“A días de cerrar la primera ronda de los Consejos de Salarios no hay consensos genuinos”, expresó la doctora Verónica Raffo, socia del estudio Ferrere y especialista en temas laborales y de negociación colectiva, quien advirtió que en esta oportunidad pasará algo similar a lo ocurrido en 2008, cuando las encuestas anunciaban más de un 80% de consensos pero en realidad los acuerdos llegaron por presión del gobierno.
En este sentido, Raffo indicó que en la actual ronda de negociación, sólo algunos sectores específicos han logrado acuerdos sin seguir los lineamientos del Poder Ejecutivo en la mayoría de los casos.
Reforma del Estado
En referencia a la reforma del Estado que planea el gobierno, Raffo señaló que “es una bomba que se tiró en un momento en el que todo está muy sensible, en el que se está votando la ley de presupuesto y está en marcha la ronda de negociación colectiva en el marco de los consejos de salario”.
Agregó que el presidente José Mujica, por su pragmatismo y la gran base de apoyo con la que cuenta, es el único que puede tocar temas “tan urticantes y revolucionarios “como lo es precisamente la reforma del Estado.
“Es una reforma que otros gobiernos quisieron ejecutar y no pudieron; son cambios muy revolucionarios para el statu quo uruguayo, decir que vas a reformar el Estado y que vas a tocar la “inamovibilidad” de los funcionarios públicos, es algo que sólo este presidente puede hacerlo”. Y agregó: “Ojalá pueda consolidar esos cambios sin ser rehén de la interna del partido de gobierno”.
En este sentido, Raffo indicó que más allá de la regulación que se establezca el Poder Ejecutivo tiene que asegurar que lo escrito se cumpla en la vida real. Ha habido gobiernos que han adoptado decisiones eficientes respecto de los temas de la administración pública y que luego no pudieron ejecutarse las decisiones, víctimas de la inercia y el peso del propio andamiento burocrático. “En esto hay que escribir poco, ejecutar mucho y controlar mucho”, precisó.
Relaciones Laborales en Uruguay
Para la doctora Verónica Raffo, las relaciones laborales en Uruguay no han alcanzado el nivel de madurez necesario, y asegura que hay una coyuntura especial en la cual ha crecido enormemente el poder sindical. Si bien hay líderes históricos, afirma, en la interna de los sindicatos hay poca gente que entienda las dinámicas de negociación, de los números macros y micro de los diferentes sectores. Tampoco a nivel empresarial no se ha tomado conciencia de que es necesario profesionalizar la gestión de las relaciones laborales y los recursos humanos.
“Falta espíritu de acuerdo y confianza recíproca, aunque por supuesto hay excepciones, hay casos de empresas que trabajan muy bien con sus sindicatos”, dijo la especialista.
La abogada dio cuenta de la falta de un gran compromiso nacional desde los liderazgos y que resulta preocupante la mezcla que existe entre lo político y lo sindical.
En tal sentido enfatizó que cuando el discurso del dirigente sindical “es de barricada política, se tiñe la decisión sindical estratégica con temas partidarios o ideológicos. Debería existir una regla de transparencia en donde se separaran las aguas, debe haber un llamado a la responsabilidad de los líderes cuya tarea fundamental debe ser generar más y mejor trabajo no conseguir votos”.
En materia de relaciones laborales en el período anterior de gobierno “el empresariado se sintió muy desvalido, se permitieron situaciones de conflictividad y exabruptos muy nocivos como las ocupaciones que fueron percibidos como un desequilibrio muy fuerte”, aseguró.
En el presente, sin embargo, ha habido mensajes vistos como positivos por los empresarios que, “han escuchado cosas que querían escuchar y que incluso no se esperaban en el sentido de que no se permitirán determinados desmanes, sino que se buscará un equilibrio”.
Raffo recordó un discurso “sintomático” del presidente Mujica en Punta del Este frente a inversores extranjeros cuando destacó la importancia de la inversión para la generación de empleo aunque agregó: “también es verdad que ha habido problemas y el gobierno no se ha jugado, sino que ha puesto paños fríos para pasar el momento”.
La profesional sostuvo que el modelo óptimo de relaciones laborales sería un modelo en el que el gobierno no tuviera intervención, un modelo en el que simplemente se marcaran por parte del gobierno los grandes lineamientos definiendo por ejemplo los salarios mínimos.
Ese escenario es “improbable en Uruguay por ahora” dijo y agregó que el gobierno tiene que poner límites de uno y otro lado, tiene que equilibrar sin favorecer a nadie y “no está logrando cumplir con ese rol histórico que debería estar cumpliendo”, aseguró.
En materia de legislación laboral hay normas que merecen nuestra visión crítica pero que se alinean con una tendencia a nivel regional. Lo que sí destaca por lo negativo desde el punto de vista de la falta de garantías el la legitimación de la ocupación como medida de huelga y la reforma del proceso laboral. En este último caso, la Suprema Corte ha determinado que varios artículos de esta ley son inconstitucionales y sin embargo, continúa vigente”.
Por último, Raffo recalcó la conveniencia de que el Estado intervenga en el empleo y no en las relaciones laborales. “El gobierno debería poner foco en esto ya que aspira que se concreten iniciativas vinculadas a la inserción de las mujeres, jóvenes y adultos mayores en el mercado laboral.
En ese sentido señaló que sería muy bueno un esquema de incentivos para el empresariado incluso exenciones impositivas. La reforma tributaria derogó el esquema de excenciones previsto en la ley de empleo juvenil.