.Reproducimos textualmente la Proclama leída por el Grupo Fogoneros el viernes 8 de octubre.
“43 años han pasado…
Sin embargo, la frente estrellada y altanera del Comandante Ernesto Ché Guevara, es cada día más la brújula esperanzada y luminosa de los oprimidos, la muralla invencible del odio eterno al imperialismo…
La senda que sigue trazada sin que nada ni nadie puedan borrarla…
Sus ojos llenos de generosidad y energía rebelde, no dejan de irradiar las más sólidas convicciones revolucionarias; no dejan de disparar las razones de los condenados de la tierra…
Son como el emblema imperecedero de una ansiada justicia popular que tarda pero llega, de la mano, siempre, de mujeres y hombres hastiados de tanto sometimiento y genocidio. De pueblos enteros resueltos a romper las repugnantes cadenas de la esclavitud del capitalismo.
Su boca no deja de señalarnos verdades duras como la roca, reflexiones certeras y fulminantes como el rayo, necesarias palabras de aliento y fuerza moral-espiritual para que sigamos adelante.
El ejemplo práctico y el pensamiento removedor del Ché tienen cada vez más vigencia vital y barren a cada minuto con todas las variantes decadentes e ilusionistas de la claudicación y el renunciamiento. Reafirman en todos nosotros que el combate contra el imperio jamás se detiene y que el futuro es efectivamente de los pueblos alzados contra el “gran dios” del mercantilismo y la usura.
Bolivia, Honduras, Colombia, Ecuador… Burdos golpes de estado o intentonas, masacres salvajes en emboscadas mafiosas, asesinatos a mansalva de gente indefensa; urnas electorales convertidas en basura burguesa, etc., etc., etc. Golpes cívico-militares o simulacros de tales, teatro o no, tanto da…
La violencia proimperialista se despoja irremediablemente de la “careta democrática” y multiplica su siembra de miedo, terror y la consecuente rebelión popular, en un continente que nos habían pintado como sumido en la más idílica “paz social” y el más prometedor proceso de reformas, cuarenta años después del fusilamiento del Ché en Bolivia y de los Compañeros guerrilleros fusilados en Pando…
Asedio inhumano a las poblaciones originarias despojándolas de su tierra; jóvenes asesinados en la frontera México-EE.UU.; desamparo total de poblaciones negras diezmadas por huracanes en el corazón mismo del imperio… Encubiertamente o sin disfraces, el poder imperialista y sus señales de agotamiento y ferocidad criminal, no cesan de aparecer en la superficie de la vida cotidiana, haciéndonos ver a simple vista que nuestra realidad no es esencialmente distinta a la de los pueblos afgano o iraquí, o a la persecución, torturas y mazmorras que sufren hoy los compañeros vascos bajo el gobierno criminal español.
Ahí está el asesinato del guerrillero colombiano Victor Julio Suárez Rojas, «El Mono Jojoy», presentado como “victoria” del fascismo, cuando en realidad es la brutal evidencia de una cobardía mafiosa que jamás será olvidada por los revolucionarios del mundo entero.
Allá y aquí, el imperio. Desembozado o camuflado; directamente o por intermediarios…
Aunque aquí, en Uruguay, no lo parezca, la presencia imperial se expresa oblicuamente en fenómenos como los de un gobierno imponiéndole a los trabajadores un plan presupuestal miserable, y cediendo, sin embargo, ante oficiales represores que le tuercen el codo con sólo manifestar “malestar” de la colectividad botona; en “políticas inversionistas” que significan completar la entrega al monopolio multinacional de nuestra tierra y su riqueza, redoblando el saqueo económico y depredando nuestras reservas de recursos naturales; o en la indigna e indignante presencia militar de las FF.AA. del estado uruguayo en Haití y el Congo, entrenándose para futuras andanadas contra el pueblo oriental, también en cumplimiento de los designios imperiales…
Dijo Obama cuando asumió: “(…) Sabemos que los desafíos que traerá el mañana son los mayores de nuestra vida: dos guerras, un planeta en peligro, la peor crisis financiera en un siglo (…) y para que nosotros tengamos liderazgo, hay alianzas que reparar”. Se refería a las alianzas saqueadoras con los nuevos gobiernos populistas. Se refería a la encerrona fatal de un sistema que no puede recomponerse en medio de su crisis prolongada y terminal, que lo hace cada día más bestial y asesino, cual fiera acorralada por su propia insaciabilidad y necedad criminal. Su mentada condición de presidente negro, al fin de cuentas, no le quita a Obama nada de su indiscutible condición de principal agente y portavoz del imperio yanqui, el más asesino de toda la historia.
