El senador oficialista Ernesto Agazzi expresó que ha visto “con cierta tristeza, que a algunos llamados para médicos en el interior del país, en lugares muy alejados, no se presentaba nadie, y esto se debe a que solamente se pone en los platillos de la balanza la plata y no para qué vivimos o qué queremos construir como sociedad. Creo que para eso es importante la vida universitaria”.
Los dichos de Agazzi fueron efectuados el pasado martes 15 de junio en la Comisión de Salud Pública del Senado en la cual asistieron integrantes del Departamento Clínico de Medicina de la Facultad de Medicina – Hospital de Clínicas (UDELAR), planteando la preocupación ante “un drenaje permanente de nuestros recursos humanos” que determina el pasaje de muchos de sus funcionarios a ASSE en donde por la misma función perciben el triple de remuneración.
Agazzi dijo sentir “cierta pena que haya tantos profesionales jóvenes que venden el mañana por el hoy, porque en realidad la carrera de investigador o de docencia universitaria es una actividad de una calidad muy diferente a brindar asistencia”. “No es que se pueda poner a unos en un escalón más alto que otros; no se trata de eso. Pero creo que lo que nuestros invitados están planteando es algo muy importante para mantener algunas actividades que el Uruguay necesita”, agregó el legislador del Espacio 609.
A su entender, “me parece que es importante el rol de la Universidad en la formación de valores, y no solamente en la parte técnica. Creo que un técnico sin valores no es lo que los uruguayos queremos para el futuro. En este sentido, me parece que una institución con la historia que tiene la Universidad, con las posibilidades que genera la relación entre docentes y estudiantes y las responsabilidades que asumen en el gobierno universitario, tiene un saldo muy positivo en el conjunto de la Administración Pública del país, y eso es importante”.
Ante dicho desfasaje salarial, Agazzi reflexinó que “un empresario, que considera toda la empresa, diría que la solución sería bajarles los sueldos a los médicos de ASSE, pero me parece que hay que considerar el funcionamiento de todo el sistema, porque en realidad este es un problema del sistema de salud”.
Si se está haciendo un esfuerzo importante para implementar el sistema integrado y tenemos en juego la reproducción del sistema hacia delante, porque lo que está flaqueando es la capacitación de sus integrantes, entonces mal empezamos el sistema”.
“Calidad”
Por su parte, la presidenta de la Comisión, la socialista Mónica Xavier reivindicó que “estamos trabajando en esta Legislatura para poder ayudar a regular, a dar más transparencia y mayor exigencia en la calidad de los recursos humanos. El Sistema no sólo tiene el desafío de la universalidad, sino también el de la calidad, y si los recursos capacitados no son los adecuados, aunque haya universalidad no se va a lograr el objetivo, porque son inseparables uno del otro”.
Unos ganan $ 10 mil y los otros $ 30 mil
Por el Departamento Clínico de Medicina participaron en la Comisión del Senado, la doctora Pilar Serra y los doctores Álvarez Rocha, Lacuague y Salamano.
“Para que los senadores tengan una idea, es bueno señalar que un médico que trabaja en un cargo de inicio en la Facultad, que tiene responsabilidades docentes, de investigación y asistenciales -y que, además, está al límite porque, si no es eficiente, a los tres años no es reelegido ni puede aspirar a otro cargo e, incluso, en ocasiones no tiene posibilidades de seguir en otro cargo- gana la tercera parte de lo que cobra un médico de ASSE con el mismo nivel y solamente con responsabilidades asistenciales”, reveló Álvarez Rocha.
Por ejemplo, “en el cálculo que realizamos, el Grado 2 de Medicina, con 24 horas semanales -que es nuestro régimen; cuatro horas de mañana, de lunes a sábado- gana $ 102,78 por hora, mientras que el médico de ASSE de una policlínica ampliada, también por 24 horas a la semana, cobra $ 304,73 por hora”.
Por tanto, dijo Álvarez Rocha, “en buen romance, esto es así: un médico joven que inició su carrera, que se preparó durante años, que fue residente y accedió a ese cargo, gana menos de $ 10.000. Entre tanto, un médico de ASSE que tiene uno o dos días de guardia y el resto de la semana libre, percibe $ 30.000”. Entonces, “si bien puede haber algún otro factor motivacional al que nosotros no adjudicamos mucho peso, esto es determinante. Piensen ustedes la situación de un médico joven que inicia su vida profesional y personal, que se casa y tiene un hijo; obviamente, entre ganar $ 10.000 y $ 30.000, no va a dudar mucho”. Además, “en el último caso sólo tiene responsabilidad en el área asistencial y no tiene detrás a profesores que lo estén hostigando para que investigue, para que trabaje, para que publique, y con una Facultad como la nuestra, que cada vez exige más nivel académico para poder continuar en la carrera”.
La solución médica
A la hora de la búsqueda de soluciones, los profesionales de la salud expresaron una eventual propuesta para evitar la asimetría salarial, en un universo que comprende en la Facultad de Medicina unos 750 docentes médicos en el Hospital de Clínicas y cerca de 500 docentes en toda la red de asistencia., informó Lacuague.
Álvarez Rocha se refirió a la la retribución de estos médicos. “Es bastante claro que si todo el presupuesto de la Universidad se gasta en funcionamiento, la mejoría de estas condiciones tiene que venir por el lado de la asistencia, que es hoy -nos parece a nosotros y al plenario de los médicos- la parte de la tarea médica que no está siendo retribuida. ASSE tiene los proventos para ello”.
Asimismo, “sin ser especialistas en números podemos señalar que en el último período de Gobierno la inyección de dinero en el área de Salud Pública no ha tenido parangón en la historia; la disponibilidad de ASSE está realmente por encima de los US$ 500:000.000, que fue la cantidad que recibió”.
“Pensamos que esta asimetría podría ser encarada, por ejemplo, si parte del presupuesto universitario cubriera el salario docente y si los docentes que hacen las tareas asistenciales recibieran una retribución que por lo menos los equiparara a los médicos de ASSE. Ese sería el inicio de la solución del problema”, agregó. En otros aspectos motivacionales, de carrera, etcétera, -puntualizó-, “algunas cosas han cambiado, pero eso sigue presente. No todos los médicos hacen carrera docente, ni a todos les interesa. Estamos hablando de un grupo de vocacionales que hoy ven impedido ese camino por esta situación”.
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