La Cepal aseguró que las políticas fiscales y sociales de los gobiernos favorecieron el descenso. Los mayores avances se registraron en Argentina, Chile y Uruguay. Sin embargo, la región continúa siendo la más desigual del mundo
La secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, explicó que existe «una tendencia generalizada hacia la disminución de la pobreza» que permitió ubicar al número de personas que viven en esas condiciones en 180 millones.
En algunos países como Brasil, Chile, Ecuador y Panamá, donde la baja alcanzó el diez por ciento, la mejora fue impulsada por la distribución del ingreso, mientras que Perú, Argentina y Venezuela lograron una reducción de entre un 20 y un 30 por ciento.
La institución celebró que «por primera vez en la historia, América Latina logra estos resultados inmediatamente después de una crisis económica como la de 2008-2009». De hecho, en la debacle de 1983 demoró 25 años en recuperar sus indicadores sociales.
Sin embargo, Paraguay, Bolivia, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua no lograron los progresos que el resto y el 50 por ciento de sus poblaciones se encuentra en situación de miseria.
En la totalidad de países persisten aún las estructuras sociales y económicas que posicionan a la región como la más desigual del planeta. «Los jóvenes de altos ingresos acceden en 27 puntos más en promedio a educación superior que los pobres», indicó al respecto el director de la División Social, Martín Hopenhayn. «La educación tiene una importancia clave para cortar el ciclo», agregó.
Por ello, se exhortó a los gobiernos a que apuesten por logros y aprendizajes adicionales para todos los grupos sociales como un mecanismo de lograr sociedades más equitativas.
Fuente: http://america.infobae.com