El Subsecretario de Economía y Finanzas, Pedro Buonomo, señaló que se debe apostar a la inversión en infraestructura, de modo que ésta no se convierta en el «cuello de botella» que frene el crecimiento registrado por la economía en 2005-2009. Para ello, se promoverá una ley específica de promoción de inversiones que contemple la figura de asociaciones público-privadas que permitan obtener financiación para la concreción de obras.
Durante el Foro Económico de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa), el Subsecretario Pedro Buonomo hizo referencia a la estrategia del Gobierno en torno a la promoción de inversiones. Afirmó que Uruguay viene de 40 años con niveles muy bajos de inversión, en comparación con países más pobres, por lo que este tema se configuró como uno de los principales aspectos que trató el Gobierno de Tabaré Vázquez.
Buonomo recordó que la política de promoción de inversiones que existe en nuestro país, se desarrolló a través de la reglamentación de Ley de Promoción de Inversiones. En ese marco se buscó desarrollar políticas de foco, brindando beneficios a los proyectos que estaban en línea con la política llevada adelante por el Gobierno. Por tanto, se ponderaba emprendimientos que aportaban en áreas como empleo, exportaciones, tecnología, medio ambiente, incremento del valor agrado y con componentes de desarrollo regional y equilibrio internacional.
Durante el quinquenio 2005-2009, las inversiones registraron un crecimiento importante, a pesar de la caída de la inversión internacional a raíz la crisis financiera. De todos modos, la inversión extranjera directa también tuvo un incremento sustantivo, ubicando a Uruguay en un lugar favorable respecto al resto de los países de América Latina. En este contexto, la inversión pública tuvo un rol protagónico y dinámico, demostrando la importancia y beneficio de una política de inversión activa.
Entre 2008 y 2009 los proyectos promovidos y presentados mostraron un crecimiento significativo. El 54% se trataba de proyectos industriales, mientras que el 30% correspondió al comercio y servicios, 9% a la agroindustria y 7% respondía a proyectos de turismo.
Sin embargo, Buonomo aclaró que si bien la política de promoción de inversiones continúa en vigencia, Uruguay necesita continuar por el camino del crecimiento. Para ello, se deberá adecuar el sistema de promoción de inversiones a esta nueva realidad. El jerarca del MEF anunció que a la brevedad se presentará un proyecto que promueve cambios en el enfoque de la promoción de inversiones.
Nuevos objetivos de la promoción de inversiones
El Subsecretario de Economía explicó que en 2005 la desocupación rondaba el 13% y el objetivo de política económica del Gobierno atendía al empleo. Hoy, con una tasa de empleo cercana al 7%, esta variable no sería la prioritaria, pero sí se apuntaría a la generación de empleo de calidad. Por tanto, los nuevos objetivos de política económica (y que se traslada a la promoción de inversiones) serían la atención de la masa salarial, compatibilizando empleo con salario y premiando el empleo de calidad.
Del mismo modo, la descentralización que fue un tema fundamental en el pasado período de gobierno se atendería a través de un nuevo perfil, apuntando a las zonas más carenciadas del interior del país y dejando de lado la dualidad Montevideo-Interior.
Además, se estudiará la incorporación de grandes emprendimientos con voluntad de instalarse en nuestro país y que, al mismo tiempo, tocan temas como infraestructura, logística, empleo. En este aspecto, se analizará el rol del Gobierno y se instará a facilitar las negociaciones.
En cuanto a las exportaciones, que registraron un aumento significativo en el período anterior, se pondrá el énfasis en la incorporación de valor agregado y en la inclusión de nuevas cadenas de valor.
Uruguay invierte para que se invierta en Uruguay
«Uruguay está en posición de un desarrollo relativo en materia de infraestructura», sostuvo el Subsecretario Pedro Buonomo y afirmó que se necesita mayor inversión en esta área, para que no se convierta en el cuello de botella que frene el desarrollo del país. «Se precisa una infraestructura acorde a los objetivos planteados». En tal sentido, la asociación público-privada se presenta como el elemento ideal para financiar proyectos de infraestructura que permitan cumplir con los requerimientos en la materia. Las ventajas de una asociación radican en el traslado de riesgos al sector privado y la mejora de la eficiencia en la gestión del proyecto, mientras que se potencia la capacidad presupuestal y permite apalancar financieramente los proyectos.
A su vez, destacó que el marco normativo vigente del Uruguay permite llevar adelante un ambicioso proceso de promoción de inversiones, pero desde el Gobierno se opta por el camino de una ley específica que cree esta figura de asociación público-privada, brindándole garantías a los privados y permitiéndole al Uruguay competir en forma ventajosa para atraer capitales privados interesados en invertir en infraestructura.
Esta ley también incorporaría nuevas atribuciones de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) como agencia de promoción de inversiones.
Entre los proyectos de infraestructura que se deberán concebir atienden al transporte, red vial, puerto de aguas profundas, infraestructura productiva, energética, telecomunicaciones, cambio climático, represas, turismo, escuelas, hospitales, cárceles y vivienda.