Ignacio González explica cómo “Un Techo para mi País” ha logrado construir 75.000 viviendas de emergencia en 19 países de América Latina, involucrando a más de 300.000 jóvenes universitarios.
Esta es la síntesis del diálogo que mantuvo con el Fondo España-PNUD en Nueva York, en entrevista que lleva la firma de Joaquín Mirkin.
¿Cómo nació Un Techo para mi País? ¿Cuál es el objetivo de la organización?
En 1997, en pleno crecimiento de Chile, se hablaba del país trasandino como “El jaguar de América Latina”. Sin embargo, en Chile aún persistían desigualdades inaceptables, que empujaban a más de 135.000 familias a vivir en campamentos (asentamientos), el símbolo más evidente de exclusión en América Latina.
En ese entonces, un grupo de universitarios, liderado por Felipe Berríos SJ, comprendió que el país no era sustentable si se seguía dejando a los más pobres al costado, y educando a los universitarios como elites alejadas de la realidad de sus países.
Un Techo para mi País (UTPMP) surge como una respuesta enérgica y decidida para poner un fin a la injusticia de los asentamientos. Una respuesta para unir estos dos mundos tan desconectados –las familias de los asentamientos y los jóvenes universitarios– a partir de algo concreto: la construcción de viviendas de emergencia.
“Es un escándalo que un niño sufra de enfermedades pulmonares por no tener un lugar seco donde dormir”
De esta manera, el objetivo de UTPMP es la mejora de la calidad de vida de las familias más vulnerables del continente, a partir de la construcción de viviendas de emergencia y el desarrollo de planes de habilitación social (educación, salud, microcréditos, capacitación en oficios y asistencia jurídica).
Del encuentro gratuito entre jóvenes universitarios y pobladores de asentamientos nace un compromiso profundo, que trasciende la vivienda de emergencia y se transforma en una de las revoluciones más alucinantes a las que asiste América Latina. Una revolución sin armas ni ideologías. Una revolución que pone a trabajar codo a codo a los extremos más opuestos de la sociedad, sin una visión mesiánica, ni de dependencia, sino con un mutuo reconocimiento de dignidad.
“No es necesario saber de construcción para ser voluntario”
¿Por qué construir viviendas de emergencia y no de hormigón?
En primer lugar, para contestar esta pregunta es necesario explicar cómo es el modelo de intervención social de UTPMP.
UTPMP trabaja en tres etapas: construcción de viviendas de emergencia; programas de habilitación social; desarrollo de comunidades sustentables/vivienda definitiva. Si UTPMP comenzara por algo de carácter más permanente, en terrenos donde en muchos casos aún no existe una regularización del mismo, estaríamos anticipando procesos con los cuales las familias no podrían luego cumplir: cuando esa familia, que gana menos de 1 a 2 dólares diarios, recibe una cuenta de luz, no podrá pagarla.
UTPMP comienza con viviendas de emergencia, para luego trabajar en el empoderamiento de las familias a través de planes de habilitación social, y llegar finalmente a ser una comunidad sustentable.
Cómo cambiar la vida de una familia
En segundo lugar, otro atributo de la vivienda de emergencia es que ataca un problema de manera urgente. La emergencia que vive América Latina es impostergable. Es un escándalo que un niño sufra de enfermedades pulmonares por no tener un lugar seco donde dormir. Es necesario atacar esta injusticia con urgencia y determinación. La vivienda de emergencia posibilita justamente eso: construir masivamente, y en apenas dos días –tiempo que demora en construirse una vivienda– cambiar la vida de una familia.
“El objetivo de aquí a 2015 es llegar a 450.000 viviendas, para eso se necesitan más de 600 millones de dólares, e involucrar una alto porcentaje de la tasa universitaria del continente”
Por último, UTPMP trabajó durante mucho tiempo para llegar a un modelo de casa prefabricado que posibilite involucrar mano de obra voluntaria, no especializada, y así introducir masivamente a jóvenes universitarios en asentamientos. Un ejemplo de esto es el trabajo hecho luego del terremoto que destruyó el Sur de Chile en febrero 2010. UTPMP construyó 24.000 casas en 3 meses, con 80.000 voluntarios.
