El diputado de Vamos Uruguay (Partido Colorado) dijo en entrevista con El Observador que tras la publicación de su libro “Oscar Magurno, El Padrino”, sobre la vida y el relacionamiento público del dirigente del Foro Batllista.
La entrevista, difundida el martes 30 de noviembre, lleva la firma del periodista Martín Viggiano del diario El Observador.
-¿Qué le causó más sorpresa del resultado de su trabajo?
-La magnitud del poder de Magurno, cómo sigue intacta toda esa red que fue generando hace 40 años, más allá de su situación actual y que el tiempo ha pasado.
-¿Qué otros padrinos hay en Uruguay?
-Hay muchos. Algunos más notorios, públicos, como Magurno que es más “abarca todo”, pero sin dudas que hay en distintas actividades. Nadie puede negar que (Juan) Salgado a su estilo no sea un padrino también. Me parece que es bastante notorio que lo es. Seguramente muchos políticos también. ¿Quién puede desconocer la ascendencia que tiene en una cantidad de ámbitos los hermanos Espert. Y cuando uno rasca en las distintas instituciones, como las Fuerzas Armadas, clubes deportivos, y se topa con una cantidad de padrinos que son más anónimos pero se apela a su ayuda.
-La lectura de mucha gente de su investigación podría ser que se trata de un “mandado” a Pedro Bordaberry.
-No, en todo caso es probable que Pedro no esté contento con el libro. Él le tiene un gran respeto a Magurno.
-Usted en el libro dice que antes de hacer la investigación temía por “represalias”, ¿a qué se refiere?
-En los pasillos y en las conversaciones, en el ambiente político y del partido, existe en el imaginario de las personas el hecho de que meterse con Magurno era meterse con algo muy pesado, que podía traer como consecuencia represalias desde el punto de vista físico; te manda los “boxindangas”, los boxeadores que lo acompañan.
-¿Recibió amenazas?
-Antes del libro no. Después del libro he recibido alguna llamada algo intimidatoria, pero lo tomo como una anécdota.
Fuente: Observa. www.observa.com.uy
Fuente Imagen: isadoralibros.com.uy