruguay, el Dengue ingresó por primera vez en 1916 o 1917 precisamente por la ciudad de Salto.
Hasta hace pocos meses los ayudantes de Colina -Fernando López y Matías Victoria-, trabajaron en la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro junto a los responsables de su laboratorio de Virología Comparada y Ambiental, José Paulo Leite y Marize Miagostovich. La experiencia aceleró el desarrollo de metodologías para investigar diarreas virales. “Trajeron controles positivos de virus que causan diarreas muy severas en humanos, sobre todo en niños”, contó Colina. La transferencia de protocolos, sumada al apoyo constante desde Montevideo del biólogo y actual decano de la Facultad de Ciencias, Juan Cristina, permitió “poner a punto rápidamente una serie de metas y empezar a investigar”.
El científico destacó la importancia de “estar preparados para estas cosas” e informó que se evalúa la firma de un convenio de cooperación con el Ministerio de Salud Pública. El MSP cuenta con una sala de epidemiología –una especie de antena, con médicos que reportan casos-, pero no tiene un laboratorio. “La idea es que podamos trabajar conjuntamente: ellos en el monitoreo con nuestro apoyo, y nosotros investigando qué tipos de virus circulan, relacionarlos con cuadros clínicos, tratamientos, estudiarlos a nivel genético”, explicó.
En el plano de la cooperación regional, Colina recordó que el Instituto Osvaldo Cruz –“con el cual tenemos muy buena comunicación”-, pertenece al ministerio de Salud Pública de Brasil, y alentó proyectos de investigación con las universidades integrantes de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), e inclusive “a través de colegas presentando proyectos binacionales”.
Con pasaje de ida
Si bien la instalación en Maldonado del equipo del doctor Néstor Mazzeo para desarrollar el proyecto “Ecología, conservación y rehabilitación de ecosistemas acuáticos continentales” se encuentra muy adelantada, el Laboratorio de Virología de la UDELAR en Salto es el primero totalmente descentralizado en estar operativo.
Colina dijo que viajan a Montevideo con frecuencia por cursos y otras actividades, pero explicó que “la distancia de Salto es lo suficientemente grande como para radicarse y trabajar allí”. Según el investigador la apuesta de la UDELAR a la regionalización permitirá “la generación de nuevas carreras y laboratorios con gente estabilizada y dedicada”, un “punto clave del desarrollo en el interior”.
Además de la vocación científica, Colina y sus colaboradores comparten el hecho de ser jóvenes y de haber nacido en ciudades del interior, lo que probablemente facilitó su adaptación. Colina, que nació en Paso de los Toros, tiene 39 años y se mudó a Salto en febrero junto a su esposa y dos de sus tres hijas: Cecilia (11) y Florencia (3) que concurren a la escuela en Salto. La mayor, Carolina, estudia en Montevideo.
“Dejando familiares y amigos pensamos que íbamos a extrañar mucho más, pero la verdad es que nos hemos adaptado muy bien. Encontramos una ciudad muy pujante con muchas ganas de desarrollarse. Hoy en Salto la UDELAR tiene 5000 estudiantes y 14 carreras, lo que es una gran señal”, reflexionó.
Colina reconoció el riesgo de que “no haya más gente que nos siga al interior”, pero se mostró confiado en la “gran campaña” que impulsa el prorrector de Investigación y presidente de la Comisión Coordinadora del Interior, Gregory Randall. “Hay una potencialidad enorme de trabajo y se necesita mucha gente para fortalecer el polo en el litoral. Creo que es un proceso escalonado que lleva su tiempo, pero el eje central es radicar gente en el interior”.
Su esposa nació en Tacuarembó y es practicante médica. “Suspendió la carrera en 2004 cuando viajamos a Canadá por cuatro años”. Ahora decidió cursar tercer año de profesorado de Biología en el CERP, y “la idea es completar la carrera de Medicina, algo que puede hacer en Salto los últimos años”.