¿Es imprescindible saber de construcción para ser voluntario?
No es necesario saber de construcción para ser voluntario. Desde que se fundó UTPMP, comprendimos que para que este proyecto alcanzara masividad, y de esa manera poder vincular un alto porcentaje de la matrícula universitarios en temas de pobreza, era necesario diseñar un modelo de casa que pudiera construirse sin mano de obra especializada ni herramientas sofisticadas. El modelo de casa es prefabricado, extremadamente fácil de construir, y sólo requiere una breve capacitación. A su vez, en UTPMP también participan jóvenes especializados en áreas como educación, diseño industrial, antropología, comunicación, etc.
Dentro del trabajo que hacemos se cubren áreas muy diversas, y necesitamos universitarios que diseñen campañas comunicacionales, como universitarios que sean capaces de diseñar planes de educación.
¿Cómo han logrado movilizar a más de 250 mil jóvenes voluntarios en América Latina?
Hay tres factores clave. En primer lugar, en los jóvenes de América Latina existe una necesidad latente por hacer cosas concretas, y resolver las injusticias de nuestros países. UTPMP conquistó esa generación de jóvenes que, cansados de grandes discursos y pocas acciones, encontraron en el Techo una vía para depositar esa necesidad. En segundo lugar, UTPMP tomo esa energía latente y la canalizó en algo concreto: la construcción de viviendas de emergencia. Ese fue nuestro caballo de Troya para establecer el primer vínculo entre los jóvenes y los asentamientos, para luego profundizar en otras áreas más a largo plazo. Por último, la invitación de UTPMP es inclusiva, sin agendas político-partidarias, ni religiosas. Esto abrió mucho espacio para que miles de jóvenes se involucraran.
¿Cómo se financian los proyectos?
El 90% del presupuesto viene desde la Responsabilidad Social Empresarial, y el resto lo están financiando organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), agencias de cooperación, y aportes de particulares.
¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentan actualmente?
En 2010 hemos llegado a 75.000 viviendas construidas, con presencia en 19 países y 300.000 universitarios involucrados. El objetivo de aquí al 2015 es llegar a 450.000 viviendas, para eso se necesitan más de 600 millones de dólares, e involucrar una alto porcentaje de la tasa universitaria del continente. Sin duda, para cumplir estos objetivo hay tres desafíos clave.
“Entendimos que es necesario involucrar a todos los actores de la sociedad… Las empresas lo hacen donando fondos, haciendo voluntariado, donando su “expertise”
En primer lugar, captar y retener talento universitario. La clave de UTPMP está justamente en los jóvenes. El resto –intervención social, fondos, posicionamiento–, vienen de la mano con la calidad de los jóvenes que trabajan en la institución.
El vínculo con las Universidades es clave
Respecto a la captación, hay jóvenes muy capaces que no están entrando al Tercer Sector por diversas razones (sueldos, desconocimiento, falta de formación social), y nosotros estamos tratando de llegar a ellos, ofrecerles un proyecto ambicioso, y que vengan a trabajar 2 o 3 años con nosotros. Respecto a la retención, por UTPMP pasan jóvenes con un talento extraordinario, que luego de algunos años, se van a trabajar a gobiernos o al sector privado, y en muchos casos la “escuela” del Techo es una enorme plataforma para entrar con fuerza hacia otros sectores.
Uno de nuestros desafíos es lograr que, luego de que ese joven que está formado y que adquiere gran capacidad de liderazgo y validación, no se vaya tan rápidamente de la institución, sino que pueda volcar esa experiencia hacia otros jóvenes que recién entran. Ahí hay un gran desafío. Y vemos que el vínculo con las grandes universidades de América Latina es clave. Tanto para la captación como para la retención de talento universitario, es clave hacer alianzas con las grandes universidades de América Latina. Alianzas fuertes que pongan el tema del voluntariado y la pobreza como centro del quehacer universitario. De lo contrario, estaremos desperdiciando un activo enorme, dejando que miles de jóvenes no conozcan la realidad de sus países, y no asuman la responsabilidad social de ser universitarios.
