El novel presidente del INAU, Javier Salsamendi, expresó su orgullo de poder estar al frente del Instituto y delineó como ejes de su labor profundizar el trabajo en primera infancia, adolescentes y menores privados de libertad. Apuntó también a la atención de situaciones de maltrato infantil y el sistema de adopción. Asimismo planteó una revisión del organigrama funcional y posibilidades de mejora salarial para funcionarios.
Asumieron las nuevas autoridades del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU). El acto contó con la participación del prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa; la ministra de Desarrollo Social, Ana Vignoli; la presidenta saliente del INAU, Nora Castro; el entrante presidente de la institución, Javier Salsamendi; los flamantes directores Jorge Ferrando (quien continúa en el cargo) y Dardo Rodríguez (Partido Independiente), así como diversas autoridades nacionales y representantes de organizaciones sociales.
Lineamientos de gestión
Javier Salsamendi expresó el orgullo y la satisfacción que para él representa el hecho de liderar esta institución, pese a ser consciente de que se trata de una labor difícil. Asimismo, ratificó la permanencia de varias autoridades del INAU, lo cual fue recepcionado con aplausos del público presente, muchos de ellos trabajadores de la institución.
Se refirió al principio de autoridad y a los derechos de niños, niñas y adolescentes, tema de debate a nivel social y sobre el que se debe profundizar.
Por otra parte, Salsamendi sostuvo la necesidad de modificar el organigrama de la institución. “Es imprescindible cambiar algunos aspectos de la gestión, apelando a la supervisión global de los proyectos, construyendo equipos de trabajo, para obtener una evaluación basada en el compromiso con metas y resultados”, dijo..
Enumeró sus prioridades de gestión, apostando a una política descentralizada, territorializada y –necesariamente- de coordinación interinstitucional, para ponerse a tiro del desarrollo en materia de política social que se viene haciendo desde el Gobierno.
En primer lugar, una apuesta a la primera infancia (cero a tres años. Más allá de los rubros, se procura pasar de 46.000 a 90.000 niños atendidos en este quinquenio, con sus familias incluidas. Esto supone por ejemplo una buena alimentación, promoviendo cambios de hábitos, porque si se profundiza la tarea desde antes del nacimiento del niño, en el futuro tendremos mejores ciudadanos, auguró el jerarca.
El desarrollo en primera infancia no es un sólo plan sino varios que deben ir concatenados. Se procura generar una comisión interinstitucional coordinada por el INAU, pero que trascienda cada uno de los planes, para tener una mirada estratégica en la materia.
La segunda prioridad son los adolescentes. Las autoridades aspiran a que todas las políticas apunten a la inclusión en el sistema educativo.
También, se procura avanzar en temas de violencia, abuso y maltrato. El INAU cuenta con la coordinación del SIPIAV, pero es necesario avanzar más en el tema. Asimismo, reclamó la atención de la prostitución infantil y adolescente.
En materia de adolescentes infractores, Salsamendi dijo que conoció un documento de la Comisión Multipartidaria en materia de Seguridad que se encuentra a consideración de los partidos políticos para resolver su contenido.
Independientemente de la discusión de la ubicación de un Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil tanto en privación de libertad como de medidas alternativas, entiende que lo fundamental es definir el sistema que tendrá el país de aquí a 30 años, dijo, para dejar de vivir de improvisaciones.
El Jerarca dijo apostar a un debate, más allá de lo político-partidario. Existe un consenso de los cuatro partidos, vinculado a que debe alcanzarse una solución determinada.
Por otra parte, Salsamendi anunció que se buscarán posibilidades para aumento de sueldos para los funcionarios los que según dijo, perciben salarios muy bajos, y resulta un impedimento para poder competir con otras instituciones. Esta situación genera que el personal calificado se vaya a otro lugar donde le pagan mejor, señaló.
La apuesta es coordinar más y mejor para utilizar en forma adecuada y racionalmente los recursos que cada uno tiene.
El presidente de INAU aspira a construir políticas de Estado en la materia. Y en ese esfuerzo pretende solicitar entrevistas a cada una de las direcciones de los partidos políticos a fin de presentar los proyectos que se alienta n, procurando generar acuerdos.
También se solicitará el apoyo del PIT-CNT, de las Cámaras Empresariales y otras instituciones sociales para constituir una especie de “patronato” –aunque hizo la salvedad de que ésta denominación no sería la más adecuada- a los efectos de apoyar el egreso de los menores, su inserción en el mundo del trabajo yí generar así un “acompañamiento”.