Allá y aquí, la intromisión imperial, pero también, la resistencia, la no resignación popular a un oprobio eterno y vergonzante. En grados diferentes de energía y con métodos de lucha diversos según las condiciones concretas de cada lugar y de cada pueblo, la voz de los humildes rebelados se hace oir en todas partes. Unas veces con sonido a metralla y acción directa frontal y multitudinaria resistiendo la furia imperial directa o por encargo; otras veces, únicamente levantando el tono de la protesta y los reclamos populares, como ocurrió ayer mismo, hace unas horas nomás, con el paro general activo en Uruaguay, o como ocurre en estos mismos instantes aquí con nuestras señales que no son precisamente de “humo blanco” y “conciliación de clases”, dirigidas a los residentes de la asquerosa embajada del empresariado y la bota yanquis…
Allá y aquí, la agresión imperialista, pero también la dignidad que no se entrega: Cuba, y en menor grado, Bolivia, son un buen ejemplo de ello.
No como un imposible calco histórico o una repetición mecánica, pero sí con la misma sustancia de irreverencia y repudio hacia la rapiña y el crimen universal de los imperialistas, el llamado “tercer mundo” ha entrado casi imperceptiblemente en lo que el Ché llamó “vietnamización” de la lucha.
El propio imperio y sus aliados se han hecho cargo de contribuir con sus crímenes horrendos a que paulatinamente los pueblos sometidos asumamos la consigna guevarista más profunda y vigente que nunca, enunciada por el Ché cinco años después de la heroica paliza antiimperial del pueblo cubano en Playa Girón (de la que el año próximo se cumple medio siglo) y 10 años antes de la tremenda e histórica derrota sufrida por los EE.UU. y sus aliados títeres a manos de los obreros y campesinos del heroico Vietnam alzado en armas y en revolución socialista:
“Crear dos, tres, muchos Vietnam…”.
Lo nuestro de hoy es apenitas un granito muy pequeño de arena en la gran arena de los pueblos resistiendo al imperialismo y encaminándose hacia la inevitable revolución.
Algunos de los que ayer empuñaron las armas invocando al Ché, el antiimperialismo y la revolución, no están aquí, y no porque hayan caído en la lucha. Son los ausentes por abandono de los ideales revolucionarios, los abatidos moralmente, los que han claudicado y en los hechos hoy facilitan la tarea al imperialismo asesino y ladrón, gobernando obedientemente y administrando los bienes de la burguesía pro imperialista mejor que la propia burguesía.
Los que no están físicamente porque cayeron honrosamente en combate, los Compañeros Jorge Salerno, Ricardo Zabalza y Alfredo Cultelli abatidos en la toma de Pando el 8 de Octubre de 1969, hace hoy 41 años, están con nosotros espiritual y moralmente, como ayer lo estuvieron dejando sus vidas en defensa de la dignidad y la justicia, como lo están todas nuestras hermanas y todos nuestros hermanos que han caído con la frente alta y la estrella del Ché metida en la cabeza y el corazón, hasta la victoria, siempre.
¡Viva el Ché!!!
¡Vivan Salerno, Zabalza y Cultelli!!!
¡Viva “El Mono Jojoy”!!!
¡Viva la revolución socialista!!!.
¡Muerte al imperialismo!!!
¡Contra la dependencia y la entrega, combatir al imperio!!!
¡Sigamos creando dos, tres, muchos Vietnam!!!”.
Coordinación “Ernesto Ché Guevara” / 8 de Octubre de 2010, Montevideo
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