Entrevista a Luis Romero, Director Nacional de Trabajo.
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Claves Económicas – Nuevo Siglo TV.
El Director Nacional de Trabajo, Luis Romero, dijo a Claves Económicas de Nuevo Siglo tv, que es necesario que los sindicatos de sectores que lograron mejoras salariales importantes sean solidarios con los trabajadores de menores salarios, a la hora de iniciar negociaciones por sueldo en los próximos Consejos de Salarios.
“Yo creo que esto es parte también de algo que de repente a muchos no le gustan, que hay sectores que han crecido y mucho, han recuperado. Yo no iba a hablar de los empresarios, pero la solidaridad de clase se manifiesta ahí también. Aquí hay que trabajar todos para que los sectores que no lograron ese crecimiento y esa recuperación importante, lo logren, y ese también es un trabajo de empresarios y trabajadores: solidaridad de clase, lo voy a decir clarito, porque también tiene que ver”, dijo Romero.
Lo que sigue es el texto de la entrevista al director de Trabajo.
-El cuarto puesto de la selección, se aplica también en el trabajo, en lo que es valorar un puesto de trabajo, las condiciones, tanto desde el punto de vista del trabajador como del empleador.
-Yo creo que sí. Muchas veces estamos acostumbrados a ser confrontativos por el salario, por los puestos de trabajo… pero muchas veces por la calidad del trabajo, y muchas veces cosas no importaban o no le dábamos la dimensión necesaria. Hoy el mundo viene cambiando, y a veces hay trabajos muy calificados. Y tanto para los trabajos donde se precisa gente calificada, como para los que no se necesita gente tan calificada, los ambientes, los equipos de trabajo son fundamentales.
-Usted es un sindicalista de larga data, y luego tantos años llega a un cargo ejecutivo de responsabilidad política, en un entorno de muchos cambios en las relaciones laborales. Después de muchos años donde no hubo una negociación colectiva, el gobierno de Vázquez retomó esa línea. ¿Cómo tomo la propuesta, cómo aceptó el desafío?
-Lo hice con el mismo espíritu como cuando con un grupo de gente decidimos trabajar para reabrir la planta de Funsa. Es decir, que uno tiene que estar donde entiende que puede dar una mano, donde su experiencia o su forma de ser pueda aportar para el gobierno. Y bueno, como estoy con un grupo de amigos y de compañeros que nos conocemos hace mucho tiempo, y un equipo muy importante que viene de Julio Baráibar, la tarea viene mucho más sencilla y tranquila, por lo que lo tomamos con el mismo ánimo.
-A partir de su experiencia en Funsa, ¿piensa que falta entendimiento entre el sindicalismo y el empresariado, o se entienden bien y en realidad lo que falta es más diálogo?
-Siempre no es una parte sola la que tiene responsabilidad, sino que es un conjunto de razones y de verdades. Yo creo que hay un proceso muy importante de momento que en este país se empezaron a cerrar fábricas. Ahí se demostró que el movimiento sindical no solo es contestatario sino que es constructivo, que construye. Es decir que ya no le podíamos decir a nadie que la culpa era del patrón o del gobierno. Hay confrontación de intereses, lo que también se llama lucha de clases, que se palpita y se siente entre empresarios y trabajadores, pero en algún momento tenemos que pensar para quién estamos haciendo las cosas nosotros. Entonces ¿el empresario tiene que trabajar solo, o tiene ese compromiso social del que tanto se habla? En la organización sindical, ya sea en cualquiera de sus ramas ¿a quién está representando? A un conjunto de gente del trabajo que tiene familia e inserción en la sociedad. ¿Para quién estamos haciendo las cosas? Entonces yo creo que cuando pensamos de esa forma, nos debemos a la gente por quién estamos representando, y en base a eso, unos y otros, vamos a buscar la mejor forma de trabajar en conjunto sin que nadie sienta que deja de un lado sus principios.
-Es todo un desafío lo que está planteando. Hubo una recuperación salarial importante en estos años, que ha llegado al salario en los niveles previos a la crisis, y ahora los empresarios dicen que el salario tiene que aumentar de acuerdo a la productividad, mientras que los trabajadores dicen que en realidad debería seguir el proceso de aumento. ¿Cómo lo ve a eso?
-Yo creo que es otro desafío para el movimiento sindical y los empresarios. Creo que los trabajadores están mejor en este país, están mejor, y creo que también los empresarios sienten que las cosas van mejor. Quizá no todas las empresas e industrias crecieron de la misma forma, quizá no todos los trabajadores lograron recuperar y crecer de la misma forma; sería fantástico si eso hubiera sido así. ¿Pero el desafío cuál es? Ver de qué forma nos empezamos a entender nuevamente en esta ronda de negociaciones, para ver de qué forma logramos los crecimientos que sean sólidos, sustentables, que tengan un asidero importante. Sin que nadie regale nada, pero teniendo en cuenta quiénes han crecido y cuáles son las empresas y los sectores de trabajadores que no lo han hecho. Y no porque no quieran, sino porque hay empresas e industrias en distinto contexto.