Salsamendi señaló también la temática de la adopción. Existe una Ley que obliga a partir de octubre, a no tener ningún niño de cero a tres años, por más de 45 días, en ningún programa del INAU. En los casos de tres a siete años no pueden superarse los 90 días. Salsamendi calificó esto como una verdadera “revolución” para el sistema.
Finalmente, hizo referencia a una necesaria descentralización de la institución por lo que se apelará a una modificación jurídica de la Ley Orgánica.
Balance y perspectivas de futuro
El director Jorge Ferrando agradeció la confianza del Presidente de la República y del nuevo presidente de INAU que decidieron su continuidad en el cargo.
Indicó que entre 2005 y 2007 Uruguay aportó una importante cantidad de recursos para mejorar cualitativamente la situación de la infancia y la adolescencia, porque no hay democracia duradera si no se promueven los derechos y se abren oportunidades para una vida mejor.
Enumeró una serie de logros de los últimos años. Dijo que se aumentó notoriamente la cobertura de atención pasando de 47.000 niños, niñas y adolescentes en 2004 a casi 70.000 en la actualidad. El mayor desarrollo estuvo en la primera infancia con cerca de 350 centros como parte del Plan CAIF principalmente, seguido del desarrollo de Clubes de Niños (cerca de 150), los Centros Juveniles (más de 70), volcando recursos financieros que mejoraran la calidad de atención.
Existen cerca de 4.000 niños, niñas y adolescentes a cargo del INAU que viven en hogares de la Institución o están a cargo de cuidadoras. Mejoró significativamente la alimentación y el estado edilicio de los hogares. Se desarrollaron nuevos programas de atención de situaciones de violencia, maltrato, de apoyo a las familias en situaciones de crisis, de combate del trabajo infantil y adolescente, la explotación sexual, situaciones de calle, la atención de adicciones.
Se promovió la participación de niños, niñas y adolescentes en diversos programas. Uruguay se encuentra entre los tres primeros países de América Latina en crear un Consejo Asesor y Consultivo de Adolescentes en relación directa con el Directorio.
El presupuesto global tuvo un incremento del 70% y fue cerca del 800% en inversiones. Se renovó cerca del 25% del personal y se presupuestó un número importante de personas contratadas.
También reconoció que existieron trabas y momentos de conflicto. Faltó mucho por hacer y se cometieron errores. Pese a todo lo hecho no se logró cambiar sustancialmente el sistema de atención de adolescentes privados de libertad, lo que consideró uno de los grandes desafíos del período.
Ferrando reconoció la labor de las anteriores autoridades y de los equipos de trabajo que lideraron.
También apeló a revertir la realidad de maltrato que en su mayoría hombres realizan a sus familias, lo definió como una “batalla cultural” que debe ganarse día a día, basándose en el respeto mutuo, la autonomía y el afecto.
INAU cuenta con una Hoja de Ruta
El director Dardo Rodríguez, por su parte, se congratuló de la participación de los partidos de oposición en este tipo de instituciones. Esta decisión generó en el país un nuevo clima, aseguró.
Definió al INAU como una institución donde la sociedad deposita buena parte de sus fracasos, donde se procura restablecer los derechos vulnerados.
Aseguró que el desafío institucional está orientado no solo a actuar cuando los derechos son vulnerados sino también la tarea de actuar antes en forma preventiva.
El país cuenta con un gran instrumento como es la Estrategia Nacional de Infancia, fruto del aporte de todos los sectores de la sociedad, con el fin de revertir las vergonzosas condiciones en que viven niños y niñas.
Se cuenta con un plan específico para este quinquenio que procura mejoras sustanciales de estas condiciones. Es una hoja de ruta que orienta y compromete al accionar conjunto con otras organizaciones del Estado y la sociedad civil., señaló Rodríguez.
El papel del Estado
La ministra de Desarrollo Social Ana Vignoli indicó que este acto es trascendente en su gestión, ya que se transfiere la responsabilidad a un equipo de trabajo, en una institución de capital importancia para el país y de gran sensibilidad para la sociedad.
Destacó la figura de Salsamendi quien ya trabajaba en temas de protección a la infancia, incluso fue funcionario de la institución y desempeñó tareas desde su papel legislativo.
Esta institución tiene dos grandes líneas de trabajo: la asistencia y la prevención, dijo la Ministra al tiempo que expresó su confianza en la tarea que podrá desarrollar el nuevo directorio.
Para el Estado –que tiene la responsabilidad establecida por la Constitución- no es fácil cubrir la ausencia de la familia, ya que es en el seno de la familia donde se dan los primeros vínculos del ser humano con el mundo, concluyó Vignoli.
Fuente: Presidencia de la República. www.presidencia.gub.uy
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