Aunque los colaboradores de Colina nacieron con tres años de diferencia y en ciudades distintas –Fernando López tiene 29 años y nació en Melo, y Matías Victoria tiene 32 años y nació en Treinta y Tres-, ambos tienen en común la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias, haber realizado sus pasantías en el Laboratorio de Virología del doctor Juan Cristina, y haber compartido los últimos años de trabajo en el instituto científico brasileño Oswaldo Cruz de donde retornaron en junio.
Juan Cristina, un amigo
López, que se mostró “contento desde el punto de vista personal y profesional”, dijo que la adaptación a Salto “fue muy fácil”, y destacó el “vínculo de colaboración con los integrantes del Laboratorio de Inmunología que funciona al lado”. Victoria ya había decidido que se quedaría en Río de Janeiro cuando Colina lo contactó para invitarlo. “Un sueño, algo que ya había descartado por la realidad que se percibía”, recordó.
Así como sus colaboradores realizaron la pasantía de grado con el biólogo Juan Cristina en el Centro de Investigaciones Nucleares en Montevideo, Colina elaboró con él sus tesis de doctorado y maestría. “Más que un guía y un mentor, es un amigo y una persona con una amplitud mental muy grande, en el sentido de que da sin pedir nada a cambio”, definió. “No sólo es una persona generosa sino que empuja a la gente a que apueste y arriesgue porque esa es la forma de crecer. Quienes hemos compartido con él sabemos que nunca impide nada, al revés: es un impulsor nato de la formación científica en el exterior, y de la generación de nuevos grupos”.
Primer laboratorio con nivel de seguridad III
En mayo de 2010, a poco de radicarse en Salto, la Universidad lanzó un llamado a proyectos de alto impacto nacional. Colina y Cristina presentaron la propuesta de crear en Salto el primer laboratorio con nivel de seguridad III “algo que hoy no existe en el país”. Colina recordó que hubo gente que no le gustó –“porque parece que las cosas primero tienen que ser en Montevideo y sólo luego en el interior”-, y que Cristina, “como grado 5 de Virología, podría haber dicho: ‘este laboratorio lo quiero en la Facultad de Ciencias’”. Sin embargo, “nos apoyó para que estuviera en Salto, en una zona donde debe haber monitoreo y capacidad de respuesta frente a una epidemia”.
El edificio estará ubicado en el predio de la Regional Norte, a dos cuadras del hospital de Salto, y contará con 130 m2, “un espacio más que suficiente inclusive para futuros desarrollos”, informó Colina. Se construirá en 2011 con un presupuesto de U$S 700.000 incluyendo los equipamientos.
Los recursos humanos serán provistos por Salud Pública y no se descartan acuerdos también con el Ministerio de Ganadería y Agricultura. “Sería lo ideal”, dijo Colina.
Aunque separados físicamente, los laboratorios “se van a nutrir mutuamente desde todo punto de vista. La idea es radicar más gente, y ya hay interesados en realizar posgrados e inclusive colegas que están radicados desde hace años en el exterior. La gente está empezando a darse cuenta que el Uruguay es muy chico, y que en realidad la noción de distancia es relativa”.
Alianza contra Dengue e Influenza
Los laboratorios de Virología de Montevideo y Salto, junto al laboratorio de Biología Molecular de la Asociación Española Primera de Socorros Mutuos, ganaron recientemente fondos del programa Alianzas de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) para investigar aspectos del Dengue y la Influenza.
El proyecto durará 3 años y contará con un financiamiento total de U$S 240.000 de los cuales la Española aportará U$S 20.000 por año. La firma del acuerdo tendrá lugar el jueves 30 de diciembre a las 11 horas en la sede de la mutualista (Bulevar Artigas 1465).
El programa Alianzas promueve la realización de proyectos que impliquen la articulación entre la academia y la empresa, en el entendido que propende a la construcción de capacidades de innovación en el país, generando encadenamientos desde y/o hacia otros sectores de la economía.
Fuente: Universidad de la República. www.universidad.edu.uy
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