-Habría que apuntalar un poco más entonces…
-Yo creo que rápidamente tenemos que estudiar los sectores que han quedado marginados y no han tenido la oportunidad de hacer todo eso, y ver si no volcamos los esfuerzos para que esos sectores también recuperen en forma importante, o crezcan en forma importante junto con el sector que los aglutina.
-¿En qué está pensando concretamente?
-Yo creo que hay sectores domésticos, sectores del cuero, hay algunos de la industria metalúrgica… hay sectores dentro de grandes centros que son llamados residuales, hay un conjunto de gente. Entre todos tenemos que trabajar para que crezca el trabajo. No es bueno que unos tengan todos y otros venir corriendo de atrás.
-¿Quiere decir que dentro de lo que se llama clase trabajadora hay disparidades?
-Hay disparidades porque hay empresas que superaron la crisis muy bien, hay industrias que se han acercado a niveles regionales muy importantes, pero hay otras que no tienen esa posibilidad. Pero tienen algunos pequeños mercados que hay que hacer crecer, para que los trabajadores y empresarios puedan meterse en ese mundo.
-El Pit Cnt ha tenido un avance muy importante en materia de grado de sindicalización, lo que en algunos sectores empresariales se ve como una amenaza, sobre todo en sectores que no tienen un alto grado de sindicalización la aparición de un sindicato es como una muy mala noticia. ¿Qué tiene para comentar al respecto? porque muchas veces se da esa circunstancia
-Está bien, pero tenemos que cambiar un poco la forma de ver las cosas. Me parece que la central de trabajadores representa a más gente, estructura mejor sus cosas, y que hace los planteos más centrados y concretos, nos vemos beneficiados. A mí me gustaría que todos los empresarios de este país estuvieran en la Cámara de Comercio, y me gustaría que todos los industriales de este país estuvieran en la Cámara de Industrias, porque cuando más concreto son las cosas se hace mucho mejor.
Yo creo que no tenemos que tenerle miedo a la organización, es parte de la democracia de este país, y cuanto más se profundice la democracia mucho mejor para las partes. El problema es tratar de cumplir con el papel que cada uno tiene asignado como representante “de”, de la mejor forma posible. Pensando en el país, no solamente mirando en cada cámara y en cada sindicato; yo creo que estamos en hora de mirar al país como conjunto.
-A veces también sucede que el impulso sindical viene de fuera del núcleo de trabajo de cada caso. Como por ejemplo, delegados sindicales que tratan de formar un sindicato en una empresa donde no hay todavía un sindicato formado y viene una iniciativa de afuera o de la propia central sindical.
-Yo creo que aquí la inteligencia de cada uno es importantísima. Si para una empresa tiene que venir gente de afuera para formar un sindicato, cuando ahí hay leyes sobre ese tema, y la OIT promueve además la sindicalización y la organización de los trabajadores, ahí me parece que hay otro problema, y es que los empresarios que responden por esas empresas no están dando la libertad necesaria para que la gente se forma ahí. Yo que creo que en esos casos está la visión de los empresarios de cumplir y ver si los sindicatos se pasan para el otro lado, si atropellan… y los trabajadores si dejan formar sindicato, si dan licencia… son reclamos de ambas partes. Yo creo que lo bueno de este momento es sentarse a discutir los parámetros y las reglas de juego que va a tener cada uno en esa industria, en esa fábrica, en ese taller, en ese comercio.
-Estas semanas estarán trabajando a contrarreloj en la Dirección para constituir los Consejos de Salario, que se vienen en algunos casos atrasados. El Ejecutivo hizo pautas como: ajuste por inflación, por PBI nacional y por PBI sectorial, y han surgido algunas críticas diciendo que sería un poco complejo ¿cómo lo ve usted?
-El Poder Ejecutivo dio algunos lineamientos, como salario mínimo, y también dijo que luego de los Consejos de Salario hay una flexibilidad para trabajar. Entonces, veamos cuál van a ser los lineamientos que tienen sindicatos y empresarios para iniciar es discusión, porque flexibilidad para algunos acuerdos tienen, más allá de algún movimiento que haga el Ministerio de Economía ha dicho que tiene flexibilidad.
-O sea que en la paramétrica puede haber cualquiera de esas opciones
-Pueden trabajar sobre esos temas. Si se pensó que el Ejecutivo y al MEF van a coartar, no, mientras no se altere ni se salga de lo común, todos saben que tienen sus lineamientos para trabajar.
