Edinson Cavani, que será titular ante Sudáfrica, tiene una historia para contar. Se hizo seguidor de la Iglesia Evangélica por un amigo y ahora un pastor salteño lo visita para enseñarle “la palabra de Dios”. El delantero contó a 180 que “Dios es una rama muy grande de la que te podés agarrar para tener una vida muy linda”.
Así lo expresa la nota de Diego Muñoz del 14 de junio.
Hace un par de años, Cavani jugaba en Danubio y en la sub 20. Luego del sudamericano de la categoría, fue vendido a Palermo en una operación que tuvo ribetes policiales. El delantero desapareció unos días y reapareció firmando para el equipo italiano. Hoy, Cavani es figura de Palermo y está en Sudáfrica para jugar con la selección.
¿Te imaginás un partido de Mundial?
Genera intriga porque en el fútbol cada partido y cada cancha provocan emociones diferentes. Jugar un Mundial será una emoción muy grande. Tengo muchas expectativas y unas ganas bárbaras.
Todo pasó rápido en tu carrera. Hace un par de años eras goleador de la sub 20 y hoy estás acá.
Hay pocos jugadores que son tocados y que pueden ir escalando. A mi me tocó y es lo más lindo que le puede pasar a un jugador de fútbol. Me tiene muy feliz y muy contento estar en la selección.
La FIFA prohibió que en los festejos se haga alusión a cualquier religión, teniendo en cuenta tu forma de gritar los goles ¿esa decisión te limita?
A la hora de hacer un gol y ganar un partido importante, así como de cada cosa en la vida, el festejo más grande es el que siente por dentro. Después de cada objetivo que uno logra en la vida, el festejo más lindo es darle gracias a Dios en el corazón. Sabiendo que Dios es una rama muy grande de la que te podés agarrar para tener una vida muy linda. Si hago un gol voy a darle gracias desde mi corazón porque aunque no pueda levantarme la camiseta voy a poder levantar los brazos y agradecerle por todo.
¿Sos muy creyente desde siempre o hubo un hecho puntual que te marcó?
No fui creyente desde siempre. Mis padres frecuentaban la iglesia pero a mi no me interesaba. Prefería la vida con mis amigos y jugar. De grande, un amigo me invitó a ir a una reunión de Atletas de Cristo. Comencé a ir y a interesarme aunque todavía no me cerraban las cosas. Pero yo iba porque me gustaba estar ahí. Con ese amigo nos volvimos a encontrar en Italia porque él estuvo un mes en mi casa cuando se estaba haciendo el pasaporte.
¿Quién es?
César González. En Uruguay jugó en Danubio y en Cerro. En ese mes fue cuando me acerqué a Dios, mi señora también se acercó a Dios y nos entregamos a él. Soy un creyente, un cristiano muy moderno, no soy un cristiano ortodoxo. Pero creo que en todos los momentos Dios es la base de todo.
¿En que te marca la vida Dios?
Me marca el camino. Mis actitudes y el resto de las cosas de mi vida son en base a la palabra de Dios. Eso es lo que te hace cristiano. Saber que Dios está contigo, eso es lo que te diferencia de muchas otras personas.
¿Sos parte de los Atletas de Cristo?
No. No soy parte de la agrupación. Soy un atleta de Cristo porque me dio la capacidad y el don de ser un deportista y un atleta pero no formo parte de la agrupación. Yo frecuento y voy a la iglesia de Salto, donde tengo mi pastor e incluso me viene a ver a Montevideo.
¿Tenés un pastor salteño que te viene a ver a Montevideo?
Se llama Huber Borges, y si bien es de Maldonado, está hace 15 años en Salto. Empecé a ir a esa iglesia que hoy es mi iglesia porque voy y me siento parte de ella. Cuando el pastor tiene tiempo viene a enseñarnos, a mi esposa y a mí, la palabra de Dios, sabiendo que tenemos muy cortos tiempos. Eso nos permite sentirnos aún más orgullosos de ser cristiano y de que Dios esté en mi vida.