“El modelo de UTPMP, que muchas veces es conocido solamente por la construcción de viviendas de emergencia, apunta hacia un enfoque multidimensional para atacar la pobreza”
UTPMP puede seguir haciendo campañas masivas, involucrando miles de jóvenes, pero si no existe un compromiso firme de las universidades, y en particular de los rectores de América Latina, en abrir las puertas de sus centros de estudio para que, desde la extensión, investigación, docencia, y gestión, exista una plataforma clara que potencie el vínculo entre estos dos mundos tan opuestos –el de los asentamientos, y el de los jóvenes universitarios–, se avanzará muy lento. Y no podemos darnos ese lujo. Los más pobres no pueden esperar.
En segundo lugar, es clave fortalecer el vínculo con los tomadores de decisiones empresariales y políticas. Es fundamental que ellos conozcan de cerca la realidad de la pobreza y que asuman un compromiso personal y colectivo.
En tercer lugar, la comunicación es clave en todo esto: posicionar el problema de la pobreza. Y que como sociedad comprendamos que es una injusticia, y que como tal, no podemos seguir tolerándola.
¿Cómo pueden otras instituciones y empresas apoyar vuestro trabajo?
Es clave el trabajo en red. En UTPMP, desde su creación, entendimos que es necesario involucrar a todos los actores de la sociedad con el desafío de terminar con los asentamientos de América Latina. Las empresas lo hacen donando fondos, haciendo voluntariado, donando su “expertise” (consultoría, campañas de publicidad, etc.). A su vez, en la segunda etapa de nuestro modelo de intervención, la Habilitación Social, trabajamos con cientos de instituciones y gobiernos locales en el continente, tanto para mejorar la intervención como para no superponer esfuerzos y alcanzar más masividad.
La importancia del trabajo en Red
¿Qué aprendizajes de vuestra experiencia se pueden obtener para reducir la pobreza en la región?
En primer lugar, en las universidades hay un capital ocioso: los jóvenes. El ejemplo de UTPMP desmitifica el argumento de que los jóvenes no se interesan por causas superiores, y que sólo se preocupan por su propio bienestar. Hay miles de jóvenes de todo el continente que están dando su vida en los asentamientos, trabajando junto a los sectores más excluidos de la población.
“No alcanzan los grandes discursos… lo que necesitan las familias de los asentamientos son personas generosas, dispuestas a trabajar codo a codo para superar la pobreza”
En segundo lugar: el trabajo en red. El modelo de UTPMP, que muchas veces es conocido solamente por la construcción de viviendas de emergencia, apunta hacia un enfoque multidimensional para atacar la pobreza, y eso es posible gracias al trabajo en red con instituciones e insumos públicos y privados. Trabajar en red implica saber reconocer limitaciones, coordinar, y fundamentalmente, compartir objetivos.
En tercer lugar, el trabajo de UTPMP está marcado por la acción, por hechos concretos. Si en América Latina trabajáramos a la par de lo que hablamos, seríamos la región más desarrollada del planeta. Es evidente que no alcanzan los grandes discursos, y que lo que necesitan las familias de los asentamientos son personas generosas, dispuestas a trabajar codo a codo para superar la pobreza. Esta lista podría extenderse, pero si hay que destacar otro aspecto de UTPMP, sería la inquietud por denunciar y posicionar la pobreza dentro de la agenda de los medios de comunicación y los tomadores de decisiones.
Hay una vocación por visibilizar y sensibilizar la realidad que día a día sufren los más pobres. Y esa vocación no es gratuita, sino que va dirigida hacia la acción, a un llamado concreto.
Fuente Contenido: Fondo España-PNUD en Nueva York
Fuente Imagen: quetepasauruguay.blogspot.com
Últimos Comentarios