-Se plantea de parte de los trabajadores, y también de los empresarios, de establecer alguna cláusula que indique que si hay alguna alteración en lo que se estaba proyectando, tanto para arriba o para abajo, se introduzcan cláusulas de salvaguardia o gatillo. ¿Los delegados del Ejecutivo van a promover ese tipo de cláusulas?
-Se promueven siempre. Incluso en todo convenio que se hace aparecen esas cláusulas. El Ministerio de Trabajo tiene, y lo hemos hablado con el ministro y los asesores, una discusión que a veces se desatiende: lo acordado, acordado está, de ambas partes, y nosotros no estamos dispuestos a que cualquiera de las partes porque sí no más rompa esos acuerdos. Nosotros vamos a tomar las providencias del caso, dentro de las potestades que tiene el MTSS para cuidar que eso no suceda. Primero porque los Consejos de Salarios lleva mucho tiempo, hay una importante inversión del Poder Ejecutivo en ellos, hay muchos funcionarios trabajando en eso, para que después acordado con gran trabajo las cosas a alguien se le antoje, porque se levantó con los pies fríos, romper con todo eso. Ni de la derecha o la izquierda, ni de arriba o de abajo. Y esa es una de las cosas que queremos dejar clara cuando empecemos esta ronda de negociación.
-Lo cual hace más importante que el acuerdo sea robusto…
-Y bien simple. Por ejemplo, a mí no me gusta la cláusula de paz, primero porque no estamos en ninguna guerra, pero sí me gustan las que establecen reglas de juego claras para ambas partes.
-Déme un ejemplo
-Que lo que está acordado, y es un convenio colectivo, debe cumplirse en el tiempo que se fijó. Puede surgir alguna cosita por allí, pero lo que está marcado es así.
-Habitualmente las cláusulas gatillo apuntaban a la inflación, para que cuando la inflación superaba tanto… ahora, qué para con algunas empresas, como Funsa, que es un buen ejemplo, que puede perder un mercado y eso le lleva a bajar la facturación 30%…
-Lo que nosotros decimos es que deben haber ciertas condiciones en los convenios colectivos, para decir que se tome el tiempo necesario, sin que se nos vaya la vida en eso, pero para ver qué medidas se pueden tomar y que sea algo que no altere ni a la industria ni a los trabajadores. Pero si mañana se nos cae el mercado, y al otro día explotamos la bomba, no hay nadie que pueda trabajar para mejorar esa situación. Y eso es lo que estamos pidiendo: sin perder el tiempo, poniendo todas las armas ahí para solucionar ese problema.
Desde el Poder Ejecutivo siempre hay ideas para proteger esa situación, porque no queremos que haya un ganador y un perdedor, porque aquí en la industria y en el comercio todo esto que acordemos hay uno fundamentalmente que gana, que es el país, es la sociedad en su conjunto. Y si en cambio con el apoyo del Ejecutivo hay uno que gana y otro que pierde, estamos perdiendo mucho más de lo que estamos ganando.
-Hay otra propuesta política, tanto del Ejecutivo como también del Pit Cnt que es apuntalar los salarios más bajos. ¿Cómo se va a instrumentar eso en la negociación colectiva?
-Yo creo que esto es parte también de algo que de repente a muchos no le gustan, que hay sectores que han crecido y mucho, han recuperado. Yo no iba a hablar de los empresarios, pero la solidaridad de clase se manifiesta ahí también. Aquí hay que trabajar todos para que los sectores que no lograron ese crecimiento y esa recuperación importante, lo logren, y ese también es un trabajo de empresarios y trabajadores: solidaridad de clase, lo voy a decir clarito, porque también tiene que ver.
-Quiere decir que los sectores que hasta ahora han crecido bien mantenga niveles de ingreso…
-Y veamos que hacemos con los que no han logrado eso, por distintas circunstancias…
-Bueno pero el “veamos que hacemos” ¿cómo se traduce?, porque en una empresa pública o en un banco, ¿cómo se hace para ser solidario?
-Pero si lo que estamos buscando en estos Consejos de Salarios es que todos nos distanciamos más, porque estamos en empresas y en industrias distintas, a bueno, va a ser muy difícil sacar para que los de abajo crezcan. No quiero decir que los de arriba bajen, sino que hagamos crecer los sectores que hoy socialmente están más cadenciados.
-Que en general están más relacionadas con servicios más que industrias
-Si, todos los sectores de servicio es necesario hacer crecer, y esto los trabajadores lo saben bien a qué estamos refiriéndonos. Entonces no todo depende del Estado o del gobierno. Hay sectores de servicio que no han recuperado todo lo que pueden. Entonces todos tenemos que volcarnos a los sectores más necesitados.
-Es una cuestión de prioridades en definitiva.
-De prioridades, y unos lo hacen desde la lógica de la industria o el comercio, y los otros desde el sector trabajador.